
Moda con identidad: el proyecto Punto de Fuga conecta a diseñadores con la academia
El proyecto 'Punto de Fuga' conecta a diseñadores, académicos y marcas en torno a una moda más ética y circular
La moda también comunica. Con esa premisa, Punto de Fuga se levanta como una iniciativa universitaria que busca transformar la industria textil ecuatoriana desde la reflexión, la educación y la conciencia social. El proyecto, creado por Manuela Peñarrera, estudiante de Comunicación de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), surge como parte de su trabajo de titulación y ha trascendido las aulas para convertirse en una plataforma de diálogo entre la academia, la industria y los nuevos talentos.
Un proyecto con propósito
“Busco resignificar la industria de la moda ecuatoriana a través del textil”, explica Peñarrera. Su propuesta parte de una observación crítica: el Ecuador carece de una industria sólida que apueste por una moda circular, consciente de su impacto ambiental y cultural. Punto de Fuga nace entonces como una campaña educomunicacional que forma, conecta y visibiliza a quienes serán parte del futuro de la moda sostenible en el país.
El proyecto cuenta con el respaldo académico de la USFQ y el apoyo de aliados estratégicos, tanto empresas privadas como las diseñadoras nacionales: La Mica Terán y María Paula Muñoz, reconocidas por su trabajo con fibras naturales y procesos sostenibles. También han colaborado espacios culturales como El Punto Rojo.
Conversatorios y talleres que inspiran
Durante octubre y noviembre se desarrollaron diversas actividades bajo el marco de la campaña. El conversatorio 'Hablemos de Textiles' abrió el ciclo de diálogos, seguido por 'Textiles del Futuro', realizado en colaboración con el DLab de la USFQ, donde se exploró el desarrollo de biotextiles a base de almidón de yuca como alternativa sostenible. La alianza con la AITE dio inicio a un programa de capacitaciones para estudiantes de la universidad y futuros diseñadores, con el objetivo de acercarlos a las prácticas reales del sector.

El cierre del proyecto será el 29 de noviembre con el evento 'De nosotras para nosotras', en conjunto con la campaña “Bien Paradas” y la Fundación Adhara, enfocado en liderazgo femenino y marca personal. La iniciativa busca ofrecer herramientas de educación financiera, psicológica y de proyección profesional a mujeres emprendedoras y cabezas de hogar, reforzando el vínculo entre moda, empoderamiento y desarrollo sostenible.
La mirada académica
Para María José Enríquez, tutora de la carrera de Comunicación de la USFQ, Punto de Fuga representa “un modelo a seguir en gestión y estrategia comunicacional”. Destaca que el proyecto integra la comunicación digital, la sostenibilidad y la responsabilidad social desde una perspectiva interdisciplinaria.
“Manuela ha logrado mapear actores relevantes, levantar datos antropológicos, sociales y empresariales, y convertir la comunicación en una herramienta para el cambio”, afirma.
Más allá de un requisito académico, Punto de Fuga ha abierto un espacio de investigación y reflexión sobre el futuro de la moda en Ecuador. Su creadora apuesta por que esta conversación trascienda el aula y se mantenga viva en la industria. “La moda no puede ser 100% sostenible, pero podemos ser consumidores conscientes, dice Peñarrera. Está en nuestras manos educarnos y valorar lo que producimos como país”.