Muchas veces se subestima la salud intestinal, pero es crucial para nuestro bienestar general, el intestino alberga un ecosistema complejo de bacterias, conocido como microbiota, que desempeña un papel fundamental en nuestra salud física y mental. Comienza con la digestión y sigue con la regulación del sistema inmunológico y la producción de neurotransmisores. El intestino es un centro de actividad vital que merece toda nuestra atención y cuidado.

(CONTINÚA CON: Obesidad y alcohol impulsan el aumento de las tasas de cáncer de intestino)

Con un recorrido gastrointestinal tan extenso, el National Institute of Health de Estados Unidos expone que es común encontrarse con dificultades. Cerca de 60 a 70 millones de ciudadanos estadounidenses se ven afectados por trastornos digestivos como el reflujo gastroesofágico (GERD) o el síndrome del intestino irritable (IBS). El GERD ocurre cuando el ácido estomacal u otros fluidos regresan al esófago o la garganta. En cambio, el síndrome del intestino irritable es un grupo de síntomas que incluyen dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales.

Según la doctora Lin Chang, especialista en gastroenterología de la Universidad de California en Los Ángeles, "Observo numerosos trastornos gastrointestinales vinculados al estilo de vida, y a menudo no hay una solución rápida para ellos", afirma. "Por lo general, las personas experimentan mejorías al adoptar una rutina más estructurada, seguir una alimentación saludable, consumir porciones más pequeñas con mayor regularidad, hacer ejercicio y asegurarse de dormir lo necesario".

Causas principales que afectan el intestino 

• altos niveles de estrés
• dormir muy poco
• comer una dieta occidental rica en alimentos procesados y azucarados
• tomando antibióticos

Esto a su vez puede afectar otros aspectos de su salud, como:

• función inmune
• niveles hormonales
• peso
• desarrollo de enfermedades

Los probióticos y la comida fermentada son la solución 

Algunas personas eligen tomar suplementos probióticos para fomentar el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Estos productos están ampliamente disponibles en tiendas naturistas, farmacias y en línea. 

Se ha sugerido en investigaciones que la ingesta de probióticos puede promover un microbioma intestinal saludable y ayudar a prevenir problemas intestinales como la inflamación. Además de los suplementos, los alimentos fermentados, como las verduras fermentadas, el kéfir, el kimchi, el kombucha, el miso, el chucrut y el tempeh, son fuentes naturales de probióticos que pueden contribuir a mejorar la salud intestinal con su consumo regular.

El alcohol no se lleva bien con tu intestino 

El exceso de alcohol puede perjudicar el equilibrio de su microbioma intestinal. La ingesta repetida de alcohol se ha vinculado con la gastritis, una inflamación del revestimiento del estómago que puede desencadenar acidez, malestar crónico, úlceras e infecciones bacterianas. Este hábito también puede provocar inflamación intestinal, alterando así el funcionamiento de la microbiota y causando desequilibrios.

No se deje llevar por el estrés

El estrés no solo afecta la mente; su impacto se extiende al intestino. Se ha reconocido la íntima relación entre el intestino y el cerebro, siendo el primero considerado el "segundo cerebro". La ansiedad y la depresión pueden influir en el desarrollo del síndrome del intestino irritable (SII), y viceversa. Enfocarse en estrategias para manejar el estrés y cuidar la salud mental puede reducir los síntomas gastrointestinales, como los asociados con el SII. La actividad física, como una simple caminata diaria, puede ser un excelente punto de partida, ya que se ha demostrado que mejora la calidad y cantidad de microbios intestinales beneficiosos para la salud

Duerme suficientes horas para un intestino saludable

La falta de sueño o su baja calidad puede tener serios efectos adversos en la salud intestinal, lo que a su vez puede contribuir a más problemas relacionados con el sueño. Es recomendable apuntar a dormir entre 7 y 8 horas de forma continua cada noche, y en caso de dificultades para conciliar el sueño, consultar con un médico puede ser útil.

Come despacio cada bocado 

Masticar minuciosamente los alimentos y comer más lentamente puede disminuir el riesgo de obesidad y diabetes, al tiempo que promueve la selección de opciones alimenticias más saludables. Esta práctica también puede reducir las molestias digestivas y mantener la salud intestinal en buen estado.

Prioriza la hidratación en todo momento 

Consumir suficiente agua puede asociarse con una mayor diversidad de bacterias intestinales, aunque la calidad del agua también juega un papel importante. Según un estudio reciente, las personas que ingieren más agua tienden a tener menos tipos de bacterias que pueden causar infecciones gastrointestinales. Mantenerse hidratado no solo beneficia la salud en general y previene el estreñimiento, sino que también puede ser una forma sencilla de favorecer un intestino saludable.

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