Los estilos de vida modernos están cada vez más definidos por largas horas de trabajo frente a pantallas y hábitos alimenticios poco saludables, la importancia del ejercicio físico para mantener la salud cardiovascular nunca ha sido tan relevante  -y quien quita que terminemos como los gorditos de Wall-E si no le ponemos un alto-. 

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Las enfermedades cardiovasculares representan una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y adoptar una rutina regular de ejercicio puede marcar la diferencia en la prevención y gestión de estas afecciones. El ejercicio regular es fundamental para mantener la salud cardiovascular.

Hacer ejercicio regularmente es crucial para mantener una buena salud física y mental por varias razones. En primer lugar, el ejercicio fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Además, ayuda a controlar el peso al quemar calorías y aumentar el metabolismo, lo que puede prevenir la obesidad y sus consecuencias asociadas, como la diabetes tipo 2. El ejercicio también fortalece los músculos y los huesos, lo que mejora la resistencia física y reduce el riesgo de lesiones.

Según el National Heart, Lung and Blood Institute de Estados Unidos explica que cuando se realiza de forma regular, la actividad física de intensidad moderada y vigorosa fortalece el músculo cardíaco, mejorando su capacidad para bombear sangre a través de los pulmones y por todo el cuerpo. Como resultado, se aumenta el flujo sanguíneo hacia los músculos y los niveles de oxígeno en la sangre se incrementan. Además, los capilares, que son pequeños vasos sanguíneos en el cuerpo, se dilatan, lo que les permite suministrar más oxígeno al cuerpo y eliminar los desechos metabólicos de manera más eficiente.

¿Cuál es el ejercicio que ayuda prevenir las enfermedades cardiovasculares?

El que le da este beneficio como ningún otro es caminar. Aunque existen actividades como correr, nadar, andar en bicicleta o hacer ejercicio aeróbico que ayudan a fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea. 

Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana para obtener beneficios cardiovasculares significativos. Estas actividades ayudan a reducir los niveles de colesterol, controlar la presión arterial, mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares.

El portal Medline Plus aconseja que al escoger "una actividad aeróbica realízala por lo menos de 3 a 4 veces por semana.  Y haz siempre 5 minutos de estiramiento o camina un poco para calentar los músculos y el corazón antes de hacer ejercicio. Toma un tiempo para enfriarse después de hacer ejercicio. Haga la misma actividad pero a un ritmo más lento".

Además, combinar el ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza muscular, como levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia, puede proporcionar beneficios adicionales al corazón y al sistema cardiovascular en general. El fortalecimiento muscular ayuda a mejorar la eficiencia del corazón al reducir la carga de trabajo en reposo y durante la actividad física. También puede contribuir a una mejor postura, equilibrio y coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas y lesiones relacionadas. Es importante consultar con un médico antes de comenzar un programa de ejercicio, especialmente si se tienen condiciones de salud preexistentes o se lleva un estilo de vida sedentario.