Acorvol
Con más de cinco décadas de trayectoria, ACORVOL ha consolidado un voluntariado vivo que forma parte del legado social de Guayaquil.Joffre Flores

ACORVOL lidera en Guayaquil el Congreso Nacional de Voluntariado

Las asociaciones que integran ACORVOL impulsan proyectos en salud, educación y asistencia comunitaria

El voluntariado en Guayaquil no es solo un gesto solidario, es parte de la identidad de la ciudad. Desde hace décadas, fundaciones y colectivos han llenado vacíos donde el Estado no alcanzaba: hospitales, programas educativos y redes de asistencia social surgieron primero de manos voluntarias. Esa herencia sigue viva y hoy se proyecta hacia el futuro.

El Puerto Principal es sede del VI Congreso Nacional “Mirando al futuro a través del voluntariado”, un espacio donde líderes sociales, empresariales y autoridades se encuentran hoy para debatir cómo fortalecer esta fuerza ciudadana. El encuentro, organizado por ACORVOL, busca desde ayer, diseñar estrategias comunes en medio de desafíos como la desigualdad, la inseguridad y el cambio climático.

La visión del voluntariado en el Puerto Principal

María Delia García, presidenta de ACORVOL, resumió el espíritu del movimiento a EXPRESO: “El voluntariado es mucho más que manos extra, es portador de conocimiento, empatía y compromiso. No basta la buena voluntad, debemos gestionarlo de manera profesional”. Con esta visión, la asociación impulsa proyectos en barrios vulnerables y promueve la integración de nuevas generaciones a través de convenios con universidades.

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Uno de los ejemplos más claros está en el trabajo conjunto con la Universidad de Guayaquil, donde más de 600 estudiantes enseñaron inglés en sectores populares. Lo que empezó como pasantías se transformó en un voluntariado juvenil que abre paso a un relevo generacional necesario para mantener vivo el legado.

La importancia de esta tradición también fue recordada por Jaime Nebot, exalcalde de la ciudad, a través de un vídeo, compartido en la inauguración. “El primer hospital público se construyó recién en 1971. ¿Qué hubiese sido de Guayaquil sin SOLCA, sin la Junta de Beneficencia, sin los voluntarios? El voluntariado no tiene obligación legal, lo hace por amor y vocación”, destacó. Su reflexión subraya una verdad que acompaña a la ciudad: antes que el Estado, fueron las organizaciones sociales las que sostuvieron la asistencia en salud y bienestar.

Voluntariado
La historia del voluntariado guayaquileño demuestra que, antes que el Estado, la sociedad civil sostuvo la salud y el bienestar de la ciudad.Joffre Flores

Figuras clave en el Congreso de Voluntariado en Guayaquil

El congreso reúne a figuras como Marcela Aguiñaga, prefecta del Guayas y Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, reconocido como voluntario ilustre. La presencia del sector privado y de las autoridades demuestra que el voluntariado necesita aliados para sostenerse y multiplicar su impacto.

“ACORVOL es piedra fundamental para sostener una ciudad pujante”, señaló el empresario Paul Palacios, convencido de que la cooperación entre sectores es indispensable. Coincide Jenny Chica de Quirola, tesorera de la asociación, quien reconoce que el financiamiento siempre ha sido un reto. “Siempre estamos gestionando con empresas y gobiernos seccionales, pero al final vemos frutos porque nuestro objetivo es ayudar”, afirma. 

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El futuro del voluntariado y el trabajo de Acorvol

La reciente aprobación de la Ley de Voluntariado y la creación del Sistema Nacional de Voluntariado, liderado por el MIES, han dado un marco legal a este trabajo. ACORVOL representa a la Costa en ese espacio, consolidando su rol como voz del voluntariado guayaquileño y provincial. Además, junto a la Prefectura y al Municipio, impulsa una ordenanza y una plataforma digital que permitan visibilizar la labor solidaria.

En tiempos marcados por la incertidumbre y la desigualdad, Guayaquil confirma que el voluntariado es más que un complemento: es una fuerza transformadora. Como lo dijo García al cierre de su intervención a este Diario: “El futuro de nuestros territorios no se construirá en oficinas, se construirá en las calles, en los barrios, en las comunidades, a través del voluntariado organizado”.

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