
Día Internacional de la Hamburguesa… ¡y el pretexto perfecto para prepararla en casa!
El 28 de mayo es la excusas ideal para preparar una hamburguesa casera y rendirle homenaje a este ícono de la cocina mundial
El 28 de mayo se recuerda como el Día Internacional de la Hamburguesa porque, según la tradición popular, ese día en el año 1900 se sirvió una de las primeras hamburguesas modernas en los Estados Unidos.
La historia más citada señala que Louis Lassen, un inmigrante danés propietario de un pequeño restaurante en New Haven, Connecticut (Louis’ Lunch), preparó por primera vez una hamburguesa colocando carne molida cocida entre dos rebanadas de pan, para un cliente que pedía algo rápido y sabroso.
Aunque existen otras teorías sobre el origen de la hamburguesa, algunas remontan su creación a ferias del siglo XIX o a inmigrantes alemanes que trajeron el "filete de Hamburgo" a América, la fecha se ha popularizado principalmente por motivos comerciales y de mercadeo.
En años recientes, cadenas de comida rápida y medios digitales han adoptado esta fecha para celebrar uno de los alimentos más consumidos del mundo.
Por eso, en SEMANA hablamos con Juan José Martínez, de La Naval by Capi, quien suma más de siete años de experiencia en el mundo de las hamburguesas. Con él descubrimos los mejores trucos para preparar una en casa que sorprenda a todos… y se robe los aplauso
El secreto de una hamburguesa casera comienza con la carne
No importa cuántos ingredientes acompañen ni qué tan creativa sea la presentación: el alma de toda hamburguesa está en la carne. Y en casa, elegir bien marca la diferencia entre una hamburguesa más y una memorable.
Para un sabor casero auténtico, la carne molida fresca es la mejor opción. Su textura facilita el moldeado y absorbe mejor los condimentos. A diferencia de la carne congelada, que al descongelarse pierde líquidos clave como el agua y la mioglobina, la carne fresca conserva su jugosidad y sabor original.
Un punto crucial es el porcentaje de grasa. Según Juan José, el equilibrio perfecto es 70 % carne magra y 30 % grasa. Esta proporción da como resultado una hamburguesa compacta, jugosa y con gran sabor. Menos grasa la vuelve seca; más, la hace pesada.
Y para un resultado realmente sabroso, lo ideal es sazonar antes de formar los discos. Así cada bocado queda bien condimentado y el sabor se integra de forma pareja durante la cocción. Con buena carne y estos detalles, el éxito está garantizado desde el primer mordisco.
Trucos para hacer una hamburguesa casera firme y jugosa
Una buena hamburguesa no depende solo de la carne, sino de cómo se forma y prepara antes de llegar al fuego. En casa, donde no siempre hay herramientas profesionales, hay trucos simples que hacen la diferencia.
Lo primero es el tamaño. La carne se encoge al cocinarse, así que lo ideal es formar discos un poco más grandes que el pan. Así, al final, encajarán perfectamente sin complicaciones.
El grosor ideal es de media pulgada (1.2 cm): permite una cocción rápida, pareja y jugosa, sin riesgo de quemar el exterior mientras el interior queda crudo.
El truco clave de Juan José es dejar reposar la carne unos tres minutos antes de llevarla al fuego. Ese breve descanso permite que la mezcla se asiente, gane firmeza y conserve su forma cuando entra en contacto con el calor.
Y si se busca firmeza sin perder jugosidad, agregar huevo o pan rallado es un truco infalible. Además de aportar sabor, mejora la textura. Así se logra una hamburguesa casera equilibrada, sabrosa y con cuerpo, lista para brillar desde el primer bocado.
Cocción inmejorable: el arte de no arruinar la hamburguesa
Una vez formada la hamburguesa, llega el momento decisivo: la cocción. Aquí no hay un único camino al éxito. Parrilla, sartén o plancha son opciones válidas, y la elección depende del gusto y del nivel de cocción que se busque. Cada método aporta un toque distinto, pero todos pueden dar resultados espectaculares si se dominan los detalles.
Para lograr una hamburguesa jugosa y al punto, Juan José recomienda cocinarla a una temperatura ideal de 72 °C. Si no tiene un termómetro a mano, hay un truco infalible: presiona suavemente el disco con una espátula o el dedo. Si se siente más firme y tarda en recuperar su forma, está lis
Eso sí, evita presionarla constantemente durante la cocción. Este error clásico solo logra que la carne pierda sus jugos naturales. Una ligera presión, solo para comprobar el punto, es suficiente. El resto, es dejar que el fuego haga su trabajo.
El armado magistral: cuando cada capa cuenta en una hamburguesa
Una hamburguesa bien armada no solo entra por el gusto, también por los ojos. Todo comienza con un buen pan, y el brioche sigue siendo el rey: suave, ligeramente dulce y con la textura justa para abrazar todos los ingredientes. Aun así, hoy existen muchas más opciones, desde panes artesanales hasta integrales, que pueden realzar la experiencia.
Para evitar que el pan se humedezca y se venga abajo al primer mordisco, el truco está en tostar ambos lados, ya sea en sartén o parrilla. Para completar el ensamblado Juan José recomienda colocar mantequilla, lo que le suma sabor y crea una barrera deliciosa contra la humedad.
A la hora de armar, todo cuenta. Primero las salsas sobre el pan base, luego la carne jugosa, seguida de complementos como queso, huevo o tocino. Encima, vegetales frescos que aporten contraste y textura y, por último, el pan superior como corona.
El secreto está en el equilibrio: sabor, estructura y personalidad en cada capa. Porque una hamburguesa bien armada es puro placer desde el primer bocado
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