Joroba
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¿Joroba postural? Causas, tipos y cómo prevenirla según la fisioterapia

La cifosis puede prevenirse y tratarse si se detecta a tiempo. Una buena postura diaria es clave para evitar complicaciones

Una curvatura excesiva en la parte superior de la espalda, conocida como cifosis, puede convertirse en un problema serio si no se detecta y corrige a tiempo. El fisioterapeuta Luis Zambrano Intriago, de Ficus Fisioterapia, con 10 años de experiencia en el campo, explica que existen diferentes tipos de cifosis —congénita, juvenil, degenerativa y funcional— y que, en muchos casos, su origen está directamente relacionado con malos hábitos posturales y el sedentarismo.

Aunque una cifosis ya estructurada es difícil de revertir, su detección temprana, junto con ejercicios específicos y una postura adecuada, pueden marcar la diferencia. Desde el tipo de almohada hasta la forma de sentarse frente al computador, pequeños cambios diarios pueden prevenir grandes complicaciones en el futuro.

Tipos y causas de la cifosis: una mirada desde la fisioterapia

“La columna vertebral posee curvaturas fisiológicas que permiten un adecuado funcionamiento biomecánico del cuerpo humano. Cuando estas curvaturas se alteran, pueden surgir patologías, como es el caso de la cifosis”, explica el fisioterapeuta Luis Zambrano Intriago, de Ficus Fisioterapia.

Según Zambrano, existen cuatro tipos principales de cifosis la última es cada vez más común:

  1. Cifosis congénita: se presenta desde el nacimiento debido a una malformación estructural de la columna.
  2. Cifosis juvenil: se desarrolla durante la infancia o adolescencia, comúnmente como resultado de alteraciones biomecánicas, como en la enfermedad de Scheuermann.
  3. Cifosis degenerativa: está asociada al envejecimiento y es más frecuente en adultos mayores debido al desgaste de los discos intervertebrales y otras estructuras vertebrales.
  4. Cifosis funcional o postural: “Este tipo de cifosis es producto de malos hábitos posturales, como el uso prolongado del celular o la computadora, la falta de ergonomía en el lugar de trabajo y el sedentarismo”, señala Zambrano. “Muchas personas hoy en día desarrollan esta curvatura por no fortalecer adecuadamente la zona cervical y los músculos del hombro”.

Recomendaciones para la corrección de la cifosis

Los ejercicios de corrección postural y fortalecimiento deben realizarse diariamente, siempre dentro de una planificación organizada, adaptada e individualizada según las necesidades de cada paciente.

  • Ejercicios de tracción cervical: Realizar movimientos de hiperextensión de la cabeza hacia atrás para ayudar a corregir y recuperar la curvatura normal de la columna cervical.
  • Estiramientos y pausas activas: Incluir ejercicios de elongación para los músculos trapecios, esplenios y escalenos del cuello y la cabeza, acompañados de pausas activas durante el día.
  • Fortalecimiento cervical y de hombros: Utilizar bandas elásticas y otros implementos funcionales para trabajar la extensión del cuello, la elevación de hombros y el fortalecimiento de la musculatura escapular.

Prevención temprana: clave para revertir la joroba postural

“Cuando la joroba ya está desarrollada, revertirla es muy difícil, pues ya existe un daño estructural en la columna”, señala el fisioterapeuta. Sin embargo, destaca que sí es posible corregirla en sus etapas iniciales, siempre y cuando se combine el tratamiento adecuado con hábitos posturales correctos.

“Los ejercicios adecuados y la corrección consciente de la postura en las actividades diarias son fundamentales”, indica Zambrano. Además, subraya un aspecto poco considerado: “algo de lo que no se habla mucho es del tipo de almohada. Las muy elevadas no son recomendables, ya que alteran la curvatura cervical. Lo ideal son almohadas delgadas que mantengan la cabeza en una posición neutral”.

Finalmente, el especialista enfatiza la importancia de un diagnóstico temprano. “Detectar a tiempo esta alteración es esencial para prevenir su progresión y evitar que se convierta en una condición estructural crónica”.

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