
Un año de música: los conciertos que marcaron a Quito en 2025
Desde Shakira hasta esperados reencuentros, la ciudad acogió una agenda intensa de espectáculos internacionales
Quito vivió en 2025 uno de sus años más activos en cuanto a conciertos internacionales. A lo largo de doce meses, la capital fue escenario de recitales que reunieron a decenas de miles de personas y activaron sectores como el turismo, el comercio y los servicios. El punto más alto de esa agenda llegó en noviembre, con los tres conciertos de la cantante colombiana Shakira en el Estadio Olímpico Atahualpa, considerados los más grandes del año por su alcance y magnitud.
El público llegó desde distintas provincias del país y también desde el extranjero, lo que transformó a la ciudad en un espacio de alta actividad durante varios días consecutivos.
El impacto de estos recitales se reflejó en cifras oficiales. De acuerdo con el Municipio de Quito, los conciertos generaron un movimiento de 55,5 millones de dólares para la economía local. El alcalde Pabel Muñoz explicó que la proyección inicial fue superada: “Se esperaba entre 40 y 50 millones, pero la realidad superó esa expectativa”. El balance incluyó ingresos en sectores como alojamiento, transporte, gastronomía y comercio local, además de una ocupación hotelera que pasó del promedio habitual a cerca del 90 %.
Además del impacto económico, el Municipio destacó la visibilidad internacional que tuvo la ciudad durante esos días. De acuerdo con el balance presentado por el alcalde, la cobertura mediática alcanzó a 15,7 millones de personas, con más de mil notas publicadas en distintos medios y un valor estimado de exposición de 5,45 millones de dólares. Muñoz subrayó que los conciertos dejaron un mensaje sobre la capacidad logística de la ciudad para eventos de gran formato y sobre la coordinación entre el sector público y privado.
En el escenario, Shakira mantuvo una interacción constante con el público quiteño. Durante su último concierto en la capital, la cantante se dirigió a los asistentes con un mensaje que fue recibido con aplausos: “Buenas noches, Quito. Tercera y última noche aquí en Ecuador. Gracias por recibirnos a mí y a mis hijos Milán y Sasha. He visitado la Mitad del Mundo, es realmente mágico”. El repertorio recorrió distintas etapas de su carrera y cerró su paso por el país antes de continuar la gira por otros escenarios de Sudamérica.
Un recorrido por los hits de Chayanne
Pero los recitales de “La loba”, no fueron los únicos de marcada importancia y concurrencia, En julio, otro de los conciertos multitudinarios del año fue el regreso de Chayanne a la capital, luego de seis años de ausencia.
Más de 30.000 personas asistieron al recital, en el que el artista combinó sus clásicos con temas recientes. Desde el escenario, recordó su vínculo con el país: “Vengo a Ecuador desde que tenía trece años… Tienen un país hermoso. Es un placer regresar”.

Durante una pausa del espectáculo, el cantante se refirió al contexto que marcó su retorno a las giras: “No sabía si iba a volver a hacer gira, porque vino la pandemia y nos frenó a todos con una incertidumbre tremenda. No tenía un disco nuevo, pero con el tiempo empecé a trabajar y lo llamé Bailemos otra vez, porque lo que más quería era volver a bailar con ustedes”. El concierto cerró con un repaso de su repertorio más conocido.
Los grandes del rock
encuentros dedicados al rock clásico. El cartel estuvo encabezado por las bandas Europe y Foreigner, y convocó a miles de asistentes que llegaron al recinto para escuchar en vivo un repertorio centrado en canciones que marcaron distintas etapas del género a nivel internacional.
La jornada estuvo marcada por la ausencia de Scorpions, banda que formaba parte del anuncio inicial del festival pero que finalmente no se presentó en la capital ecuatoriana. La organización informó previamente sobre la cancelación de su participación, y el desarrollo del evento continuó con el resto de artistas programados, manteniendo la estructura del festival y los horarios previstos para las demás presentaciones.
Europe fue la encargada de uno de los segmentos centrales del encuentro. Con Joey Tempest al frente, la banda sueca ofreció un recorrido por su repertorio más reconocido, con canciones que fueron coreadas por el público desde las primeras filas hasta las graderías. A lo largo del concierto, el vocalista mantuvo una interacción constante con los asistentes, invitándolos a acompañar los coros y a participar de manera activa durante el show.

La presentación de Europe se apoyó en una puesta en escena sobria, enfocada en el sonido de la banda y en la ejecución de sus temas históricos. Las guitarras, los teclados y la voz de Tempest marcaron el ritmo de un recital que apeló a la memoria musical de los asistentes, muchos de los cuales acudieron al festival como parte de un público intergeneracional.
Foreigner, por su parte, protagonizó uno de los momentos más comentados del Masters of Rock con la participación de Lou Gramm, histórico vocalista de la banda. Durante la gira, el músico se refirió a su trayectoria y a su vínculo con el grupo estadounidense: “Soy afortunado de ser parte del legado de Foreigner. Estas canciones han acompañado a muchas personas durante años y siguen encontrando nuevos públicos”, expresó en una de sus intervenciones.
Confesiones y reencuentros
En noviembre, el Coliseo General Rumiñahui se llenó con el concierto de Melendi, parte de su gira 20 Años. El músico español apostó por un formato cercano, intercalando canciones con reflexiones personales. Antes de interpretar uno de sus temas, explicó: “Esta no es la canción más escuchada de mi repertorio, pero es una canción que me ayudó durante uno de los peores momentos de mi vida, porque me permitió ver las cosas a las que no quería confrontarme”.
A lo largo del recital, Melendi insistió en la relación entre música y memoria emocional. “La nostalgia es un ejercicio poderoso, y la gente no escucha canciones, sino que revive momentos, momentos muy importantes de su vida en los que esas canciones estaban presentes”, dijo ante un público que respondió con aplausos y coros constantes.

En octubre, la banda mexicana Camila concretó su regreso a Quito con su formación original, luego de más de una década de separación. El concierto marcó el reencuentro con sus seguidores ecuatorianos, tras presentaciones canceladas el año anterior. Pablo Hurtado explicó el proceso que permitió la reunión: “Hubo muchos retos para lograr que estuviéramos juntos los tres, empezamos las pláticas en 2020 y fue un proceso largo”.
Para Samo, volver a compartir escenario con Mario Domm y Pablo Hurtado tuvo un significado particular: “Es un proyecto que nació con tres corazones soñando por hacer música. La música es maravillosa, nos da la oportunidad de volver a estar aquí, de volver a compartir con el público nuevas historias y experiencias”. El repertorio combinó los temas clásicos de la banda con canciones de su álbum más reciente.
Bunbury, música y polémica
En julio, Enrique Bunbury regresó a Quito junto a El Huracán Ambulante, la banda que lo acompañó en sus primeros años como solista. El recital fue presentado como una celebración tras superar un quebranto de salud. “Es una celebración volver a juntarnos en un escenario y que Huracán Ambulante vuelva a girar conmigo por Ecuador”, expresó el músico durante el show.

El concierto tomó un giro inesperado cuando Bunbury interrumpió una canción para dirigirse a un espectador que grababa con su teléfono desde la primera fila. “Ustedes perdonarán, pero es que este caballero lleva todo el puto concierto con la puta cámara grabando todo el puto concierto”, dijo. Luego añadió: “Si estás aquí en primera fila, seguro que hay mucha gente a la que le gustaría estar ahí disfrutando, conectando, participando en el concierto”. Tras disculparse por la interrupción, el recital continuó hasta su cierre.
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