
Chris Campbell: “No hay día aburrido en Ecuador”
El embajador británico culmina su misión diplomática. Habla sobre los logros, retos y su amor por la gastronomía nacional
Encebollado, motepillo, ceviche, empanadas de verde, caldo de patas: la travesía del embajador británico Chris Campbell por Ecuador bien podría contarse a través de los sabores que lo acompañaron durante cinco años. Desde su llegada en 2020, en plena pandemia, su manera de acercarse al país fue a través de la comida. Con entusiasmo y curiosidad, comenzó a compartir en su cuenta de X (antes Twitter) los platos que probaba y los lugares que visitaba, como una forma de tender puentes en medio del aislamiento.
“Cuando recién llegamos -con mi esposa Sharon- nos encontrábamos en medio de la pandemia y teníamos poco contacto con la gente”, recuerda. “Por eso decidí mostrar lo que iba descubriendo. La comida fue nuestra puerta de entrada al país”. Uno de los primeros destinos que fotografió fue Mindo, y con cada imagen sumaba comentarios, sugerencias y reacciones de ecuatorianos que lo guiaban por una ruta gastronómica nacional que no tardó en hacerse profunda.
Su entusiasmo fue tan genuino que pronto se volvió una figura querida en redes, una especie de ‘influencer’ diplomático que no dudaba en detenerse en las huecas de carretera ni en publicar platos servidos en mesas modestas, muchas veces acompañados por recomendaciones de los propios usuarios. “La comida que está a un costado de la carretera es la más fresca. Está hecha con ingredientes locales y por gente que sabe cómo prepararla”, comenta.
Cinco años después, con cientos de platos probados, dice que no podría elegir un favorito. Pero hay tres que se han quedado con él: el encebollado del mercado de Manta, el pez brujo de Galápagos y el locro de papa. Este último, señala con orgullo, fue una de las tres recetas del continente americano incluidas en un libro conmemorativo por el jubileo de la fallecida reina Isabel II. “No tengo un único plato favorito. Diría que mi favorito siempre es lo local, que es lo más fresco”, insiste.
Ahora, mientras se prepara para dejar el país y cerrar su carrera diplomática, asegura que esos sabores quedarán ligados para siempre a su memoria de Ecuador.

De la gastronomía al comercio
Pero su paso por Ecuador no se resume solo en sabores. Chris Campbell asegura que, además de conocer a fondo el país, pudo trabajar con determinación en los cuatro ejes que se trazó desde el inicio: contribuir al fortalecimiento de la seguridad, en especial frente al crimen organizado; fomentar el crecimiento de los acuerdos comerciales; ampliar los programas de conservación ambiental -con énfasis en la Amazonía y Galápagos-; y proteger a los ciudadanos británicos residentes en el país. Estos objetivos, dice, marcaron la hoja de ruta de una gestión que buscó siempre ser útil, concreta y cercana.
“Hemos logrado grandes avances en las relaciones bilaterales entre Ecuador y el Reino Unido. Se han concretado intercambios comerciales importantes, hemos reforzado el compromiso en materia de seguridad y también se ha incrementado la importación de productos clave, como los medicamentos que ayudan a reducir la circulación de medicinas falsificadas en Ecuador”, señala.
Añade que, en ese proceso, se han concretado acuerdos entre el país y empresas británicas, como es el caso de Hydro Industries, compañía especializada en el tratamiento de lixiviados (líquidos tóxicos que resultan de la descomposición de residuos), y que procesará 800 metros cúbicos diarios provenientes del relleno sanitario de El Inga, en Quito, contribuyendo significativamente a la reducción de la contaminación ambiental.

En cuanto al medio ambiente, el diplomático resalta que actualmente hay una inversión de 276 millones de dólares en proyectos de conservación y de recuperación marina. “Es un legado que va más allá de una gestión diplomática; es un compromiso compartido con el planeta”, apunta.
Ese crecimiento -alcanzado en medio de una etapa compleja de transformaciones económicas, políticas y sociales para el país- será, dice, el punto de partida para su sucesora, Libby Green, quien asumirá el cargo en septiembre.
“Ha tomado cinco años poner las piedras que hay ahora, y Libby deberá construir sobre ellas. Pero las bases están ahí, y se continuará impulsando esos cuatro puntos de desarrollo y fortaleciéndolos”, afirma.
Chris Campbell se despide de Ecuador con gratitud y afecto. Se lleva los paisajes -sobre todo los de Galápagos-, los sabores, las caminatas, los aprendizajes, pero más que nada la calidez de su gente. “¿Qué puedo decir? No hay día aburrido en Ecuador”, dice con una sonrisa.
Cara a cara
¿Cuál es su próximo destino?
Ecuador es mi último destino. Me jubilaré. De los cuarenta y tres años que llevo en el servicio diplomático, solo ocho los he pasado en mi país. Siento que es hora de reencontrarme con él y conocerlo a profundidad.
¿A qué dedica su tiempo libre?
A la fotografía. Seguiré tomando fotos después de jubilarme. Mi esposa ya tiene vista una cámara para regalarme en Navidad.
¿Qué lugar del Ecuador le recomendaría a un turista que quiere conocer el país?
Las Islas Galápagos. Hay sitios muy hermosos, como la Amazonía, pero las Galápagos son únicas en el mundo.
¿Qué siente que deja pendiente en la relación entre Reino Unido y Ecuador?
Hay avances, pero el balance comercial entre ambos países aún está muy a favor de Ecuador. Los productos ecuatorianos generan empleo en el Reino Unido y hay mercado para ellos, pero todavía nos falta crecer en importaciones.
¿Qué producto británico es el de mayor acogida en Ecuador?
Los autos, la maquinaria pesada… ¡y el whisky!
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