
Esta es la visión de dos expertos para construir una vida plena
La implementación de pequeños cambios y la creación de rutinas positivas tienen un impacto en el bienestar a largo plazo
La búsqueda de una vida plena es un anhelo universal, pero su consecución no es un destino estático, sino un viaje dinámico que requiere intención, acción y una comprensión profunda de valores y motivaciones.
Combinando la sabiduría de pensadores contemporáneos y hallazgos de la investigación, se puede trazar un camino hacia una existencia más significativa y satisfactoria.
Es posible integrar propósito, hábitos efectivos y gestión de emociones para construir una vida que resuene con autenticidad y alegría.
Definiendo el propósito
La base de una vida plena radica en la claridad del propósito y la alineación con los valores fundamentales. Arthur Brooks, conferencista, académico estadounidense y autor renombrado, en su obra "From Strength to Strength", invita a reflexionar sobre las diferentes formas de felicidad y a transitar hacia una satisfacción más profunda basada en el servicio y la contribución.
Él afirma que "la felicidad basada en el placer es fugaz, la felicidad basada en el éxito es condicional, pero la felicidad basada en el servicio es duradera". Identificar aquello que realmente importa y cómo contribuir al bienestar de los demás se convierte en una brújula que orienta las decisiones y acciones, dando sentido a la vida cotidiana
El conocimiento por sí solo no transforma vidas; la acción constante y la formación de hábitos saludables son cruciales. Mel Robbins, autora estadounidense conocida por su enfoque práctico y motivacional, subraya la importancia de superar la inercia y tomar acción inmediata para lograr objetivos.
Su regla de los "5 segundos" es un ejemplo poderoso. Ella afirma que "si tienes un instinto para actuar sobre una meta, debes moverte físicamente dentro de los 5 segundos o tu cerebro lo matará".
Emociones y adversidad
La vida inevitablemente presenta desafíos y momentos de dificultad. La capacidad de gestionar las emociones y desarrollar resiliencia es fundamental para mantener el rumbo hacia una mejor vida. Brooks también aborda la importancia de aceptar la inevitabilidad del declive en ciertas áreas de la vida y encontrar nuevas fuentes de satisfacción. "La clave no es aferrarse a lo que se desvanece, sino abrazar lo que emerge", indica.
Investigaciones en psicología positiva (Seligman, 2002) han demostrado que cultivar la gratitud, la atención plena (mindfulness) y la compasión hacia uno mismo y hacia los demás son estrategias efectivas para afrontar el estrés y la adversidad, fortaleciendo nuestra capacidad de encontrar significado incluso en los momentos difíciles.
Las investigaciones de Holt-Lunstad y colegas (2010) muestran que contar con vínculos sociales sólidos se asocia con mayor felicidad, mejor salud y mayor longevidad, lo que resalta la importancia de cultivar relaciones significativas.
Las relaciones humanas son un pilar esencial de una existencia significativa. El sentirse conectado, amado y valorado por los demás nutre las emociones y proporciona un sentido de pertenencia. Robbins enfatiza la importancia de la autenticidad en esas interacciones cuando afirma que “la autenticidad es la clave para la conexión. Cuando te permites ser vulnerable, abres la puerta para que otros te vean y te amen por quien realmente eres".
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