
Sandrine Blanchard: empresaria visionaria detrás del corazón del hogar
La empresaria lidera Ixina, una propuesta que transforma cocinas en espacios funcionales que invitan a crear memorias.
Cuando habla de diseño, lo hace con la pasión de quien ve belleza en los pequeños detalles. Francesa de nacimiento, guayaquileña por elección, Sandrine Blanchard ha construido desde Ixina un universo donde cada mueble cuenta una historia de estilo, sensibilidad y propósito. Con su visión del negocio se posiciona en el mundo inmobiliario con una mezcla única de intuición estética y visión empresarial, dejando una huella refinada en el mobiliario local.
De lo cotidiano a lo profesional
Su camino en el diseño comenzó de manera espontánea, casi por intuición. “Fue por azar y por el gusto de materializar los sueños”, cuenta Sandrine, recordando cómo todo nació mientras arreglaba sus propios espacios como ama de casa. Su vida en movimiento, marcada por constantes mudanzas entre países, la llevó a reinventar el concepto de hogar una y otra vez. Así, entre cajas, rutinas nuevas y paredes por habitar, fue descubriendo una habilidad natural para crear ambientes acogedores y llenos de personalidad.

Donde los recuerdos se crean
Para Sandrine, la cocina no solo es un espacio funcional, sino el lugar de unión y celebración de las familias. “La cocina tiene algo festivo, familiar. Me encanta esa sensación de crear un espacio donde las personas se reencuentran y crean recuerdos para toda la vida”, dice con convicción. Esa visión personal la llevó, desde junio de 2024, a asumir el liderazgo de Ixina, una firma que une tres pasiones esenciales para ella: el gusto por la mesa, el arte de vivir bien y la estética como forma de expresión. Desde entonces, lleva la batuta con una combinación admirable de sensibilidad creativa, responsabilidad y puntualidad, cualidades que quienes trabajan con ella reconocen y valoran profundamente.
Pero ella no se enfoca solo en el diseño y elaboración de mobiliario. Representa la combinación perfecta entre lo técnico y lo creativo, lo que le permite moverse con soltura desde la belleza de un render hasta la rudeza del cemento. “Un día puedo estar desarrollando conceptos muy innovadores y, al siguiente, usar botas y casco en obra, entre polvo y tuercas… y eso me gusta”, afirma con una sonrisa. Esa versatilidad es precisamente lo que la apasiona: transformar ideas en lugares reales donde se construyen historias.
Hasta el momento, ha gestionado más de 100 proyectos, tanto en casas o departamentos particulares como en desarrollos inmobiliarios de alto nivel. En cada uno busca ese equilibrio entre utilidad y calidez que convierte un espacio en hogar. “Hoy, más que nunca desde la pandemia, las personas valoran su casa. Invierten más, cuidan más y saben exactamente dónde poner atención. La cocina, por ejemplo, se ha convertido en un elemento central en cualquier proyecto, cosa que antes no pasaba tanto”. No hay duda: Sandrine no solo diseña muebles, diseña experiencias de vida.

Así es diseñar la cocina perfecta
Una cocina bien diseñada no empieza por la estética, sino por la practicidad. “Si se ve bonita pero no es funcional, puede convertirse en una pesadilla”, afirma Sandrine. Por eso, el primer paso es siempre garantizar que cada elemento esté en su lugar por una razón. Luego viene el diseño visual, que debe encajar con naturalidad y armonía con lo funcional. “El equilibrio entre ambos aspectos es lo que realmente transforma una cocina en un espacio placentero y práctico a la vez”.
El tercer pilar (y no menos importante) es el diálogo con el cliente. “Hay un intercambio de ideas muy rico, donde escuchamos lo que desean y lo ajustamos con la experiencia que ya tenemos”, explica. En cuanto al tiempo de ejecución, todo sigue un proceso detallado y bien estructurado.
Cada cocina toma, como mínimo, cuatro meses: uno dedicado al diseño intensivo en colaboración con el cliente, y tres más para la fabricación en Alemania y posterior importación. “Aquí no se construye ni se fabrica nada. Todo llega listo, por eso la instalación es muy rápida: parece un juego de legos”, comenta entre risas.
Sí al liderazgo femenino
Uno de los aspectos que más disfruta Sandrine en su día a día es aportar al crecimiento de la presencia femenina en el mundo del diseño y la construcción. “He tenido la suerte de trabajar con grandes arquitectas guayaquileñas. Ahora es impresionante ver que, en una reunión de obra, la mitad de los ingenieros presentes que lideran los proyectos son mujeres”, cuenta con entusiasmo. Para ella, la inclusión de género en este ámbito no solo representa un cambio de paradigma, sino una evolución positiva en la manera en que se gestionan los espacios y los equipos. “El trato, la organización… todo es diferente. Y eso se refleja también en la obra misma”.
En su equipo directo, Sandrine trabaja junto a tres profesionales que desempeñan roles clave dentro de Ixina. Una de ellas dirige el área de operaciones, coordinando la conexión entre diseño e instalación, mientras que otras dos colaboran en la planificación y desarrollo de los proyectos. A su lado, también tiene un grupo base de cinco instaladores y equipos temporales que se ajustan según la escala y complejidad de cada obra. “Un proyecto no es solo diseño. Tiene capas estéticas, funcionales, financieras y comerciales. Por eso es fundamental tener un equipo sólido y diverso”, afirma.
Y aunque aún no ha tenido la oportunidad de sumar una mujer al equipo de instalación, no oculta sus ganas de hacerlo. “Si mañana se presenta una instaladora, la contrataría con gusto. Me encantaría que forme parte del equipo y del desarrollo de los proyectos. Estoy convencida de que la diversidad enriquece, y que el talento no tiene género”.

Armonía en cada rincón
Este año, Sandrine continúa liderando grandes proyectos no solo en Guayaquil y Samborondón, sino también en otras ciudades del país como Cuenca, expandiendo su visión de diseño integral a nuevos espacios y familias.
Y aunque Ixina nació con el enfoque en cocinas modulares, su mirada va mucho más allá. Hoy, la firma también equipa espacios como salas, baños, dormitorios y clósets, con el objetivo de crear ambientes donde cada elemento conversa en armonía. “Ya hemos empezado a trabajar en departamentos completos, donde la cocina abierta se une con el área social, y desde ahí desarrollamos una misma sintonía de estilo, color y temperatura de luz en todo el espacio. Eso es lo que me apasiona: lograr que todo fluya con coherencia y belleza”, afirma.

Sus tips claves para la cocina perfecta
Para que una cocina funcione con armonía y practicidad, Sandrine recomienda:
- Tener cajones: Siempre hay más cosas por ordenar de lo que uno imagina: cucharas, individuales, utensilios… mientras más espacio de almacenamiento, mejor.
- Aprovechar cada rincón: Diseñar muebles hasta el tumbado permite crear bodegas útiles para guardar todo lo que se usa en ocasiones especiales, sin saturar los espacios visibles.
- Elegir los electrodomésticos adecuados: Equivocarse tiene repercusión a largo plazo. Por ejemplo, una campana con poca potencia para la cocina instalada puede afectar la experiencia diaria de uso.
Errores que es mejor evitar
Según la experiencia de Sandrine, hay detalles que suelen pasarse por alto y que, con el tiempo, pueden afectar la funcionalidad del espacio. Uno de los más comunes es dejar la iluminación para el final. “Después de una jornada de trabajo, la cocina suele ser el lugar de encuentro familiar, y debe estar bien iluminada”, comenta. Otro error común es pintar las paredes, ya que se trata de un ambiente que se ensucia con facilidad; lo recomendable es usar cerámica o paneles lavables que además de prácticos, permiten mantener la limpieza sin dificultad.
Dato clave
Aunque las cocinas negras y en tonos claros han sido tendencia en los últimos años, hoy el verde (combinado con madera) se posiciona como el color protagonista.
Créditos. Producción y fotografía: Vanessa Tapia. Maquillaje y Peinado: Emi Valero (@emivmakeup). Locación: Ixina (@ixina.guayaquil). Decoración: Diorvett (@diorvett).
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