
El parque Forestal intenta florecer, a pesar de su entorno inseguro
Este tradicional parque de Guayaquil recupera su dinamismo; sin embargo, en sus alrededores se reportan delitos constantes
Luis Manobanda llegó al parque Forestal, en el sur de Guayaquil, a las 14:30 del domingo. Tomaba de la mano a sus dos pequeñas hijas y entró por la puerta ubicada en la intersección de la avenida Quito y Bolivia. El clima era fresco: el sol se mantenía oculto tras un cielo nublado y una brisa ligera aliviaba el calor de la tarde.
Lo primero que hicieron fue detenerse en un stand de ropa de una feria que se instaló ese día en uno de los parqueaderos. El padre de familia revisó un par de camisetas y les preguntó a sus hijas si les gustaban. Ellas asintieron con sonrisas.
Luego de realizar la transacción, avanzaron a otra área del parque. Junto a ellos, otros ciudadanos entraban y salían, usaban patines, bicicletas, compraban dulces y snacks.
“Tengo un nuevo horario en mi trabajo y eso me permite salir todos los domingos con mis hijas. Estamos cerca, entonces vinimos al Forestal. Les prometí que nos íbamos a subir en los botes”, expresó Manobanda.
El dinamismo del parque Forestal estaba a tope. En el lago artificial, al menos cinco botes eran utilizados por usuarios; mientras a un costado, niños les daban de comer a las tortugas. Los helados de paila eran degustados con entusiasmo por los visitantes.
Otros ciudadanos paseaban a sus mascotas, mientras una banda de guerra juvenil ensayaba varias canciones en un área verde contigua a la calle El Oro.
Era ver de vuelta una vida de barrio que, de a poco, ha ido desapareciendo en Guayaquil, como lo han asegurado a EXPRESO urbanistas e historiadores.
“El Forestal es un emblema del sur, un parque tradicional de Guayaquil. Las familias vienen a reunirse, a disfrutar de un momento ameno acá los fines de semana, tomarse un heladito, desconectarse por un momento. Hoy está como lo queremos, como debería ser un parque”, dijo Isaías Vanegas, adulto mayor que reposaba en uno de los asientos cubiertos en este espacio.
Pese a esto, en el parque también se evidencian situaciones por mejorar, como daños en los adoquines, o casos de visitantes que alimentan con productos inadecuados a los animales del lugar.
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La inseguridad asfixia a quienes viven en los alrededores del parque Forestal
Pero la otra cara de la moneda se evidencia en las zonas cercanas al parque. La calle Guaranda ha sido escenario de reiterados hechos delictivos durante las últimas semanas.
Andrea (nombre protegido) vive en ese sector y contó que sujetos en moto han asaltado a vecinos que salen temprano de sus viviendas.
“Lo golpearon a un vecino, lo hirieron por robarle, estuvo ensangrentado. Eran unos tipos en moto. Este problema de los asaltos tiene años. Luego pasan patrullando los policías, pero no con frecuencia, y no ha sido suficiente. Urge que este tema sea abordado. De lo contrario, habrá temor, y mucho, para ir al Forestal, y la idea no es abandonarlo sino llenarlo”, narró la ciudadana.
Contó que incluso hubo un intento de secuestro hace varios días. Los delincuentes, según dijo, recorren la zona en un taxi para acechar a las víctimas. “Estamos atemorizados, con miedo de salir de casa. Para ir a la tienda uno mira a todos lados”, admitió Andrea.
En la calle Guaranda hay al menos cuatro cámaras de videovigilancia. Un equipo de este Diario constató que esos dispositivos están desplegados a lo largo de un tramo entre las calles Venezuela y El Oro.
Otro vecino lamentó que, pese a la presencia de cámaras, estas no disuaden a los delincuentes. Y pidió a las autoridades redoblar esfuerzos para ubicar y atrapar a los responsables de los robos en la zona.
En ese sector, un pedido que lleva años sin ser escuchado es la reapertura del antiguo Puesto de Atención Inmediata (PAI) ubicado en el parque Forestal, que permanece sin funcionar.
“Ahora, como el Municipio está rehabilitando los PAI, sería bueno que vengan y abran de nuevo el del Forestal, porque esta zona siempre ha sido peligrosa. En el día o en la noche, los robos se ven a cualquier hora”, lamentó Julio Arias, quien vive en el barrio del Seguro. Asimismo, la oscuridad en los alrededores del parque es uno de los problemas que aquejan a los visitantes.

La recuperación del parque Forestal es positiva para el sur de Guayaquil
Para el arquitecto Marcelo Guzmán, la recuperación del parque Forestal es un hecho positivo para la ciudad, sobre todo para el sur, una zona en la que hace falta este tipo de espacios de esparcimiento para sus habitantes. No obstante, es vital reducir los delitos en su entorno.
“El sur es de esas pocas zonas en Guayaquil donde la denominada vida de barrio aún persiste. En los alrededores del Forestal se debería seguir integrando a la comunidad con actividades en el parque, pero las autoridades deben implementar un marco seguro para ello”, manifestó el profesional.
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