Fachadas verdes en Guayaquil
En el sector de Lomas de Urdesa se observan fachadas con vegetación, pero no es un panorama común en Guayaquil.FLOR LAYEDRA TORRES

Con fachadas 'verdes' en Guayaquil se busca dar vida entre el cemento

Vecinos y empresas promueven puntos verdes. Ordenanza del 2019 ofrece incentivos, pero la iniciativa aún no se masifica

En medio de tanto cemento, ciertos puntos urbanos de Guayaquil se pintan de verde. Pocas son las personas que han decidido que las fachadas de sus viviendas sean compartidas con la naturaleza; sin embargo, para ellos, esta ha sido la mejor decisión, se sienten más plenos.

Al rodar por el norte de la urbe, es muy característico ver casas de dos o tres pisos. Todas de diversos colores. Pero en Guayacanes, la ‘Casa de Tarzán’ o ‘La Casa de la Selva’ difiere de otras. Un día, cuenta la exasambleísta Gina Godoy, entre risas, sus hermanos le comentaron que a la vivienda los vecinos la llamaban así.

A finales de 1999, Godoy se mudó a su actual casa y decidió que la fachada de su vivienda no sea enlucida, sino que hizo que plantaran tres pequeñas hiedras y estas, hasta hace unos años, cubrieron los tres pisos. Ahora solo están en el portón, ya que dejaron de crecer.

Gina Godoy tiene una fachada verde
Gina Godoy cuida de las plantas en la fachada de su vivienda, conocida por sus vecinos como la 'Casa de Tarzán' o la 'Casa de la selva'.FLOR LAYEDRA TORRES

Al recorrer Urdesa, en los diferentes sectores de esta ciudadela, ubicada en el norte de la ciudad, varias casas también han optado por tener plantas en sus fachadas

En Lomas de Urdesa, sobre la parte frontal del cerramiento de una vivienda, una veraniega resalta en la pared. Más adelante, bajando la loma, un cerramiento de fierro está revestido de plantas. Allí se observa cómo la luz del sol cae y enciende el brillo de las hojas.

Fachada de El Portón en Lomas de Urdesa
La vegetación destaca en el acceso a la ciudadela El Portón, en Lomas de Urdesa.FLOR LAYEDRA TORRES

Más al norte, en Los Ceibos, un jardín vertical grande se roba las miradas de quienes transitan por el sector. Las torres 100 Olivos Parc llama la atención de muchos. 

Fachada verde de las torres 100 Olivos Parc
El jardín vertical en la fachada de las torres 100 Olivos Parc, en Los Ceibos.FLOR LAYEDRA TORRES

Xavier Terreros es el administrador y cuenta que de esta forma se resolvió incluir la naturaleza en el proyecto inmobiliario, ya que “el estar rodeado de vegetación genera comodidad y sube el ánimo a las personas que viven por aquí”.

Aunque varios jardines verticales tienen plantas introducidas, Orellana afirma que se podría también hacerlos con plantas nativas

El mantenimiento debe ser semanal porque de igual manera crece el monte, comenta; pero requiere de un sistema de riego. 

Terreros cuenta que los propietarios de los 112 departamentos y 60 oficinas invierten 900 dólares mensuales en el mantenimiento. 

“De esta forma, aportamos al medio ambiente”, destaca.

Por su parte, Godoy comenta que cada 15 días, sus hermanos podan sus hiedras. Para ella, esta es una forma de embellecer el espacio urbano.

Sin embargo, este no es el panorama que se vive en gran parte de la ciudad, donde las fachadas de cemento o de vidrio son la constante. 

Desde arriba, las terrazas suelen ser espacios vacíos, muchas veces convertidos en bodegas.

Ordenanza de fachadas 'verdes' en Guayaquil requiere promoción

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Para motivar a que la ciudadanía dé vida a la imagen de sus edificaciones, el Municipio de Guayaquil aprobó, en mayo del 2019, la Ordenanza que crea un régimen especial e incentivos para las construcciones que se acojan al concepto de edificación sostenible, tanto en proyectos nuevos así como en aumentos o remodelaciones.

Uno de los objetivos de la normativa es “promocionar la edificación verde para lograr mejoras en la calidad del aire, mejores condiciones de vida, reduciendo la contaminación y el nivel de emisiones que afecten al medio ambiente”.

Esto ha sido aprovechado por el hotel Double Tree, antes conocido como River Garden, ubicado en Malecón e Imbabura.

En su fachada hay calateas, arecas, ginger, cordelines rojos y jazmín café, a lo largo de unos 300 metros lineales de jardines.

Fachada verde del hotel Double Tree
La fachada del hotel Double Tree, ubicado en el centro de Guayaquil, luce con diversidad de plantas, al igual que en su terraza.CARLOS KLINGER

“Nuestro objetivo de mantener este tipo de jardines verticales es disminuir nuestra huella de carbono, porque recordemos que, por muy mínimo que sea, con el uso que demos a nuestros equipos, igual vamos a generarla. Entonces, lo que queremos es mantener ese equilibrio entre no contaminar y darle un espacio agradable a la persona, que se sienta acogida, que se sienta como en su hogar”, dice Christian Crawford, jefe de mantenimiento.

Él destaca que les han favorecido los beneficios tributarios de la Ordenanza, por ejemplo, disminución del 50 % de los valores que corresponde pagar como sujetos pasivos de los tributos establecidos en el Cootad, por diez años improrrogables.

En vista de los costos que pueden representar generar fachadas ‘verdes’, él recomienda empezar por pisos o adornando los balcones.

EXPRESO consultó al Cabildo sobre la aplicación de la Ordenanza, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta nota.

Terraza verde en la matriz de Banco Bolivariano
En la terraza de una entidad bancaria, en el centro de Guayaquil, se adecuó el espacio con vegetación para reuniones y recreación del personal.CARLOS KLINGER

Sin embargo, basta ver el panorama urbano para darse cuenta de que las fachadas con vegetación no son tan masivas como se esperaría.

Así lo considera Adolfo Ruiz, residente de Urdesa. “Son disposiciones seguramente bien intencionadas pero que ni las mismas autoridades las cumplen. Se talan los árboles de los parques indiscriminadamente y no hay una política consecuente de aplicación de las ordenanzas. Para la ciudadanía pasan totalmente desapercibidas. Son más iniciativas particulares las que fomentan el cuidado y el ornato con plantas”, afirma.

“Hay una incultura de despreciar la naturaleza. No le damos valor a las plantas, a la flora. Es el tiempo de poner interés en fomentar lo verde porque es la forma de purificar el ambiente y atraer insectos que están a punto de desaparecer, como las abejas”, advierte el ciudadano.

Aunque aislados, algunos residentes y empresas hacen esfuerzos por hacer de Guayaquil una ciudad que respire con alma ‘verde’.

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