
Los habitantes de Tumbaco definen prioridades para el 2026
Los líderes barriales expusieron las necesidades que tiene su sector. Las asambleas son previas para definir el presupuesto
Un total de 80 vecinos, entre asambleístas ciudadanos y moradores de las ocho parroquias que conforman el territorio de Tumbaco, asistieron a la Asamblea donde establecieron los gastos para el Presupuesto Participativo 2026.
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La jornada se llevó a cabo en la Casa Somos de Tumbaco y marcó un paso para la definición de las prioridades de inversión en esta zona, en el marco del Plan Metropolitano de Ordenamiento Territorial.
Julio Valdivieso, administrador zonal de Tumbaco, explicó que este proceso de consulta ciudadana es un requisito previo para la elaboración de los presupuestos anuales.
“Antes de definir los recursos que cada territorio recibirá el próximo año, es necesario escuchar a la ciudadanía para conocer cuáles son sus verdaderas prioridades,” señaló. Este mecanismo, añadió, fortalece la gestión pública y promueve la distribución de los recursos municipales.
Los asambleístas ciudadanos, electos directamente por sus barrios, desempeñan un papel crucial en esta dinámica. Su labor consiste en alinearse con los ejes establecidos por el Plan Metropolitano: ciudad, participación y ambiente.
Cada uno de estos contiene áreas específicas para orientar el gasto público. El eje “Ciudad” está vinculado al desarrollo territorial, la infraestructura y obra pública; el aspecto “Personas” apunta a la inclusión social y el fortalecimiento de actividades productivas; mientras que “Participación” se centra en la gobernabilidad y la transparencia de la administración.
Así establecen las inversiones que se requieren
Durante la asamblea, se sometió a consulta una matriz que incluye distintos objetivos para que los vecinos determinen en qué aspectos consideran prioritario invertir. Esta metodología es aplicada uniformemente en las 10 administraciones zonales del Distrito Metropolitano, desde Quitumbe hasta el Chocó Andino y busca una participación equitativa de los líderes barriales en todo Quito.
En el caso de Tumbaco, la asamblea con los 80 participantes representa la primera fase de las unidades básicas de participación. Durante la reunión, se formaron mesas de trabajo donde cada representante barrial expuso las necesidades de su sector.
Rumbo al presupuesto de 2026
Posteriormente, se realizará un segundo encuentro con 12 asambleístas designados por parroquias y dos representantes de las comunas, quienes consolidarán las prioridades de inversión para todo el territorio. Finalmente, los resultados serán presentados en una asamblea metropolitana en la capital y luego llevados al Concejo Metropolitano para su conocimiento y aprobación del presupuesto 2026.
Sixto Sotaminga, asambleísta ciudadano y representante de la parroquia de Checa, destacó la importancia de estas asambleas para que el Municipio conozca las necesidades reales de cada parroquia.
“Este es el espacio adecuado para ser protagonistas y explicar en qué queremos que se destinen los fondos,” afirmó. En el caso específico de Checa, Sotaminga solicitó destinar recursos a espacios recreativos dirigidos a jóvenes y niños.
“Aunque la tecnología está muy presente, no se ofrecen alternativas extracurriculares que motiven a los jóvenes,” explicó. Propuso impulsar actividades deportivas y culturales que canalicen positivamente el tiempo libre y promuevan la inclusión social.
Además, considera que es primordial generar espacios que fomenten el empleo, sobre todo para jóvenes adultos, dado que en los últimos años se ha registrado un crecimiento del desempleo en la zona. “No podemos depender únicamente de los emprendimientos como solución,” manifestó.
Por su parte, Jaime Crow, representante de la parroquia de Pifo, resaltó que la planificación del gasto debe estar enfocada en la organización territorial.
“Estas asambleas son un intento de participación ciudadana, pero muchas veces cuando se planifica, al último le preguntan al ciudadano”, criticó. Crow advirtió que Pifo es una zona en crecimiento y desarrollo desordenado, donde primero se realizan urbanizaciones y después se solicitan obras.
“Por eso necesitamos planificar para integrar todos los terrenos en un proyecto coherente”, señaló. Añadió que en la reunión se discutió cómo avanzar hacia una planificación objetiva que permita cambiar los esquemas actuales.
“Si no tenemos claro cómo planificar, no tenemos nada, porque los recursos son escasos,” concluyó Crow antes de mencionar que los presupuestos deben destinarse a planes de desarrollo ordenado y sostenible.
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