
¿Comer zanahorias baby antes de dormir ayuda a conciliar el sueño?
Una tendencia asegura que comer zanahorias baby antes de dormir mejora el sueño, pero la ciencia matiza mucho esa afirmación
Una tendencia viral afirma que comer zanahorias baby antes de dormir ayuda a conciliar el sueño. El consejo se ha popularizado como un truco sencillo y natural, pero la evidencia científica no respalda la idea de que las zanahorias -ni ningún alimento por sí solo- funcionen como un somnífero.
Las zanahorias baby son un vegetal bajo en calorías que aporta fibra, carbohidratos, potasio, vitamina K y betacaroteno, que el organismo convierte en vitamina A, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Estos nutrientes cumplen funciones importantes para la salud general, pero ninguno está reconocido por las agencias sanitarias como inductor directo del sueño cuando se consume por la noche.
El origen de esta creencia está en una interpretación simplificada de la nutrición. Jessica Mack, experta en bienestar con sede en Nueva York, explica que la relación entre las zanahorias y el descanso es, en el mejor de los casos, indirecta. “La idea surge de los nutrientes que contienen y de cómo estos se relacionan con la regulación del sueño”, señala.
Según Mack, el betacaroteno -precursor de la vitamina A- participa en el mantenimiento del ritmo circadiano, mientras que el potasio contribuye a la relajación muscular y a la señalización del sistema nervioso.
Sin embargo, advierte que en redes sociales estas funciones biológicas suelen simplificarse en exceso y transformarse en mensajes como que comer zanahorias antes de dormir ayuda al cuerpo a “desacelerarse”, lo que ha impulsado la tendencia viral.
Lo que realmente dice la evidencia
Pese a estas afirmaciones, no existen pruebas científicas que demuestren que las zanahorias mejoren el sueño de forma directa. Especialistas en nutrición y sueño recuerdan que las comidas abundantes o pesadas cerca de la hora de dormir pueden interferir con el descanso al provocar malestar o indigestión. En algunos casos, los snacks ligeros pueden ser mejor tolerados, aunque la respuesta varía entre personas.
Algunos estudios sí han encontrado asociaciones entre una dieta rica en frutas y verduras, una mayor ingesta de fibra y una mejor calidad del sueño.
No obstante, estos resultados reflejan la calidad general de la alimentación y los hábitos a largo plazo, no el efecto inmediato de un alimento específico consumido antes de acostarse.
“Las zanahorias no son un somnífero, y no hay evidencia sólida de que comer zanahorias baby por sí solas haga que alguien se duerma más rápido”, aclara Mack. Cualquier posible beneficio, añade, es indirecto.
Consumidas como parte de una cena equilibrada, su fibra y carbohidratos naturales pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre durante la noche, lo que en algunas personas podría reducir interrupciones del sueño, aunque de forma sutil.
Otros alimentos han mostrado una relación más estrecha con el descanso, especialmente aquellos que contienen triptófano, magnesio o compuestos que favorecen la producción de melatonina, como el yogur, la leche, los frutos secos, las semillas, la avena, los plátanos, el kiwi, las cerezas y los cereales integrales.
Más allá del sueño, las zanahorias baby siguen siendo una opción saludable: aportan fibra, favorecen la digestión y pueden ayudar a reducir el consumo nocturno de alimentos ultraprocesados. Incluirlas por la noche no es perjudicial, pero no sustituye hábitos clave como una dieta equilibrada, horarios regulares y una buena higiene del sueño
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