
Guía para entender tu puntaje crediticio tras cambios del buró de octubre en Ecuador
Reforma amplía fuentes que alimentan el score: arriendos, servicios básicos y contratos privados suman al perfil crediticio
El 13 de octubre de 2025 entró en vigor una reforma al Código Orgánico Monetario y Financiero (COMF) que transformó la forma en que se construye el puntaje crediticio en Ecuador. Entender estos cambios es fundamental para saber cómo se calcula ahora ese número que abre o cierra las puertas al crédito.
El puntaje crediticio o score es un número que va de 1 a 999 puntos. Este puntaje mide la probabilidad de que una persona cumpla con sus obligaciones de pago en los próximos 12 meses. Entre más alto el número, mejor el perfil crediticio y mejores las condiciones para acceder a préstamos.
Hasta antes de octubre, este puntaje se construía principalmente con información que reportaban bancos y cooperativas. Eran los únicos obligados a entregar datos sobre créditos, tarjetas y comportamiento de pago de sus clientes. Otros actores lo hacían de forma optativa.
Score crediticio: ¿Qué otra información puede ser tomada en cuenta?
La reforma cambió esta estructura. Ahora el score se alimenta de muchas más fuentes de información. La Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros entregará datos del mercado de valores a los burós de crédito. Pero el cambio más significativo es la inclusión de obligaciones que antes no contaban.
Los contratos de arrendamiento ahora forman parte del historial. Margarita Hernández, experta en inclusión financiera con perspectiva de género, lo explica con un ejemplo: "Si usted tiene un departamento y se lo arrienda a alguien que le paga puntualmente, esa información podrá ser reportada".
Los servicios básicos también cuentan. Los pagos de luz, agua, internet y telefonía móvil alimentarán el score. Cada factura pagada a tiempo fortalece el historial. Cada atraso lo debilita.
Las obligaciones comerciales entran en el cálculo. Los compromisos de pago entre privados también se reportarán. En resumen, cualquier actividad que refleje la conducta de pago de una persona podrá sumarse al buró.
Este cambio tiene dos caras. Para quienes pagan puntualmente, es una oportunidad. Alguien que nunca ha tenido un crédito bancario pero siempre paga a tiempo sus servicios básicos y su arriendo ahora podrá demostrar ese buen comportamiento. Su puntaje se construirá con esa información y tendrá acceso al sistema financiero formal.
Para quienes tienen atrasos, también hay un lado positivo. El score es dinámico y cambia con el tiempo. David Castellanos, gerente de Data y Analítica de Equifax Ecuador, lo confirma: "El score es una herramienta dinámica que cambia con el tiempo. Los pagos al día poco a poco reemplazan los pagos atrasados, así que mejorar el puntaje es un proceso gradual".
Los factores que dañan el puntaje son claros: pagos atrasados y sobreendeudamiento. No se trata de cuántas deudas se tengan, sino de si existe capacidad real para pagarlas. Alguien con múltiples créditos que paga todo a tiempo tendrá mejor score que alguien con una sola deuda atrasada.
Factores positivos
Para mantener un buen puntaje bajo las nuevas reglas, lo primero es pagar todas las obligaciones a tiempo. Esto ahora incluye desde el crédito del banco hasta el recibo de luz. Lo segundo es poner los contratos de servicios a nombre propio, no al de los padres, para que esa información alimente el historial personal.
Un punto clave es mantener el uso del crédito por debajo del 30% del límite disponible. Tener varias tarjetas no daña el puntaje. Lo que lo deteriora es el sobreendeudamiento, es decir, no tener capacidad para pagar.
La información tarda entre 45 y 60 días en actualizarse en el buró, dependiendo de cuándo cada entidad reporte. Los reportes muestran únicamente operaciones de los últimos dos años, ya sean vigentes, vencidas o canceladas.
¿Desde cuándo aplica el cambio?
La Junta de Política y Regulación Financiera y Monetaria aún debe emitir la normativa específica que detalle qué información se entregará exactamente, con qué periodicidad y mediante qué mecanismos. Este reglamento definirá el alcance completo de la reforma.
Lo esencial es comprender que el puntaje crediticio ya no depende solo de los bancos. Cada pago que se realiza, desde el más pequeño hasta el más grande, ahora puede contar para construir o destruir el historial financiero. El sistema se volvió más amplio y más inclusivo, pero también más exigente con la responsabilidad en todos los compromisos de pago.
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