
El legado de Irene Cárdenas vuelve a escena en su primera gran retrospectiva
La muestra reúne grabados, dibujos y composiciones geométricas que recorren la evolución de una pionera del arte abstracto
Durante décadas, la obra de Irene Cárdenas permaneció en un segundo plano dentro de la historia del arte ecuatoriano. Su nombre, asociado a una búsqueda constante dentro de la abstracción, se fue diluyendo con el paso del tiempo, pese a haber tenido reconocimiento institucional y presencia internacional.
Sin embargo, en la exposición Una voz desde el silencio, el Museo Nacional del Ecuador (MuNa) abre un espacio para volver a mirar su trabajo con la primera retrospectiva dedicada a esta artista quiteña nacida en 1920.
La muestra, curada por la historiadora del arte Mónica Espinel, reúne más de cien obras que recorren la evolución artística de Cárdenas desde los años cincuenta hasta la década de los noventa. La artista falleció en 1996. Grabados, monotipias, intaglios y composiciones geométricas permiten seguir una trayectoria marcada por la experimentación técnica y una relación intensa con el color, en especial con rojos, naranjas y amarillos que atraviesan buena parte de su producción.
“El arte de Irene Cárdenas transformó la manera de entender el color y la forma dentro del quehacer pictórico ecuatoriano. Sus obras se alejaban de lo que entonces se hacía más comúnmente y llevó a cabo esa exploración con maestría”, manifestó Espinel en una entrevista.
Cárdenas estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Central y en el Centro Ecuatoriano de Arte, donde fue alumna de Jan Schreuder y Olga Fisch en pintura, y de Kurt Müller en grabado. Esa formación se refleja en los dibujos que se exhiben por primera vez: figuras humanas, cuerpos indígenas y estudios anatómicos donde ya se insinúa una inclinación hacia la geometría y las líneas rectas.
Además de su producción plástica, la creadora asumió la escritura como una forma de reflexión y defensa del arte moderno. A finales de los años cincuenta tradujo y publicó textos sobre arte contemporáneo, en un momento en que el realismo social dominaba la escena local.

El recorrido incluye, además de las obras, fotografías, recortes de prensa y documentos de archivo que ayudan a reconstruir el itinerario de la artista. Entre ellos aparecen publicaciones internacionales y registros de su participación en espacios relevantes del arte moderno, evidenciando una trayectoria que dialogó con corrientes estéticas de su tiempo.
Una lucha por preservar la memoria
La muestra retrospectiva de Cárdenas es la más reciente en un trabajo sostenido que el MuNa desarrolla por rescatar y poner en valor a creadores ecuatorianos cuya memoria se ha ido difuminando.
En los últimos dos años han realizado muestras dedicadas a las obras de Araceli Gilbert, Olga Dueñas, Judith Gutiérrez, Oswaldo Viteri y Estuardo Maldonado. Una voz desde el silencio estará abierta al público hasta marzo de 2026. Se puede visitar de martes a sábado a domingo desde las 10:00.
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