
Aquiles Álvarez baja el tono con Marcela Aguiñaga: "Yo le tengo un cariño enorme"
Aquiles Álvarez habla sobre su situación actual con la Prefecta del Guayas y el paso elevado de Ceibos
Tras semanas de cruces y declaraciones tensas, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, bajó el tono de sus comentarios hacia la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, durante su enlace radial de este miércoles. Aunque aseguró que “no cree en los signos”, bromeó diciendo que, por ser aries, suele olvidar rápido los conflictos.
El tema surgió después de que le preguntaran si de verdad confía en la resolución de la Prefectura en el tema del paso elevado del sector Los Ceibos, ante el cual el alcalde se mostró tranquilo expresando que "elegía confiar". También llamó a que se analice "fríamente" los descargos administrativos y legales de la documentación implementada para la construcción de la obra "no tiene que ganar el Municipio de Guayaquil, los que pierden son los ciudadanos".
También se refirió a la supuesta documentación falsa, expresando que la Prefectura solo está haciendo eco al Ministerio del Ambiente. En cuanto a su relación con Aguiñaga declaró que "le tiene un cariño enorme" destacando su compañía durante las campañas y expresando que el problema no debe ser entre los dos sino con el Ministerio del Ambiente "que busca desgastarlos".
El conflicto por el paso elevado de Ceibos
La construcción de un paso elevado en el norte de Guayaquil, se convirtió en el eje de una disputa institucional entre la Prefectura del Guayas y el Municipio de Guayaquil. El proyecto, impulsado por la administración del alcalde Aquiles Álvarez, fue suspendido por la Prefectura tras detectar presuntas irregularidades en su aprobación ambiental. La medida generó una serie de declaraciones cruzadas entre Álvarez y la prefecta Marcela Aguiñaga.
Este se intensificó a finales de julio de 2025, cuando la Prefectura del Guayas, a través de su Dirección de Gestión Ambiental, inició un proceso administrativo contra el proyecto del paso elevado. Según declaraciones de la directora María Jácome, el Municipio habría presentado documentación con inconsistencias técnicas, lo que motivó la suspensión temporal de la obra por una posible infracción “muy grave”.

El alcalde Álvarez reaccionó públicamente, acusando a la Prefectura de “paralizar el desarrollo de Guayaquil” y de actuar con motivaciones políticas. Aguiñaga respondió señalando que no se había revocado ningún permiso, sino que se estaba cumpliendo con los procedimientos legales correspondientes. “No estoy para fastidiar al alcalde".
La polémica escaló cuando el Ministerio del Ambiente emitió un informe que abrió la puerta a una investigación de la Fiscalía. Aunque la Prefectura detuvo el proceso judicial, el caso generó cuestionamientos sobre la transparencia en la ejecución de obras municipales
Trolls y ofensiva digital
En medio del conflicto por el paso elevado, Aguiñaga denunció públicamente la supuesta contratación de “trolls” por parte de personas cercanas al entorno del alcalde Álvarez. En entrevista a EXPRESO, la prefecta afirmó que “la prefectura se gana trabajando en los 25 cantones, más que con contratación de troles, como últimamente hacen algunos”.
Al ser consultada directamente sobre si se refería al Municipio o al alcalde, respondió: “No sé si el alcalde, alcalde, pero de que algunos amigos de él pueden ser, estoy casi que segura”.
Reacciones en redes
La disputa por el paso elevado derivó en una serie de pronunciamientos políticos. Aguiñaga denunció una “red de ataques” en redes sociales, que calificó como una ofensiva orquestada para desacreditar su gestión. “No cederé a chantajes”, afirmó.
Por su parte, Álvarez fue convocado por la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Asamblea Nacional para explicar la situación del proyecto. La convocatoria se dio en medio de un ambiente de polarización, donde sectores ciudadanos y políticos expresaron posiciones divididas sobre la legalidad y pertinencia de la obra.
La prefecta también cuestionó la desinformación en torno al caso y reiteró que su administración actúa conforme a la normativa ambiental vigente. “El día que no sirva para la provincia, me iré a mi casa”, dijo en respuesta a las críticas recibidas.