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Marcha Daniel Noboa
Un corto discurso a final de la marcha convocada por el presidente Daniel Noboa en Guayaquil.Foto: Christian Vinueza/ Expreso.

Noboa fomenta la ignorancia para ganar la consulta popular | Por Roberto Aguilar

Análisis | El presidente inventa la fantasía de luchar por derecho al voto que, según él, está siendo conculcado por la Corte

Se sabe que las consultas populares, con independencia de las preguntas que se planteen en ellas, son plebiscitos de aprobación del presidente que las convoca. Para minimizar los riesgos, Daniel Noboa ha decidido convertir la suya en una manifestación de rechazo. ¿Contra la oposición? No, porque no existe ninguna. ¿Contra el correísmo? Tampoco, porque no pinta nada, aunque siempre se puede evocar de una u otra manera. ¿Contra quién, entonces? Por el momento, contra la Corte Constitucional: el enemigo que el presidente se ha inventado (“enemigo del pueblo”, ha dicho) para suplir la falta de una oposición verdadera. Y porque su bronca, su verdadera confrontación, es con las reglas de la institucionalidad democrática, de la cual el organismo de control constitucional es el garante: una piedra en el zapato para contumaces violadores de la Constitución como el presidente de la República. Por eso, no es extraño que sus dos primeros actos masivos de campaña, la marcha del 12 de agosto en Quito y la de hoy en Guayaquil, estuvieran enfocados en rechazar a la Corte.

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Hubo una diferencia importante: el 12 de agosto se marchó, literalmente, contra la Corte (o hacia ella), se exhibió el rostro de los jueces, se los hizo responsables de aquella violencia criminal contra la que el Ejecutivo no da un palo al agua… Este jueves, en Guayaquil, en cambio, ni se los nombró: no hizo falta. 

En la tarima levantada en la avenida del Malecón y 9 de Octubre, Daniel Noboa improvisó un corto discurso sobre aquellos que, mientras él se esfuerza por cambiar el país, “luchan por mantener las cosas igual”; aquellos que “quieren estar del lado de los violadores”; los que “quieren estar del lado de los narcotraficantes”. 

Marcha ciudadana

Daniel Noboa lideró marcha en Guayaquil con fuerte presencia militar y autoridades

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Un mensaje a la Corte sin nombrarla

No fue necesario que especificara de quiénes estaba hablando para que se transmitiera su mensaje sin sombra de duda. Así lo entendió, por ejemplo, el presentador del canal de televisión gobiernista (supuestamente público pero propiedad privada de ADN, o a su servicio, que es lo mismo), cuando cerró la transmisión de la marcha, que se hizo en directo y con derroche de hipérboles, con estas alegres palabras: “Ratificando lo que decía el presidente -dijo-, Corte Constitucional: dejen a los ecuatorianos pronunciarse en las urnas”. La verdad es que el presidente no pronunció las palabras ‘Corte Constitucional’. Pero también es cierto que no hizo otra cosa sino hablar de ella. Perfectamente libreteado con las consignas del gobierno, el presentador de Ecuador TV no se equivoca.

“Dejen a los ecuatorianos pronunciarse en las urnas”: eso sí lo dijo Daniel Noboa casi palabra por palabra. Los reporteros del canal del gobierno, regados por el lugar de los acontecimientos, entrevistaban a militantes incondicionales, tan entusiastas como ignorantes de la naturaleza del conflicto existente entre el Ejecutivo y la Corte, y todos ellos parecían creer a pie juntillas en la perversa naturaleza de los jueces. De esa ignorancia depende el éxito del presidente, por eso la cuida y la fomenta. Les miente, por ejemplo, que la Corte Constitucional está bloqueando su derecho a ser consultados sobre cuestiones importantes, como si el control constitucional fuera una suerte de boicot de los procedimientos democráticos y no su garantía. “Dejen decidir a la gente”, reclama Noboa como si alguien, por fuera de la incompetencia de sus asesores jurídicos, se lo estuviera impidiendo. 

Marcha ciudadana
El presidente Daniel Noboa encabezó la marcha ciudadana en Guayaquil, escoltado por autoridades y fuerzas militares.CORTESÍA

“Tenemos que exigir que podamos decidir en las urnas cuál es la dirección de nuestro país”. “Que existan preguntas importantes, cuestionamientos en el cual la ciudadanía pueda pronunciarse”. “Cuestionamientos en el cual”: no quiere admitir el presidente que, para “que existan preguntas importantes”, primero hay que saber cómo plantearlas. Ayudaría saber gramática. Así, como por arte de magia, el presidente de la República crea la fantasía de una lucha cívica por el derecho al voto, que según él está siendo conculcado por la Corte Constitucional. Y para rematar esta grosera manipulación, lleva las cosas a los extremos del enfrentamiento: “Esa -dice- va a ser la batalla final”. ¡La batalla final! En un país supuestamente en conflicto armado interno con los grupos de delincuencia organizada, ahora resulta que “la batalla final” es contra los jueces.

Daniel Noboa

Marcha de Daniel Noboa en Guayaquil:“¿Quieren estar del lado de narcos y criminales?”

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Noboa y su discurso de tres minutos

Con limitadísimos recursos expresivos y conmovedora simpleza, con una retórica elemental construida sobre un vocabulario de apenas medio centenar de palabras, en el cual la grandilocuencia de los conceptos y el recurso a valores indiscutibles desempeña un papel decisivo, Noboa habla durante tres minutos (lo máximo de lo que es capaz cuando no le pasan un discurso escrito) e incendia el país: vamos-a-defender-el-imperio-del-bien-frente-a-las-amenazas-del-crimen-organizado… ¿Quién podría no estar de acuerdo? Y con esa pobreza conceptual enardece a sus seguidores y canaliza sus energías y sus miedos, sus filias y sus fobias, en contra del control constitucional que les impide ejercer la ciudadanía. Nadie había jugado de manera tan irresponsable con la democracia desde Rafael Correa.

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