Liga de portoviejo
Liga de Portoviejo es uno de los equipos que lleva varias temporadas intentando ascender.API

Segunda División, mal crónica del fútbol ecuatoriano

La pandemia era la oportunidad para poner orden en la Segunda categoría, pero la FEF dejó que el caos siguiera campando

La pandemia representó una oportunidad única para reformar la competencia de Segunda Categoría. Sin embargo, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) la dejó pasar y perpetuó para esta división un modelo obsoleto, vigente desde los años 60 del siglo pasado.

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En 2020, ante la incertidumbre sanitaria y económica, la FEF permitió que los clubes que no podían asumir los gastos se ausentaran de los torneos provinciales de Segunda, la fase clasificatoria para el campeonato nacional.

Esa medida debió servir como filtro para ordenar la categoría y evitar el caos que, aún hoy, la sigue dominando.

Estos torneos provinciales se disputan a la buena de Dios. Con la excepción de AFNA de Pichincha, que intenta organizar una competencia seria para clubes amateurs con aspiraciones profesionales, la mayoría de asociaciones provinciales abre sus campeonatos de forma irrestricta, sin verificar los méritos institucionales ni deportivos de los participantes, y mucho menos el origen de los recursos que los sostienen.

Así, en 2025 vimos el esperpento de la Asociación de Fútbol del Guayas, cuyo torneo contó con 31 equipos, algunos con nombres tan pintorescos como León de Judá o Paladín, más propios de un interbarrial que de una instancia que supuestamente alimenta el fútbol profesional.

Tanta cantidad de participantes obliga a inventar sistemas de competencia incomprensibles, con cientos de partidos imposibles de seguir y que no generan el menor interés.

Mineros de Bolívar
Mineros, de Bolívar, es uno de los clubes que cambió de rival en el sorteo.CORTESÍA

Manabí ofrece otro ejemplo del desorden: 24 equipos girando alrededor de la añejada popularidad de Liga Deportiva Universitaria de Portoviejo, convertido en un equipo ascensor cuya esperanza de regresar a Primera se infla y desinfla desde 2021 sin resultados.

Podríamos seguir provincia por provincia entre las 22 asociaciones, pero los detalles folclóricos y anecdóticos ocultan un problema mucho más grave. El 7 de diciembre de 2023, Michael Fitzpatrick, entonces embajador de Estados Unidos en Quito, fue tajante al señalar cómo el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado han penetrado el fútbol.

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“Están lavando su plata, por supuesto (...). Sus testaferros ahora están metidos hasta en la pasión nacional, el fútbol, usando algunos equipos para lavar su cara y su plata”, dijo.

Tras el escándalo generado por la intervención del embajador, fuentes off the record precisaron que se había detectado estos movimientos específicamente en el fútbol de ascenso, donde los controles son prácticamente inexistentes, a diferencia de la LigaPro, que al menos goza de mayor visibilidad.

¿Existe solución para este caos? La LigaPro propone crear una Serie C como alternativa a la actual Segunda Categoría, pero la idea sigue siendo difusa y se contamina de demagogia al presentarla fundamentalmente como salvavidas para clubes con pasado glorioso pero presente ruinoso -como la propia Liga de Portoviejo o el destartalado Deportivo Quito- que buscan volver a Primera sin ofrecer nada diferente a lo que provocó su caída.

La Serie C, una idea de Miguel Ángel Loor, líder de LigaPro

Esta propuesta pierde aún más credibilidad por las propias palabras de Miguel Ángel Loor. El 14 de noviembre, el presidente de la LigaPro anunció en su siempre impredecible cuenta de X una reunión con Mark Abbott, alto directivo de la MLS, donde le pidió asesoría “para adaptar e implementar un sistema moderno y sostenible” en las futuras Series C y D del fútbol ecuatoriano.

Lo que Loor omite es que la MLS no tiene sistema de ascenso ni descenso. Es decir, sería como pedirle a Paraguay consejos sobre explotación de recursos marítimos.

plantilla del descenso de imbabura
Esta fue la plantilla de Imbabura S. C. que descendió a la Segunda Categoría del futbol ecuatoriano para el año 2026.CORTESÍA.

El ruido mediático de la LigaPro contrasta con el silencio absoluto de la FEF, que ni habla del tema y con esa actitud solo expresa conformidad con la condición actual.

La crítica para Francisco Egas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol

Y no es casual, ya que el esquema vigente de Segunda Categoría garantiza el poder y gravitación de las asociaciones provinciales, pilar fundamental del liderazgo de Francisco Egas. Cualquier reforma profunda pondría en riesgo sus aspiraciones reeleccionistas para 2026.

El último club que surgió desde lo más hondo del ascenso provincial y realmente aportó al fútbol ecuatoriano fue Independiente del Valle, y de eso ya van casi veinte años.

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Desde entonces, prácticamente todos los equipos que han llegado a Primera han oscilado entre la intrascendencia, la buena intención y la mediocridad más absoluta.

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Algunos, como Clan Juvenil, Puerto Quito o Atlético Audaz, desaparecieron debiendo a medio mundo. Otros optaron por la moda actual: cambiar de nombre, de ‘propietarios’ (figura dudosa en un fútbol que, en teoría, solo permite asociaciones civiles) o convertirse, apenas llegan a Serie B, en filiales de clubes de Serie A.

Equipos filiales, un "lastre competitivo" en el fútbol de Ecuador

Precisamente, esa figura de las filiales es un lastre competitivo. No tienen incentivo real para ascender y su único propósito es foguear jugadores que ya no caben en las formativas pero que tampoco tienen condiciones para dar el salto al primer equipo. Esos clubes deberían competir en un torneo de reservas -que fue desactivado en 2021, y no estorbar en el ascenso profesional.

Mientras los dirigentes aborden el problema desde el populismo o la indiferencia, la Segunda Categoría seguirá siendo un terreno fértil para muchos de los males que azotan a la sociedad ecuatoriana -incluidos los señalados por la embajada estadounidense- y continuará aportando nada al desarrollo real del fútbol nacional.

Las reformas serias no aparecen en el horizonte y los escasos proyectos con visos de seriedad resultan claramente insuficientes.

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