A casi cuatro años de la pandemia, el sector cultural aún presenta estragos para levantar cabeza. Si bien el índice de eventos culturales que se desarrollan en Quito se recuperó en 2023, y se retomaron los incentivos estatales para fondos y residencias, los artistas capitalinos aseguran que continuar con la gestión cultural es un trabajo comunitario que se lleva a cabo a través del apoyo mutuo.

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Facilidades de acceso a espacios de presentación, fusiones entre propuestas y colectivos, y difusión colectiva son algunos de las iniciativas vitales para continuar subsistiendo. Lo que estos tienen claro es que el show debe continuar, y que para ello es necesario abrirse a las comunidades que los rodean.

EXPRESIONES consultó a tres reconocidas gestoras, dramaturgas y galeristas capitalinas, Gabriela Ponce, de la Fundación Teatro Nacional Sucre; Juana Guarderas, del Teatro Patio de Comedias; y Gabriela Moyano, de Más Arte, sobre sus proyectos para 2024 en los espacios que lideran.

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• GABRIELA PONCE

La dramaturga y escritora quiteña asumió recientemente la dirección artística de la Fundación Teatro Nacional Sucre, entidad que, a través de convenios institucionales con el cabildo, maneja el Teatro Sucre, el Teatro Variedades Ernesto Albán, el Teatro México y el centro cultural Mamá Cuchara.

Para ella, el 2024 inicia con una propuesta destinada a fortalecer la oferta de artes escénicas de la ciudad. “Este es un gran desafío para mí, porque la fundación maneja cuatro espacios emblemáticos para la circulación de arte en la ciudad. Estos espacios históricamente se han convertido en sedes para los elencos musicales de la fundación y para dos festivales de música importantísimos para la ciudad. Sin embargo, el festival de artes escénicas no ha podido consolidarse del todo, hay que fortalecerlo a través de los mecanismos de programación”, comenta.

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Esto, añade, se aplicará en todos los teatros, pero especialmente en el Teatro México, donde el gran reto es sumar a la comunidad a la propuesta.

Pese a ser el único teatro del sur de la capital y estar ubicado en el histórico barrio de Chimbacalle, los vecinos no se han apropiado del espacio y no suelen acudir con regularidad a la programación que ahí se realiza. Este, principalmente, se concentra en la música.

“Tengo una idea que me ha estado rondando mucho, y es la de generar un espacio de formación para nuevos creadores escénicos y que el Teatro México se vuelva su sede. La idea en este 2024 es lanzar un proyecto piloto de una escuela de verano para nuevos creadores escénicos, atendiendo a una falta de espacios de formación para jóvenes. La idea es que, a través de este proceso, el México se relacione con su comunidad”.

Añade que, entre las propuestas para mejorar la acogida en las artes escénicas también se continuará trabajando con el proceso de residencias.

“El fomento es crucial. Las residencias que se generaron en la administración pasada son muy buenas y la idea es seguir con ellas, fortalecerlas. Me interesa mucho lanzar una residencia de dramaturgia, un elemento dentro de las artes escénicas que ha sido muy poco visibilizado y atendido dentro de nuestro contexto”, dice Ponce.

• JUANA GUARDERAS

“Los gestores culturales siempre nos hemos apoyado entre nosotros para salir adelante. Durante décadas fue así, porque con el Estado no se podía contar y el Ministerio de Cultura no fue una realidad durante décadas”, reflexiona Juana Guarderas, propietaria del emblemático Teatro Patio de Comedias.

La actriz quiteña heredó el teatro de sus padres. Continuó con su exitoso funcionamiento hasta 2020, cuando la pandemia trastocó radicalmente las realidades del espacio.

“La pandemia golpeó casi mortalmente a un sector que ya estaba precarizado y que no se ha podido recuperar por completo. No fuimos los únicos. Hasta antes de la pandemia, teníamos dos espacios, el teatro y la Creperola del Teatro, y diez funciones semanales. Ahora tenemos cuatro. Estamos hablando de que han pasado casi cuatro años”, asegura.

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Para ella, trabajar por un mejor 2024 es continuar resistiendo y ofreciendo el espacio a los dramaturgos y actores que presentan sus propuestas mensualmente.

Añade que a la situación actual es necesario adaptarse, y eso implica elaborar temporadas más cortas para las obras, pero seguir.

“Hay que reconocer que la situación de las artes escénicas es compleja, pero hay cosas positivas, porque sí se ha valorizado, tras la pandemia, en lo presencial. Quizás el público no es el mismo que antes, pero el teatro no puede morir porque es un rito indispensable”, señala.

• GABRIELA MOYANO

En 2024, la galería Más Arte, icónico espacio de la capital, cumple su décimo aniversario. Para Gabriela Moyano, su propietaria, llegar a este hito es un momento para la reflexión y el festejo.

Ella empezó su labor por casualidad, cuando estaba por graduarse de la Universidad San Francisco de Quito y no hallaba una galería dónde exhibir su trabajo final, un requisito para culminar la carrera.

Mantuvo ese primer lugar como taller y sitio de exposiciones para otros estudiantes en su misma situación. Eventualmente, se fue transformando en una galería. “Todo fluyó. Nunca hubo una planificación, porque yo misma no tenía ni idea de por dónde empezar, especialmente en lo administrativo. Todo lo construí y aprendí sobre la marcha”, recuerda.

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A mediados de año, se publicará un gran catálogo donde se reúnen todas las muestras que se han llevado a cabo en el espacio. Regresar sobre la historia de Más Arte ha sido un proceso emotivo. Moyano ha podido recordar los inicios y los avances, entre ellos la participación en las principales ferias de la región con una serie de obras de artistas nacionales y el intercambio de exposiciones con otras galerías latinoamericanas.

“Me siento muy orgullosa del trabajo que hemos hecho y de cómo hemos difundido a los artistas nacionales. Tenemos más puntos en común que diferencias con otros espacios en el continente. Pero ha sido un trabajo arduo, difícil y muy precarizante, porque en nuestro país el coleccionismo es aún bastante escaso”, asegura.

Una muestra en México, Montreal y Cuenca desde la curaduría de Más Arte son algunos de los planes para este año, donde la internacionalización es clave.

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