
Animales hacinados en cajas: rescate evidencia tráfico ilegal en Quito
Criaderos clandestinos y abandono animal: problemática creciente en Quito
Un nuevo operativo en el Mercado Las Cuadras, al sur de Quito, reveló nuevamente la crudeza con la que se comercializan animales de compañía en la ciudad. Doce ejemplares -tres perros y nueve gatos- fueron rescatados tras ser encontrados dentro de cajas de cartón, sin ventilación, escondidos entre legumbres, temblorosos, sin alimento y expuestos a temperaturas sofocantes.
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Los gatos, encerrados en cajas, lucían asustados y en silencio. Se acurrucaban unos contra otros, buscando refugio del calor sofocante, mientras sus maullidos apenas se distinguían entre el bullicio del mercado. Los perros, por su parte, permanecían inmóviles, algunos con claros signos de deshidratación. Incluso un can de raza grande fue rescatado en condiciones preocupantes. Esta escena, lejos de ser un caso aislado, refleja una problemática que persiste y va en aumento en el Distrito Metropolitano de Quito.
Según la Unidad de Bienestar Animal (UBA), la venta ilegal de animales en los mercados quiteños continúa siendo una práctica habitual, pese a los esfuerzos de control y sanción. Carla Caiza, inspectora de Fauna Urbana de la UBA, señala que el Mercado Las Cuadras es uno de los puntos más conflictivos. “La gente sigue comprando animales como si fueran objetos. Mientras haya demanda, habrá quien los venda”, dice.
Una cadena de sufrimiento
En este último operativo, una persona fue sancionada por comercializar animales de compañía. La Ordenanza Metropolitana 095 califica esta práctica como una infracción muy grave, castigada con multas que pueden llegar hasta los 10 salarios básicos unificados ( $ 4.750).
De enero a mayo de 2025, la UBA ha realizado 31 operativos contra la comercialización ilegal de animales de compañía en diferentes sectores de Quito, en un esfuerzo por combatir este tipo de delitos y fomentar una tenencia responsable.
De acuerdo con datos de la UBA, desde hace cuatro años los operativos en el Mercado Las Cuadras, el número de rescates ha fluctuado: inicialmente se encontraban entre 10 y 15 animales por intervención, mientras que en las últimas inspecciones se ha reportado entre 5 y 11.
Pero el problema va más allá de las cifras. Caiza advierte que muchos de los animales comercializados no están vacunados, presentan signos de enfermedades y han sido criados en condiciones que vulneran completamente su bienestar. “Las perritas son forzadas a parir continuamente. Algunos cachorros ya nacen con patologías, lo que los condena a una vida corta y dolorosa”, explica.
Además, como ya se ha identificado a las personas han optado por nuevas modalidades de venta como comercializar las mascotas a través de catálogos incluso de animales que aun no nacen.
La venta clandestina también se ha extendido a otros puntos de la ciudad, como los mercados de Chiriyacu y El Recreo, el parque La Carolina e incluso zonas del norte como El Bosque. Allí se han identificado criaderos ilegales que importan perros desde Colombia, comercializando razas como bulldog francés por valores que oscilan entre 1.200 y 1.500 dólares.
“La venta de mascotas se ha convertido en un modo de vida para muchas personas, pero detrás hay un sistema cruel. Las hembras son explotadas hasta morir por hemorragias o enfermedades provocadas por partos continuos sin atención veterinaria”, denuncia la abogada Vanessa Carrión, integrante del movimiento ciudadano Ruge.

Venta ilegal de mascotas sigue creciendo en Quito pese a operativos y sanciones
Carrión critica que aún exista desconocimiento sobre el cuidado responsable. “Se adquieren mascotas por moda -como huskies o pitbulls- sin tener idea del espacio, tiempo y dinero que requieren. Eso termina en abandono”, señala.
Vanessa Carrión
La animalista Claudia Alvear coincide con Vanessa Carrión y advierte que muchos de los animales comprados terminan siendo abandonados. “En la ciudad aún no existe una verdadera conciencia de que los animales son seres sintientes que requieren cuidados, tiempo y compromiso. Cuando estos factores faltan, lo más común es que sean dejados a su suerte”, señala.
Frente a este panorama, la UBA destaca avances importantes en control poblacional. Entre 2019 y 2023, la densidad de perros en condición de calle en Quito era de 100 por kilómetro cuadrado. Para 2024, esa cifra se redujo a 25.
En los últimos dos años, se han esterilizado cerca de 90 mil animales, lo que habría evitado el nacimiento de más de 159.000 crías no deseadas.

Pese a ello, Carrión insiste en que el enfoque debe ser integral. Propone una base de datos nacional, campañas masivas de adopción y esterilización, especialmente en zonas rurales, y sanciones más efectivas. “No basta con multar. Se necesita un registro que impida que las personas reincidan en la venta ilegal. Hay que atacar la raíz del problema: los criaderos clandestinos y la falta de educación”, apunta.
Además, sugiere que las universidades se involucren en el levantamiento de información sobre la situación real de los animales en calle y la pobreza urbana relacionada. “Es necesario un evento nacional con todas las instituciones que permita visibilizar la magnitud del problema”, agrega.