
Tras dos años, hay más cuestionamientos que logros en la gestión de Daniel Noboa
Expertos observan que en la administración de ADN hay más improvisaciones y desconexión con la ciudadanía
Dos años han pasado. El 23 de noviembre de 2023, Daniel Noboa Azín por primera vez asumió la Presidencia de Ecuador; esto luego de que Guillermo Lasso, entonces primer mandatario, invocara a la muerte cruzada y con ello llamara al país a elecciones anticipadas tanto para su cargo, como para los integrantes de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, cómo se evaluaría su gestión en la administración del Ecuador. ¿Hay deudas? ¿Cuáles son sus logros? ¿Cuál es el posicionamiento de la balanza política?
Para expertos en política que conversaron con EXPRESO, el jefe de Estado no tiene una balanza equilibrada. Hay más cuestionamientos que hitos.
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¿Qué acciones podría destacarse de su gestión?
El principal acierto del Gobierno ecuatoriano, a criterio de Pablo Játiva, abogado, especialista en Política Internacional y catedrático de la Universidad Internacional del Ecuador, es la capacidad que ha demostrado para manejar las relaciones internacionales. Pero no solo con Estados Unidos, sino también con China, al mismo tiempo. “Se reúne con Xi Jinping (presidente de China), en Beijing y dos semanas después recibe a Marco Rubio en Ecuador”.
Ese recuentro con su socio comercial, Estados Unidos, dice el analista político y electoral Alfredo Espinosa, ha generado una relación más estrecha, pero que todavía no arroja beneficios, más allá de los arancelarios. Por lo que cree que “habrá que verlos con el tiempo”.
A eso, Játiva le suma la buena relación con el Fondo Monetario Internacional. Lo que ha permitido, indica que el país “sea sujeto de créditos en un momento en el que estamos en una situación fiscal asfixiante”; lo que a su juicio ha significado “un oxígeno muy valioso para el Ecuador”.
Por su parte, Andrés Lozano, politólogo y director ejecutivo de la Fundación Gobernanza Participativa, también resalta el manejo de la gestión económica, ya que recibió un “país quebrado, que era más preocupante de lo usual”. Para él, la receta que ha aplicado ha permitido que Ecuador reduzca el indicador del riesgo país, a pesar de que eso no esté relacionado con la recuperación de la economía.
Por otro lado, el experto resalta el cambio de paradigma político en torno al bipartidismo: Revolución Ciudadana (RC) y Acción Democrática Nacional (ADN). Sobre todo, que este último haya podido contener en una sola organización a quienes no se consideren correístas.
Adicional a esto, Espinosa agrega las capturas de algunos cabecillas de los grupos de delincuencia organizada de la Costa. Lo que tampoco significaría un logro en materia de seguridad, sostiene el analista.
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¿Qué se le cuestiona a Noboa?
Para Espinosa, la gran deuda del presidente ecuatoriano es en materia de seguridad, debido a que el país sigue siendo el más violento de la región. Eso, a pesar, de que a la ciudadanía se le planteó la ejecución del Plan Fénix, pero “que no lo aterrizó”, afirma Játiva; así como el aumento de tres puntos al impuesto al valor agregado (IVA).
Pero todo esto radicaría, argumenta el catedrático Játiva, en que el Gobierno carece de un horizonte político. Además, de que está desconectado con la ciudadanía y el país.
No solo eso, sino que estaría replicando todo lo que criticó a los correístas en los debates presidenciales, menciona Espinosa, entre ellos el discurso maniqueo, porque a quienes lo critican, los etiqueta de correístas, malos, violentos, narcos y delincuentes. Eso, unido a su permanente estado de propaganda.
Justamente eso, indica Lozano, ha sido malo. Eso lo ha desvalorizado y, a su vez, ha repercutido en los resultados del Referéndum y Consulta Popular 2025. Por lo que ahora tiene el reto de dejar de pensar en elecciones y de ejecutar su visión de país, porque de acuerdo con los resultados de su gestión será el apoyo ciudadano en las elecciones seccionales de febrero de 2027, ya que el voto estará relacionado con la capacidad de gestión de Noboa que con la idea abstracta de país.
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¿Qué debería hacer el presidente?
Por lo que tendrá que subsanar varias áreas, entre ellas la de educación, seguridad y salud; pero sobre todo la última, considera Játiva, porque es la más sensible, ya que no hay medicina y también hay falta recursos humanos. Por lo que los expertos concuerdan que debe trabajar en políticas públicas.
Para ello, puntualizan que Noboa debe rendir cuentas al país y no solo a EE. UU. Esto último se especula, señala Espinosa, debido al silencio que ha instaurado en torno a su actuar. No solo eso, sino que tiene que dejar de improvisar, subraya Játiva, al nombrar titulares de las diferentes carteras de Estado sin experiencia en la materia, como en la administración pública.
Espinosa indica que él también debe dejar de respaldar a ministros que no le aportan y, a su vez, de crear enemigos internos. Además, de que inste a sus ministros a ejecutar el presupuesto y generen obras públicas, sentencia Játiva. Y, agrega Lozano, que se fortalezca el “pequeño repunte” en obras de viabilidad, como se está observando en Santa Elena y en los estudios de prefactibilidad de obras públicas.
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