
Incremento del salario mínimo en Ecuador 2026: todo lo que debes saber y proyecciones
El nuevo salario básico entrará en vigencia el 1 de enero de 2026 y marcará el rumbo del poder adquisitivo ecuatoriano
En Ecuador, la fijación del Salario Básico Unificado (SBU) para el año 2026 ya se encuentra en proceso y genera gran expectativa entre trabajadores, empleadores y el Estado. Actualmente el SBU vigente es de $ 470, cifra que comenzó a regir el 1 de enero de 2025.
El principal reto es encontrar un equilibrio que permita mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la viabilidad de las empresas, especialmente las micro y pequeñas, en un contexto económico complejo.
Cronograma presentado por el Ministerio de Trabajo
El procedimiento para definir el nuevo SBU pasa por el Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS), integrado por representantes del sector estatal, empresarial y trabajador.
Según el cronograma presentado por el Ministerio de Trabajo del Ecuador, las reuniones técnicas iniciarán en la tercera semana de noviembre de 2025, con seguimiento hacia la última semana de ese mes y los primeros días de diciembre.
En esas sesiones se analizarán los informes del Banco Central del Ecuador, del Instituto Nacional de Estadística y Censos y del Ministerio de Economía y Finanzas para establecer un monto técnicamente sustentado.
Un incremendo moderado
En cuanto al monto proyectado, el Gobierno anticipa un ajuste moderado: un incremento de $ 16 que llevaría el SBU a $ 486 mensuales para 2026.
Esta estimación responde a las proyecciones de inflación, crecimiento económico y empleo para el periodo 2025-2026, y acuerdo con el principio de sostenibilidad de la política salarial. No obstante, sectores laborales consideran que ese monto es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de miles de familias ecuatorianas.
De hecho, gremios de trabajadores han planteado cifras más elevadas: por ejemplo, uno de los sindicatos propone un SBU cercano a los $ 564, argumentando que ese es el monto mínimo necesario para cubrir la canasta vital de una familia promedio. "Creo que es necesario que suban el sueldo, la canasta básica está por las nubes, no alcanza para vivir", asegura Rocío Castro, trabajadora guayaquileña.
¿Qué sucederá con el empleo formal?
Por su parte, los empleadores advierten que un aumento desproporcionado puede tener efectos negativos sobre el empleo formal, encarecer la mano de obra e incentivar la informalidad.
"Para los trabajadores, un nuevo SBU implica más que un simple número: representa la posibilidad de enfrentar los incrementos de precios y mejorar su calidad de vida. Para las empresas, sobre todo micro y pequeñas unidades productivas, representa un costo que debe ser integrado sin afectar la contratación ni la competitividad", asegura Hernán Cevallos, economista. En este escenario, el Estado debe jugar un papel de mediador y garante del proceso, asegurando tanto la viabilidad empresarial como la protección social.