
Viviana Salame y Michela Pincay revelan los secretos de El fantasma de mi ex
Acompañadas del director Josué Miranda, las protagonistas de la cinta ecuatoriana,
En el cine, los fantasmas pocas veces son solo espectros. Muchas veces encarnan recuerdos, heridas y aprendizajes que se resisten a desaparecer. Esa es la premisa que sostiene El fantasma de mi ex, la nueva comedia romántica ecuatoriana que explora, con humor y sensibilidad, cómo lidiar con las presencias que permanecen incluso después de que una relación termina.
En una conversación con Viviana Salame (Estefanía), Michela Pincay (Caro) y el productor y director Josué Miranda, el elenco compartió no solo anécdotas del rodaje, un proceso tan vertiginoso como íntimo, sino también la manera en que sus propios vínculos con los personajes los llevaron a reflexionar sobre el duelo, la pérdida y la posibilidad de renacer a través de la comedia. Álex Vizuete, también protagonista de la historia, fue el gran ausente por una grabación que le impidió estar en esta entrevista.
Más allá de la ligereza de su título, la película se adentra en un terreno universal: cómo enfrentamos lo que ya no está, lo que se resiste a marcharse y lo que, de algún modo, siempre nos acompaña.
Sinopsis de El fantasma de mi ex
Allan, dueño de una librería, lucha con olvidar a Estefanía, su ex. El Fantasma de Estefanía, junto con el de Julio Cortázar y Medardo Ángel Silva ayudarán a Allan a encontrar el amor, o al menos sexo, o ambas dos.
La entrevista
La invitación a Viviana de participar en la película fue por un reel. ¿Qué vio como director en esa pieza de redes sociales?
V: Era una compilación de momentos lindos míos y él lo vio, le gustó.
J: Salía de vaquerita, tenía muchos disfraces. Me impactó su histrionismo. Tiene un grado de locura tierno.
¿Cómo contactó a Viviana?
J: Fue por Álex. Me gusta hacer el acercamiento previo con alguien que ya los conoce. Y también fue quien me ayudó a contactar a Michela. Casi, casi que Álex (Vizuete) es protagonista y director de casting (risas).
Viviana Salame y Álex Vizuete son actores y siempre están en proyectos similares. Pero Michela es más comunicadora. ¿Cómo fue el acercamiento con ella?
M: Yo pensé que era una participación pequeña. La invitación me llega por Álex, me cuenta lo que necesitaban y luego me di cuenta de que era algo muy grande, con un papel importante. Pero ni siquiera lo dimensioné cuando lo filmé; recién la semana pasada, en la premiere, comprendí la magnitud. Es un gran estreno. Verte en pantalla grande es otra cosa.
¿Cuándo y cómo fue la primera lectura del guion? ¿Cómo fue ese acercamiento con sus personajes?
V: Nos reunimos en una cafetería, Josué, Álex y yo. Ahí me di cuenta de que era en serio. Porque es muy común, y sé que suena muy mal, que cuando se habla de producciones hechas en Ecuador es como: bueno, te eligen, te cuentan del proyecto y empieza después de un año… y, si se graba, recién sale tres años después. Entonces yo pensé: “se va a quedar en stand by, no se va a hacer”. Pero luego de la lectura, en la que nos matamos de risa, nos dimos cuenta de la buena química que había con Álex. Después de ese encuentro comenzamos a grabar un par de semanas más tarde.
¿Qué tanto tiene Estefanía de Viviana?
V: La verdad, yo me siento muy arraigada a mi personaje. Yo siento que Estefanía me pertenece. Es muy estrambótica, apasionada, terca, loca. O sea, creo que tiene todo de mí, la verdad. Además soy un fantasma.

¿Y en el caso de Caro y Michela?
M: Caro es supertierna. Me gusta la dulzura y la timidez al momento de hablar con Alan, por ejemplo. Admiro de Caro que es muy ligera de vida y de equipaje; ella puede dejarlo todo por una experiencia. Me gustaría ser más así.
En este personaje le tocó cantar…
M: Yo soy una cantante de baño, frustrada. Y me han dicho que canto algo lindo. Pero ahora el director se animó a poner mi voz ahí, en crudo. Espero que al público le guste.
¿Le gustaría cantar?
M: ¡No, no, no! Tampoco así (risas).
La película iba a ser una serie. ¿Por qué cambió la intención al hacerse el proyecto?
J: Sí, y se iba a llamar Aventuras sexuales con mi exesposa. Cambió por cómo se iba a financiar. Se complicó mucho y no pude grabarla. No pude hacer un piloto de la serie que se iba a rodar en 2020. Luego fui parte de la filmación de otras tres películas. Ahorré para poder financiar la mía. Después tuve un acercamiento con Vista como distribuidores y nos ayudaron con la colocación de la película. Es el estreno ecuatoriano más grande, con 66 pantallas en todos los exhibidores a nivel nacional.
¿Cuándo empezó la filmación?
J: Todo empezó en febrero y lo estrenamos ahora en septiembre. Fueron solo seis días de grabación.
Suena maratónico…
J: Sí, lo es.
V: ¡No sabes cuánto! No sé cómo sobreviví esa semana. Eran 18 horas de grabación. Llegaba a mi casa, me bañaba, repasaba el guion y me dormía. Me enfoqué en esto.
¿Pudieron improvisar en alguna escena?
V: ¡No! El director no dejó. Tenía que decir todo el diálogo tal como estaba, así como Josué lo había escrito.
¿Cómo fue verse en la pantalla grande?
M: Verme me asustaba. Porque ni siquiera en los programas de TV me veo. Pero la pude disfrutar y me encantó.
V: Cuando la vi por primera vez sufrí los primeros 15 minutos. Es que fui muy crítica conmigo: con mis gestos, con mi voz… Pero luego decidí relajarme y me encantó el resultado. Ser tan autocrítica puede hacerte sentir que no haces bien las cosas, cuando no es así. ¡Lloré, reí, grité!
La película El fantasma de mi ex habla mucho de la muerte. ¿Qué pudieron reflexionar sobre el duelo o la muerte tras participar en ella?
V: Ya la he visto cuatro veces. Y luego de eso lo asocié mucho con una ruptura amorosa, porque es muy parecido a perder a alguien en un duelo o por muerte. Se siente igual, como si te arrancaran el alma por esa persona.
J: Yo incluí ese tema por la muerte de mi papá. Él falleció en diciembre de 2023. Y sí, obviamente ya tocaba temas de la muerte, pero no a profundidad ni con el duelo. Una vez que murió mi papá, en 2024, agregué más de ese sentimiento. En la premiere le agradecí mucho a él.
M: Grabamos en febrero y mi hermana murió en mayo. Y este fue el último proyecto que mi hermana me empujó a hacer. La segunda vez que vi la cinta me costó no llorar porque pude analizarla mejor y ver lo profundo que quiere tocar. Te hace pensar mucho en el dolor que conlleva amar, porque cuando lo haces le abres la puerta a alguien para que te dañe, voluntaria o involuntariamente, y a mí su muerte me rompió.
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Fotos: Wolf Studios (IG:@WolfStudiosEcu).
Producción: Alejandra Cereceda.
Maquillaje y peinado: Wendy Jaramillo (IG: @wenjaramillomakeup) y Ana Rodríguez (IG: @anagaby.makeupartist).
Locación: Alma Negra (IG: @almanegra_ec).