
Tras 36 años, la feria libre de La Ofelia, en Quito, busca mejorar la convivencia
Vendedores recuerdan que Borja impulsó este espacio de venta de productores a consumidores, en 1989
Buena parte de los residentes de los alrededores de la feria libre de La Ofelia, en el norte de Quito, han aprendido a verla como un vecino más. Varias veces intentaron, sin suerte, desterrarla. Se han quejado por los malos olores, intenso tráfico vehicular, acumulación de basura y porque la ven como un foco de inseguridad.
Pero, luego de 36 años y nueve meses, los mismos comerciantes han buscado organizarse para cuidar a su clientela y mejorar la convivencia con los moradores de Cotocollao, norte de la ciudad.
El 17 de marzo de 1989, a través del Decreto Ejecutivo N.º 278281, el entonces presidente Rodrigo Borja instauró esta y otras ferias libres en el país. El objetivo: reducir la inflación, al eliminar la cadena de intermediarios y ofrecer frutas, legumbres, carnes y más, del productor al consumidor.
Franklin Molina, de 56 años, trabaja en la feria desde que era adolescente. Trae cangrejos y otros mariscos, bajo pedido, desde Santa Rosa, en Machala. Por ejemplo, cuatro atados, de 56 crustáceos, pueden venderse entre 60 y 90 dólares, según la temporada.
Molina está contento por los cambios que ha emprendido la directiva. Comentó que los sábados en la noche recogen la basura. Y durante un recorrido de EXPRESO en domingo, se confirmó que en el interior de la plataforma de dos hectáreas no existían desechos.
Productos llegan directo de los comerciantes a consumidores, en La Ofelia
Alexandra Lema tenía menos de 15 años cuando se instaló la feria, donde trabajó con su madre. Hoy, mientras vende frutas de Costa y Sierra, cuenta que acaba de ser reelegida para un nuevo período como presidenta de la Asociación de Comerciantes Libres e Independientes de La Ofelia. Recuerda que Borja les explicó que su intención era que los productos lleguen a mejores precios a los compradores.
“(Borja) era un Velasco Ibarra, por su forma de hablar”, mencionó. En esa época, el piso donde se ubicaban los vendedores era de tierra y no había cerramiento.
En la feria libre han invertido en techos
Alexandra Lema recordó que Borja les dio unas carpas, que usaron por años. Pero bajo su dirección se organizaron y colocaron techos, para resguardarse ellos y a sus clientes ante la lluvia y el sol. Ahora son unos 800 socios de Sierra, Costa y Amazonía. Llegan desde las 03:00 los jueves y los sábados se van a las 22:00.
“En los supermercados, la gente está bajo el techo. Desde hace unos meses nosotros también y aquí les damos la ‘yapa’ (una porción extra). Tenemos guardias, dejamos la basura clasificada en orgánica y papel”, indicó Lema.
También que en dos años y medio de su primera administración se han igualado en los pagos del servicio de agua potable. Debían un acumulado de $60.000. Hoy, cero.
Esto dicen los vecinos de Cotocollao
Este Diario buscó al comité promejoras y otros dirigentes del sector, quienes pidieron la reserva de sus nombres. Manifestaron que, al momento, la basura no es el principal problema, sino el mal uso del espacio público alrededor de la feria, ubicada en Cotocollao, y la congestión vehicular.
Señalaron que mientras no terminen los trabajos que se realizan desde la calle Lizardo Ruiz hasta la parte posterior de la feria, no se puede evaluar cómo quedará la zona. Se quejan por el deterioro de los contenedores de basura y por su ubicación. Dicen que el incremento de vendedores autónomos y del microtráfico les preocupa.
Lo que dicen Emaseo y el apoyo de la Universidad Central
- La Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) indicó que su cuadrilla de barredores pasa a diario e incluso comentó que frente a la feria cuentan con un centro logístico. En el momento de la visita de EXPRESO, uno de sus barredores recogía platos, vasos desechables y más basura.
- Los estudiantes de Química y Biología y de Administración de la Universidad Central hacen trabajo de vinculación con la comunidad en la feria. Ellos verifican la limpieza de productos y el uso de abono orgánico. Además, les enseñan a declarar impuestos.
- Moradores y vendedores se quejan de personas que beben y tienen música a todo volumen en una vivienda que se instaló junto a la feria.
La Secretaría de Salud habla sobre su rol
EXPRESO consultó a la Secretaría de Salud si ha detectado problemas de salubridad en la feria libre de La Ofelia, que queda cerca su unidad norte. La respuesta fue que no es su competencia ni podría intervenir en un predio que no es propiedad municipal (es del IESS). Sin embargo, “nuestro rol es poner atención a situaciones que pudieran poner en riesgo la salubridad”. Si se necesitara limpieza o control de plagas, la entidad estaría lista para colaborar con el MSP y Arcsa, indicó.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!