
Santos Inocentes, así es la festividad que une sátira, disfraces y memoria en Quito
Personajes enmascarados, coplas y desfiles son parte de esta tradición que articula crítica social y expresión popular
Las calles del Centro Histórico de Quito se llenan de colores intensos, sonidos de bandas de pueblo y personajes enmascarados que avanzan entre risas, coplas y serpentinas. Payasos, diablos, carishinas y viejas chuchumecas recorren plazas y callejones mientras interactúan con el público, lanzan bromas y bailan al ritmo de la música popular. La ciudad cambia su pulso habitual y se convierte en escenario de una celebración que mezcla sátira, memoria barrial y expresión colectiva.
Entre balcones adornados, comparsas y carros alegóricos, la Fiesta de los Santos Inocentes transforma el espacio público en un territorio festivo donde lo teatral y lo comunitario se cruzan. La tradición se extiende desde el 28 de diciembre hasta el 6 de enero y tiene como punto de partida el Día de los Inocentes, fecha en la que se activan desfiles, tertulias, bailes y encuentros organizados por barrios y colectivos culturales del Centro Histórico y otros sectores de la ciudad.
La celebración de los Santos Inocentes en Quito combina bromas públicas, sátira política y manifestaciones artísticas populares. A diferencia de las inocentadas privadas, la tradición quiteña se desarrolla principalmente en el espacio urbano, con recorridos que integran música, teatro y danza. Personajes como los payasos y diablos se convierten en figuras centrales del festejo, cada una con un significado simbólico vinculado a la crítica social y a la inversión de roles.
Uno de los eventos más representativos es el Corso de Flores, en el que desfilan comparsas y personas disfrazadas que lanzan flores, confeti, serpentinas y dulces desde balcones y carros alegóricos. A lo largo de los años, barrios como San Marcos, Loma Grande, La Tola, La Chorrera, San Roque, San Diego y San Blas han organizado sus propios festejos, manteniendo viva una tradición que articula memoria histórica y participación comunitaria.
“Los festejos de los Santos Inocentes se inician con la identificación de personajes que estaban reprimidos y no podían expresar sus ideas por temor a la represión existente, por lo que en estas festividades veían la posibilidad de disfrazarse y decir lo que pasaba con los presidentes y funcionarios de turno”, explicó Juan Carlos Rojas, presidente del barrio San Blas. “Los ciudadanos se expresaban a través de esta fiesta para mostrar opiniones que hasta podían ser polémicas”, añadió.

Personajes, coplas y sátira
Los personajes que participan en la fiesta representan distintas formas de crítica social y organización simbólica del festejo. Fausto Sanafia, integrante del grupo cultural Mapahuira, señaló que el personaje de la carishina “contempla la discordia y la crítica al colonialismo hacia la conquista y, en la actualidad, al arribismo. La parte grotesca no es ridiculizar a lo femenino, sino a una parte exterior de la identidad cultural”.
Sanafia explicó que su colectivo realizó una investigación sobre fiestas tradicionales desde el Carchi hasta Macará para construir sus representaciones a partir del teatro y la danza.
Durante los desfiles, las coplas picarescas acompañan el recorrido de los personajes y funcionan como un canal de expresión popular. Carlos Marcillo, gestor cultural que interpreta al diablo quiteño, indicó que “el papel que cumple el diablo es molestar a todos y llevarse a los que se han portado mal durante el año a la quinta paila del infierno”. Según Marcillo, estas representaciones forman parte de una tradición que se transmite oralmente y se renueva con cada generación.
En este entramado festivo conviven figuras con roles definidos dentro del desfile. Las carishinas, por ejemplo, son interpretadas por hombres vestidos de mujer. Los payasos, con máscaras, rostros pintados y vestuario llamativo, recorren las calles lanzando rimas, coplas y colaciones a los asistentes, mientras que los capariches acompañan a las Viejas Chuchumecas y cumplen una función de resguardo simbólico dentro de la comparsa. Estas últimas, reconocibles por sus faldas amplias y trenzas, reparten dulces, maíz y colaciones, y vigilan el desarrollo del festejo.
A ellos se suman danzantes, diablos y monos, personajes que aportan movimiento, música y referencias ancestrales, consolidando un desfile en el que la sátira, el baile y la memoria barrial se entrelazan a lo largo de las calles del Centro Histórico.

Preservar las tradiciones
La Fiesta de los Santos Inocentes también ha estado marcada por la unión entre barrios. Históricamente, comunidades del Centro Histórico se articulaban para organizar recorridos que culminaban el 6 de enero, Día de Reyes, en espacios como la plaza Belmonte. A estos festejos se sumaban delegaciones de otras zonas, como la comuna de Tumbaco, que iniciaba su recorrido el 28 de diciembre y avanzaba por distintos poblados hasta llegar al centro de la ciudad.
En los últimos años, colectivos culturales y vecinos han impulsado acciones para reactivar la celebración, que había ido desapareciendo. Desde la organización de desfiles hasta la recuperación de personajes tradicionales, estos esfuerzos buscan visibilizar una festividad que formó parte de la vida urbana durante la primera mitad del siglo XX. “Como colectivos culturales trabajamos fuertemente para mantener las tradiciones. Es importante porque abre la libertad a todas las personas que les gusta el arte”, señaló Marcillo.
Dentro de estas iniciativas se incluyen actividades paralelas como la elección de la carishina y la guaricha más representativas, encuentros musicales y recorridos barriales. La fiesta de los Santos Inocentes continúa desarrollándose como una expresión cultural que ocupa el espacio público y conecta la memoria histórica con prácticas artísticas contemporáneas.
¿Cuándo se celebra Santos Inocentes?
Este año, el festejo comenzó a mediados de diciembre con la Caravana de Santos Inocentes, en la que personajes como carishinas, payasos y diablos recorrieron las calles del sector de La Mariscal, acompañados por bandas de pueblo. Las coplas picarescas, los bailes y las bromas formaron parte de este tránsito colectivo, que convocó a vecinos, artistas y espectadores a lo largo del recorrido.
Este domingo 28 de diciembre se llevará a cabo la Fiesta de los Inocentes de Quito, con un desfile que iniciará en la Plaza de Santo Domingo y avanzará por las calles Chile, Mejía y García Moreno, hasta llegar a la Plaza Grande. La jornada está prevista entre las 11:00 y las 16:00.
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