
Ana Cristina Barragán: "Me interesa contar lo que hay debajo de las historias"
La cineasta creó y dirigió 'La Hiedra', primer filme nacional seleccionado para el Festival Internacional de Cine de Venecia
Azucena tiene 31 años y espía a los adolescentes de un hogar para menores. Busca en sus juegos, en sus vínculos y en su hermandad algo que la conecta con su pasado, impulsada por un suceso que marcó su adolescencia y que la detuvo en el tiempo. Entre los jóvenes está Julio, de 18 años, que vive en ese orfanato sin conocer parte esencial de su historia. Así arranca La Hiedra, tercer filme de la cineasta quiteña Ana Cristina Barragán, que llega tras el éxito de sus dos películas previas: Alba y La piel pulpo.
La cinta fue seleccionada para competir oficialmente en la edición 82ª del Festival Internacional de Cine de Venecia, donde tendrá su estreno mundial. Es la primera vez que una película ecuatoriana forma parte de la selección oficial del certamen italiano. “Ha sido súper emocionante. Ha habido una reacción muy bonita del equipo, de amigos y amigas, y del medio de cine en general en Ecuador”, dijo Barragán en entrevista con Expresiones. “Más allá de la película, o de mi carrera como directora, siento que cada paso como este abre una puerta para el cine ecuatoriano. Nos da visibilidad internacional”.
El proceso de rodaje de La Hiedra tuvo lugar en Quito y en locaciones de la provincia de Cotopaxi. A diferencia de su anterior película, rodada en varias etapas debido a la pandemia, esta vez la cineasta optó por un esquema continuo de seis semanas. “Quería filmar en un solo bloque, no dividir la película en tres o cuatro partes como ocurrió con La piel pulpo. Fue un rodaje muy intenso, pero todo fluyó mejor. Llegué con más aprendizajes, con un equipo que ya conocía, y eso hizo que funcionara muy bien”, señaló.
La elección de locaciones jugó un papel importante en la construcción de la narrativa. “La mayor parte ocurre en Quito, pero queríamos espacios con fuerza propia. Filmamos en una casa de acogida, en un hogar de niños, y en una casa vacía a punto de ser vendida, que aún tenía papel tapiz y objetos antiguos. Esos lugares ya tenían una atmósfera. También hay una deriva hacia el páramo: el Parque Nacional Cotopaxi. Buscábamos un universo íntimo que también permitiera expansión”, cuenta.
Barragán señala que La Hiedra completa una trilogía que, sin estar conectada por la trama, comparte temas, personajes marginales y una mirada íntima sobre las relaciones familiares que se asemeja a las que plasman sus películas previas.
“De alguna manera, sí, La Hiedra cierra una trilogía. Me interesa explorar personajes que tienen un lazo familiar muy fuerte y ver hasta dónde se tensan esos vínculos. También lo corporal, lo silencioso”, explicó la directora.
“En este caso, son dos extraños que deciden jugar a ser familia. Ambos están al margen del mundo por diferentes razones y cargan con heridas emocionales. Azucena lleva una herida brutal. Es un animal sin territorio, una niña detenida en el tiempo. Julio pertenece a una manada que sobrevivió al abandono. Creció entre pasillos, platos, monjas. La ausencia está en su ira, en su rol con otros niños”, afirma.

Del guion a la gran pantalla
El filme está protagonizado por la actriz mexicana Simone Bucio y el ecuatoriano Francis Ramos. La elección del elenco respondió, afirma la directora, a una búsqueda de presencia y verdad frente a cámara. “Trabajo con actores naturales que llevan consigo una forma hipnótica de estar en el mundo. Busco una energía muy verdadera. Me interesa contar desde el cuerpo, desde su torpeza. Cuido su energía y su humanidad. Quiero que eso traspase la imagen”.
Añade que la dirección actoral es una de las áreas que más disfruta dentro del proceso cinematográfico. “Siempre trabajo con un equipo que me apoya en la preparación actoral, pero para mí lo más valioso es la cercanía, la improvisación, encontrar juntos al personaje. Esta película es muy de personajes, muy centrada en lo que sienten y en cómo esos sentimientos los habitan”, asegura.

Un recorrido internacional
La Hiedra comenzará su recorrido internacional con su proyección en Venecia y su participación posterior en otros reconocidos festivales en Sudamérica, Asia y Estados Unidos antes de su estreno comercial. “Mi intención es estrenar en Ecuador el próximo año, ojalá. Todavía no tenemos fechas exactas, pero tenemos alianzas para proyectarla tanto en salas comerciales como en espacios alternativos. Me emociona mucho poder presentarla en el país”, afirma la artista.
La producción contó con el apoyo del fondo francés Aide aux Cinémas du Monde, del programa Ibermedia y del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI) del Ecuador, que otorgó 224 mil dólares a través de líneas de fomento. El financiamiento cubrió etapas como el guion, desarrollo, producción, posproducción y movilidad internacional.