
De la energía limpia a la IA: los grandes avances científicos de 2025 según Science
La revista Science destaca a las energías renovables como el mayor avance del año
El año 2025 quedará registrado como un punto de inflexión para la ciencia. No por un único descubrimiento espectacular, sino por una suma de avances que, juntos, empiezan a cambiar la forma en que el mundo produce energía, combate enfermedades, explora el universo y hasta entiende su propio pasado. Así lo resume Science, que eligió el crecimiento “aparentemente imparable” de las energías renovables como el gran avance científico del año.
Como cada diciembre, Science y Nature publican sus balances de fin de año. En 2025 coincidieron en dos protagonistas: un bebé tratado con una terapia genética experimental y la puesta en marcha de un nuevo observatorio astronómico. Pero el hilo conductor fue más amplio: la ciencia empezó a mostrar resultados tangibles frente a algunos de los mayores desafíos del planeta.
Cuando el sol y el viento le ganaron al carbón
El artículo central de Science lleva un título elocuente: “Buenos días, luz solar”. El mensaje es claro: por primera vez, la energía generada a partir del sol y el viento superó a la producida por combustibles fósiles en varios ámbitos clave.
En un editorial, el editor jefe de la revista, Holden Thorp, subraya que 2025 fue el primer año en el que el mundo generó más electricidad con fuentes renovables —incluidas la solar y la eólica— que con carbón. No se trata solo de crecimiento, sino de velocidad: estas energías aumentaron lo suficiente como para cubrir todo el incremento del consumo eléctrico mundial entre enero y junio.
Con un guiño musical titulado Here comes the Sun, Thorp explica que el planeta se acercó al llamado “pico de carbono”, el punto en el que las emisiones globales alcanzan su máximo y empiezan a descender. Detrás de esta transición hay un actor central: China, que tras años de subvencionar el sector, hoy domina la producción mundial de tecnologías de energía renovable.

El bebé que abrió una puerta a la medicina del futuro
Entre los diez grandes hitos del año aparece una historia mínima en tamaño, pero enorme en significado. KJ es el nombre con el que se identifica a un bebé estadounidense que, con apenas seis meses, recibió una terapia genética personalizada para tratar una enfermedad ultrarrara e incurable: el déficit de CPS1.
Para Science, este caso marca un antes y un después en la edición genética aplicada a la medicina. Es una prueba de que los tratamientos “a medida” pueden salvar vidas donde antes no había opciones. Pero la revista también advierte sobre los límites: el altísimo costo y la incertidumbre que aún rodea la seguridad de estas técnicas.

Denisovanos: al fin, un rostro del pasado
Durante años, los denisovanos fueron poco más que un nombre y algunos fragmentos óseos. En 2025, eso cambió. El análisis de ADN del llamado cráneo de Harbin, hallado hace décadas en China, permitió confirmar que perteneció a un denisovano que vivió hace al menos 146.000 años.
El hallazgo permitió, por primera vez, ponerle un rostro más claro a esta especie de homínidos y comprender mejor el rompecabezas de la evolución humana.
Nuevas armas contra viejas enfermedades
La medicina también sumó avances concretos. Science destaca los resultados positivos de dos nuevos medicamentos contra la gonorrea, las primeras herramientas realmente nuevas en décadas frente a una enfermedad que afecta a más de 80 millones de personas al año y que se ha vuelto resistente a muchos tratamientos.
En cáncer, el progreso llegó desde la biología celular: los científicos descubrieron cómo las células nerviosas transfieren mitocondrias —las “centrales energéticas” de las células— a las tumorales, ayudándolas a crecer y propagarse. Entender este mecanismo abre la puerta a nuevas terapias.
Y en el terreno de los xenotrasplantes, 2025 rompió récords. Gracias a cerdos modificados genéticamente, un riñón con 69 genes alterados funcionó casi nueve meses en un paciente humano, un paso “impresionante” hacia órganos más seguros y menos propensos al rechazo.
La inteligencia artificial que ya investiga
Los grandes modelos de lenguaje también tuvieron su lugar en el top ten. Science señala que estos sistemas demostraron una capacidad “digna de un doctorado” en distintas áreas científicas.
Un ejemplo: DeepMind usó una versión avanzada de su modelo Gemini para ganar una medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas. Por su parte, OpenAI logró, con GPT-5, avances originales en problemas de teoría de números y grafos que habían desconcertado a matemáticos durante décadas.
Más allá de las pruebas, la clave está en el impacto: estos modelos están acelerando el ritmo de los descubrimientos científicos.

Un nuevo ojo para mirar el universo
Desde Chile, el cielo también cambió. La puesta en marcha del Observatorio Vera Rubin, equipado con la mayor cámara digital jamás construida, fue celebrada como el inicio de “un nuevo tipo de astronomía”. Un telescopio diseñado no solo para observar, sino para registrar y comprender el universo en movimiento.
En física de partículas, el año trajo una aparente decepción que terminó siendo un triunfo: se confirmó que el muón no es más magnético de lo que predice el modelo estándar. El logro real fue que los teóricos pudieron calcular ese valor desde cero con una precisión inédita.
Arroz contra el calor
El listado se cierra con un avance silencioso pero crucial: un gen descubierto por investigadores chinos que protege al arroz del calor nocturno, responsable de reducir el rendimiento y la calidad del grano. Si se incorpora a variedades comerciales, podría convertirse en una herramienta clave para proteger las cosechas frente al cambio climático.
En conjunto, el balance de Science deja una idea clara: 2025 no resolvió todos los problemas del mundo, pero mostró que la ciencia —desde los paneles solares hasta el ADN, desde la inteligencia artificial hasta la agricultura— empezó a ofrecer respuestas reales, medibles y, por primera vez en mucho tiempo, esperanzadoras.
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Science has named the seemingly unstoppable growth of renewable energy worldwide as the 2025 Breakthrough of the Year.
— Science Magazine (@ScienceMagazine) December 18, 2025
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