
Impacto del paro nacional en la economía de Ecuador: posibles afectaciones
La medida, que rechaza la eliminación del subsidio al diésel, evoca el paro de 2022, que dejó pérdidas económicas millonarias
La convocatoria a un paro nacional "inmediato e indefinido" por parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha encendido las alarmas en el sector empresarial del país. La medida, que rechaza la eliminación del subsidio al diésel, evoca el precedente de junio de 2022, cuando 18 días de paralización dejaron pérdidas económicas devastadoras que sirven como referencia para proyectar el impacto de una nueva movilización.
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El último gran paro nacional de junio de 2022 dejó pérdidas económicas de $1.115,4 millones, según cálculos del Banco Central del Ecuador (BCE), una cifra que representó el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) de esa época. Paradójicamente, este monto resulta similar al que el gobierno destinaba anualmente al subsidio al diésel, cuya eliminación es precisamente el detonante de la actual protesta.
Jorge Altamirano, analista económico, advierte que proyectar el impacto de un posible paro actual es complejo y depende de variables específicas. "Es difícil cuantificarlo ahora porque dependerá de cuántos días dure, de qué carretera se cierre, cuántas provincias, cuántas movilizaciones se dé. Hay algunas variantes en todo esto", explica Altamirano, quien subraya que será "fundamental la cantidad de días que esto se paralice" y especialmente qué vías estratégicas resulten bloqueadas.
Esta variable del cierre de carreteras es crucial, ya que determina el nivel de afectación a las cadenas de suministro y el transporte de productos. El analista proyecta que si la duración y alcance fuera similar a 2022, "esperaríamos que vamos a tener entre daños y pérdidas que reporten las empresas por no poder producir o llevar sus productos, o productos que van a perecer porque tienen tiempo de caducidad, que puede ascender a cientos de millones de dólares".
Desde otra perspectiva, Juan Pablo Jaramillo, analista económico, cuestiona la lógica costo-beneficio de la decisión gubernamental. "Si es que replicáramos lo que pasó en el 2022, en donde los costos de la paralización para el país estudiaron cercanos a los $1.000 millones de dólares, encontraríamos que no existe un beneficio tangible, al menos en el corto plazo de esta medida", explicó.
El paro nacional genera afectaciones para productores y trabajadores
El experto señala que las compensaciones anunciadas por el gobierno podrían superar incluso lo que se pretende ahorrar con la eliminación del subsidio. "Sustituir un tipo de subsidio por otro tipo de subsidio no está tan claro cuál es el beneficio de eso, tomando en cuenta toda la conflictividad que se puede generar", advirtió. Jaramillo también señala que el diésel, a diferencia de otros combustibles, "tiene un encadenamiento con todos los sectores productivos de la economía", lo que podría generar un mayor efecto inflacionario.
Las cifras del paro de 2022 respaldan estas preocupaciones. Según análisis especializados, esa movilización significó que se impidiera la creación y se destruyeran alrededor de 58.174 fuentes de empleo. Si se considera que cada fuente laboral tiene entre 3 y 4 dependientes, el total de ecuatorianos perjudicados alcanzó los 232.696 ciudadanos.
El sector comercio fue uno de los más golpeados en 2022, con pérdidas estimadas en $318,1 millones. La industria láctea perdió 8,5 millones de litros de leche cruda, lo que representó aproximadamente $13 millones en daños. El sector exportador acumuló pérdidas de $ 27 millones solo en la primera semana, afectando a más de 700 empresas que no pudieron trasladar sus productos a puertos y aeropuertos.
La experiencia histórica demuestra que las consecuencias de estos paros trascienden el período de movilización. Según el economista Pablo Lucio Paredes, después del paro de octubre de 2019, la actividad económica del país cayó de entre 0 y 0,5 a -1,4%, lo que se tradujo en "menos producción, menos empleo, menos ingresos" para los ecuatorianos.
Los empresarios recuerdan que las manifestaciones de 2022 pusieron en riesgo más de 150.000 plazas de empleo, según datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).