
Jornadas de Derecho y Tecnología en la UEES ponen a la IA en el centro del debate
II Jornadas Latinoamericanas de Derecho y Tecnología reúnen a más de cien expertos para discutir cómo regular y aplicar la IA
La inteligencia artificial ha dejado de ser un tema exclusivo de ingenieros o programadores para convertirse en un fenómeno transversal que impacta al derecho, la medicina y la educación, planteando dilemas urgentes sobre ética, responsabilidad y regulación.
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Bajo esa premisa, la Universidad Espíritu Santo (UEES) es sede de las II Jornadas Latinoamericanas de Derecho y Tecnología, un encuentro internacional que cuenta con la participación de más de un centenar de expertos de América Latina y Europa. Durante dos días, académicos, juristas, médicos y educadores analizan cómo la IA está transformando la vida social y qué marcos éticos y normativos son necesarios para que su desarrollo no sacrifique derechos fundamentales ni el bienestar humano.
Isidro Fierro, rector de la UEES, subrayó la importancia de que la academia asuma un papel activo frente a estos desafíos. Recordó que la inteligencia artificial ya no es un fenómeno lejano, sino una realidad que permea todos los ámbitos.
Por eso, insistió en la necesidad de formar líderes con visión transversal, capaces de enlazar derecho, ética, ciencia y tecnología. En esa misma línea, Pablo Alarcón Peña, director de la Escuela de Posgrado en Derecho, explicó a EXPRESO que de más de 300 propuestas recibidas se seleccionaron cien ponencias, con el objetivo de articular un diálogo interdisciplinario que involucre a académicos, jueces, autoridades estatales, diplomáticos, estudiantes y ciudadanía.
La interdisciplinariedad de la IA: Leyes, educación y salud
La legalidad ha marcado uno de los ejes más relevantes de las jornadas. El superintendente de Protección de Datos, Fabrizio Peralta, junto con magistrados de la Corte Nacional de Justicia, expusieron sobre la urgencia de fortalecer marcos normativos que aseguren seguridad jurídica en un país con una crisis judicial persistente.
“La propuesta es que los insumos del encuentro no se queden en las aulas, sino que se sistematicen y se entreguen como recomendaciones concretas a la Asamblea Nacional, en el marco del debate sobre una futura ley de inteligencia artificial en Ecuador”, señaló Alarcón.

La dimensión educativa también se proyectó como un punto clave. El investigador colombiano Carlos Sarasa planteó que la enseñanza del derecho debe repensarse en tiempos de algoritmos y redes inteligentes. Señaló que los juristas del futuro requerirán competencias vinculadas a la ética digital y a la comprensión de la IA no como un simple recurso, sino como una realidad transversal que acompañará su ejercicio profesional. “Lo que se busca es una inteligencia aumentada: la capacidad de potenciar la inteligencia humana con la artificial sin perder de vista la dimensión ética”, explicó.
En salud, la magistrada cuencana Ivana Peña presentó un análisis sobre la aplicación de IA en medicina, donde ya existen avances en mamografías y medicina genómica para diagnósticos oncológicos. Sin embargo, advirtió que Ecuador carece de un marco ético y jurídico robusto que regule su uso, lo que abre dilemas complejos. “La inteligencia artificial en salud es una promesa tecnológica, pero también un imperativo ético-jurídico que debemos abordar cuanto antes”, afirmó.
La protecciónd de datos en la región
El encuentro también ha puesto sobre la mesa la necesidad de defender la soberanía digital en una región que consume más de lo que produce en materia de IA. Silvana Fortich, del Externado de Colombia, resaltó que países como Ecuador y Colombia deben unirse para proteger sus datos y sus ciudadanos frente a un escenario global dominado por grandes desarrolladores. “Somos más consumidores que productores de inteligencia artificial, y debemos defender nuestros derechos como región”, aseguró.
Con un enfoque interdisciplinario que cruza legalidad, educación y salud, las jornadas de la UEES reafirman que el debate sobre inteligencia artificial no puede quedarse en manos de una sola disciplina: su futuro dependerá de la convergencia de saberes y de la capacidad de la región para construir respuestas éticas y responsables.