
Tumbaco lanza plan "Vigilantes Seguros" para frenar robos a vehículos
Vecinos de Tumbaco se unen al plan para evitar robos a vehículos
Tumbaco, una parroquia del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), enfrenta un problema creciente que afecta a diversas zonas de la capital: el robo de autopartes y accesorios vehiculares.
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El robo de autopartes se intensifica en Tumbaco
Según cifras de la Policía Judicial, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2025, se han registrado 100 denuncias en esta parroquia, un incremento del 16% en comparación con el mismo periodo del 2024. La problemática también se replica en Cumbayá, donde moradores alertan sobre un aumento similar.
En todo el DMQ se han contabilizado 910 denuncias por robo de bienes y autopartes hasta mayo de este año. Sectores comerciales como La Carolina, en el norte, y varias zonas del sur presentan altos niveles de incidencia, especialmente durante los fines de semana.
Ante esta problemática, la comunidad y la Policía han activado estrategias conjuntas. En Tumbaco, el Comité de Seguridad, liderado por Juan Caiza, Carmen Llerena y Rosa Hidalgo, impulsa el proyecto Vigilantes seguros, una iniciativa que busca fortalecer la prevención del delito mediante la organización ciudadana.
El proyecto consiste en la capacitación de 26 personas encargadas del cuidado vehicular en el centro de Tumbaco. “Lo fundamental es que sean personas comprometidas con la seguridad del barrio”, explica Carmen Llerena. Los participantes, en su mayoría pertenecientes a grupos vulnerables, como mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad, recibieron formación en seguridad preventiva con apoyo de la Policía y la Administración Zonal.
A cada integrante se le proporcionó un chaleco y una gorra roja con distintivos policiales de color rojo. Sin embargo, su labor va más allá del control vehicular. Están organizados en brigadas para alertar sobre comportamientos sospechosos, colaborar en la seguridad vial, especialmente en horarios de ingreso y salida escolar, y participar en talleres de psicología comunitaria para fortalecer la cohesión vecinal.
“Son personas de confianza, habitantes de la misma comunidad. Ellos no están involucrados en actividades sospechosas. Son nuestros ojos en la calle”, enfatiza Llerena.

¿Qué pasa con Cumbayá?
La vecina parroquia de Cumbayá también ha iniciado una estrategia similar, liderada por el capitán de Policía Rommel Rodríguez. El objetivo es capacitar a cuidadores formales en el centro parroquial y áreas aledañas.
Rodríguez ha comenzado un levantamiento de información para identificar a los participantes. Aunque algunos cuidadores como Medardo Redrobán y Amparo Tintín aún no han sido incorporados al proyecto, ambos expresaron su interés en recibir formación. “Sería bueno tener apoyo y capacitación, porque hay personas informales que nos hacen quedar mal”, comenta Tintín. Ella denuncia que algunos trabajadores no autorizados retiran los tickets originales y realizan cobros indebidos, generando conflictos con los usuarios y desprestigiando a los vigilantes formales.
El presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Cumbayá, Pedro Tapia, dice que el grupo de vigilancia nocturna ha demostrado efectividad. “Los negocios los conocen, están conectados por chat, trabajan articuladamente. Desde que están organizados, no se han reportado robos de autopartes ni vehículos en la noche”, asegura.
No obstante, admite que, aunque pocos, ha habido reclamos por comportamientos inadecuados de algunos cuidadores frente a ciudadanos que se niegan a pagar. Por ello considera que la formalización y el entrenamiento son claves.
Tapia también recuerda que el GAD ha solicitado la competencia sobre la gestión de la zona azul para invertir directamente en obras locales como aceras, señalización y soterramiento de cables. “El Municipio dice que jurídicamente no se puede, pero creemos que es una decisión política. Lo importante es que los recursos generados por la zona azul se reinviertan en la parroquia”, manifiesta.
El programa vigilante seguro nació hace 10 años y varias ciudades del país lo han implementado. El objetivo es capacitar a los cuidadores de vehículos en vigilancia e identificación de perfiles sospechosos como estrategias para reducir los delitos de robo de vehículos y accesorios.