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Terminal Petroecuador
La ARCH debe actualizar en un plazo máximo de 60 días el esquema de tarifas de la infraestructura de Petroecuador, que se emplea para almacenar, transportar y despachar derivados.Flickr / Petroecuador

Retiro de subsidios a los combustibles abre paso a la libre importación en Ecuador

El país destina en promedio $ 5.539 millones por año para importar derivados. La participación privada reduciría la carga

Las últimas medidas tomadas por el Gobierno para reducir el subsidio que asigna el Estado para el diésel Premium y las gasolinas Extra y Ecopaís plantea un nuevo escenario. La venta de estos productos a precios internacionales crea las condiciones para que las empresas privadas participen de este mercado.

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Actualmente, el principal importador de combustibles en el país es la empresa pública Petroecuador, que abastece la mayor parte del mercado.

Con estos derivados la firma estatal realiza mezclas con los productos que obtiene localmente en sus refinerías. Pero, ante paradas de emergencia -como la que hubo en el complejo refinador de Esmeraldas- las compras al exterior suben.

Entre enero y agosto de 2025, la importación de combustibles ascendió a 50,2 millones de barriles. Esto significa un aumento del 11,9 % frente al mismo periodo de 2024 (44,8 millones de barriles), según el último Informe Estadístico Mensual de Petroecuador.

La mayor compra de estos productos implica un aumento en la asignación de recursos. Entre 2020 y 2024, en promedio, se destinaron $ 5.539 millones por año para adquirir derivados en el exterior (ver gráfico).

El monto promedio asignado para estas adquisiciones en los últimos años es similar al déficit fiscal estimado para este 2025 ($ 5.625 millones), en el Presupuesto General del Estado.

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Por esta razón, ir hacia el retiro de los subsidios en los combustibles y el sinceramiento de sus precios permite abrir las puertas a la participación de las empresas privadas, refiere Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal.

En Ecuador, la libre importación de combustibles fue regulada en septiembre de 2020, durante el Régimen del expresidente Lenín Moreno, mediante el Decreto Ejecutivo 1158.

Este insumo permite que empresas o personas naturales nacionales o extranjeras legalmente establecidas importen derivados de petróleo bajo normas de calidad vigentes. Sin embargo, hasta antes de agosto de 2025 no había las condiciones para entrar en igualdad de condiciones a esta competencia.

La asignación de subsidios para los combustibles se redujo, en Ecuador

La Extra, Ecopaís y diésel Premium recibían hasta julio subvenciones altas del Estado. En el caso del último producto era casi $ 1 por galón. Las gasolinas, percibían entre 5 y 12 centavos, respectivamente.

A partir de agosto de 2025 hubo un cambio en el reglamento de fijación de precios de la Extra y Ecopaís. El ajuste causó que las subvenciones disminuyan y lleguen incluso a desaparecer en septiembre.

Mientras tanto, tras el ajuste dispuesto por el Ejecutivo en el precio del diésel Premium, este producto subió de $ 1,80 a $ 2,80 y su subsidio se redujo a 16 centavos por cada galón.

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Si la reducción en el subsidio se mantiene e incluso se elimina, las empresas privadas calificadas como abastecedoras podrán comprar también en el exterior estos productos y venderlos a los diferentes segmentos que usan estos productos: automotor, eléctrico, naviero, industrial, pesquero y otros.

En Ecuador existen alrededor de seis firmas calificadas como abastecedoras. Pero no operaban porque el precio subsidiado de estos combustibles no les resultaba rentable, precisa Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador (Camddepe).

Para impulsar estas operaciones, el Gobierno exoneró últimamente el impuesto al valor agregado (IVA) y el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), menciona Erazo, quien precisa que solo una firma privada ha importado gasolina Súper.

Además, para participar de este mercado se requiere establecer tarifas para el uso de la infraestructura que almacena, transporta y despacha gasolinas y diésel.

La ARCH debe actualizar el esquema de precios de la infraestructura de Petroecuador

El diésel aún no se puede importar, nadie va a comprar caro para vender barato, 16 centavos de subsidio por galón es una fortuna”.

Alberto Acosta Burneo

Editor de Análisis Semanal.

El Ejecutivo dispuso en el Decreto Ejecutivo 83, firmado el 11 de agosto de 2025, que la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos, (ARCH) actualice en el plazo máximo de 60 días el esquema de tarifas y las condiciones de uso de la infraestructura de los sistemas de poliductos y terminales de la Petroecuador, considerando costos de mercado y acceso a la infraestructura en igualdad de condiciones.

Con este esquema de precios y con costos de gasolinas, acorde al mercado internacional, los privados podrían entrar ya a importar estos derivados. “El diésel aún no se puede importar, nadie va a comprar caro para vender barato, 16 centavos de subsidio por galón es una fortuna”, apunta el editor de Análisis Semanal.

En 2024, la diferencia entre los ingresos y costos por ventas internas de los combustibles importados generó en el Estado una pérdida de $ 1.658 millones, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).

Para reducir este efecto negativo en el Fisco, la importación de derivados por parte de los privados es clave, indica Erazo.

La libre importación permitirá también tener un mercado más competitivo, que ofrezca precios bajos para atraer más clientes. Así, los consumidores pueden comprar en función de su necesidad, ya sea considerando el precio o la calidad, precisa Fernando Santos, exministro de Energía y Minas. 

“Es el momento de quitarle ya la carga a Petroecuador y dejar que el sector privado importe”, enfatiza Santos.

Para que esto se concrete es clave, añade Santos, eliminar el sistema de bandas que evita alzas extremas del valor ante un aumento elevado del precio del petróleo, mas ahora que se pronóstica que en los próximos cuatro años el costo de los combustibles caerá. En 2026 se prevé que el West Texas Intermediate (WTI) -que es la materia prima de la que se extrae los combustibles- se podría ubicar por debajo de los $ 60 el barril. 

"Esta es la oportunidad dorada para sacarle al Estado de un negocio, en el que nunca debió estar y que maneja muy mal", asevera el exministro de Energía y Minas.

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