
Tras accidentes de tránsito y robos, Cumbayá construye un sendero seguro
La implementación del Sendero Seguro durará 10 semanas. Estos son los cierres viales y rutas alternas
Los constantes accidentes de tránsito, la falta de aceras y la inseguridad fueron las razones que motivaron la construcción de un Sendero Seguro en San Juan de Cumbayá. Sin embargo, mientras las obras avanzan, los cierres viales han provocado malestar entre los vecinos, quienes expresan su preocupación por el tránsito caótico y los riesgos que persisten en las curvas donde los vehículos circulan a exceso de velocidad.
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San Juan de Cumbayá requiere seguridad vial
El proyecto, ejecutado por el Municipio de Quito a través de la Administración Zonal Tumbaco, busca devolver la seguridad a una de las zonas con mayores índices de siniestralidad vial en el valle. “San Juan es una zona de alta accidentabilidad. Según los reportes de la Agencia Metropolitana de Tránsito otorgados a la Administración, hemos registrado hasta 27 accidentes en apenas tres meses, principalmente en los giros del puente del Bypass y las intersecciones con la calle Veloz, El Faro y la avenida Oswaldo Guayasamín”, explicó Julio Valdiviezo, administrador zonal de Tumbaco.
La intervención comprende 740 metros lineales entre el Colegio Nacional Cumbayá y el puente del Bypass, donde confluyen la Unidad de Policía Comunitaria, el Cuerpo de Bomberos y varios espacios públicos. La obra incluye ampliación de aceras, repavimentación, señalización horizontal y vertical, mobiliario urbano, iluminación y adecuaciones para personas con discapacidad. La inversión asciende a 355.169 dólares y su ejecución tomará diez semanas, con jornadas extendidas de lunes a domingo.
Obra municipal incluye aceras e iluminación
El trazado del sendero irá desde la calle Cristo Rey hasta Medardo Silva y Aurora Estrada, cruzando la avenida Interoceánica mediante un paso seguro. Esta conexión busca priorizar al peatón, sobre todo a los estudiantes y vecinos que a diario deben desplazarse por una vía donde antes no existía un espacio adecuado para caminar.
La topografía del sector, las curvas cerradas y la falta de señalética agravan el tránsito. Durante las horas pico, los conductores deben lidiar con embotellamientos y desvíos. “Las vías alternas existen, pero son más distantes y poco conocidas. Hemos dispuesto rutas por las calles Alfonso La Miña, Belisario Iquebedo y Belisario Quevedo, que conecta con el redondel del Auqui”, detalló Valdiviezo.
Pese a estas alternativas, los vecinos afirman que las demoras se han vuelto parte del día a día. “El tráfico está insoportable. Hay buses que se desvían y la gente tiene que caminar largas distancias para llegar a sus casas o al trabajo”, comentó Mario López, morador del barrio desde hace más de 20 años. Aun así, reconoce que la obra era necesaria: “Este proyecto se pedía desde hace más de 15 años. Antes solo hacían arreglos momentáneos y los accidentes seguían”.

Trazado prioriza peatones y estudiantes
Además de la movilidad, la intervención busca reducir los delitos en el área. La secretaria del barrio San Juan Bautista, Matilde Lligña, señala que “a la altura del intercambiador se han registrado varios asaltos por la falta de iluminación”. Confía en que el nuevo sendero y las luminarias disuadan los robos, aunque admite que el cierre temporal ha causado molestias. “Hay malestar porque muchos deben caminar más, pero esperamos que el resultado sea positivo”, comentó.
El Municipio, por su parte, planifica reforzar la presencia policial en las zonas más conflictivas, especialmente alrededor del colegio y el parque. También se implementarán estrategias de pacificación del tráfico, como calzadas elevadas para reducir la velocidad y mejorar los cruces.
Mientras las máquinas avanzan y los obreros trabajan incluso los fines de semana, los moradores miran con una mezcla de esperanza y resignación. Esperan que los beneficios de la obra compensen los inconvenientes temporales. “Lo que más pedimos es que haya más patrullaje y control de velocidad. Aquí los carros bajan a toda marcha y las curvas son peligrosas”, agregó López.