
¿Qué soluciones se plantean para resolver el caos vial en Cumbayá?
Cumbayá carece de una red vial que conecte el norte y sur de la parroquia
Las obras viales que se ejecutan en Cumbayá han agudizado los problemas de tránsito en una parroquia que ya enfrenta un déficit estructural de vías.
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En la avenida Eloy Alfaro, por ejemplo, a la altura del Colegio Nacional Cumbayá, los trabajos han generado embotellamientos y demoras diarias.
Tania, vecina del sector, relata que su trayecto hasta el Ventura Mall, en Tumbaco, un recorrido que normalmente toma 20 minutos, en la actualidad le demanda 50 minutos. “Indigna ver cómo Cumbayá está abandonada a su suerte; el tránsito es un caos”, expresó.
Promesas de mejora que llevan años
Las ofertas de mejoramiento vial en Cumbayá llevan años sobre la mesa, pero pocas se han concretado. Gustavo Almagro, otro morador, señala que es urgente completar proyectos como la extensión de la Ruta Viva, entre el redondel de Puembo y el conector de Alpachaca, que podría aliviar el tránsito en el valle de Tumbaco.
El problema, coinciden vecinos y expertos, no es nuevo, pero se ha agudizado por la ejecución simultánea de obras y siniestros de tránsito, sin que haya alternativas para movilizarse.
Sin conexión entre el norte y el sur
Sebastián Arias, consultor en temas de movilidad, explica que Cumbayá carece de una red vial que conecte el norte y el sur de la parroquia, lo que genera embotellamientos constantes. Subraya que existen escasas vías transversales como la Diego de Robles, que desemboca en Los Bañistas; el escalón de Lumbisí, que llega al redondel del Auqui; y la María Angélica Idrobo y todas confluyen en los mismos puntos de congestión.
En contraste, las vías longitudinales, como la Ruta Viva y la Oswaldo Guayasamín (Interoceánica), cruzan la parroquia de Tumbaco y absorben tanto el tráfico de paso (vehículos que transitan desde Quito hacia el valle de Tumbaco) como el interno, correspondiente a los residentes.
Esa mezcla de flujos, explica Arias, colapsa los puntos de intersección como el semáforo del centro de Cumbayá y los redondeles del Auqui y Los Bañistas.
“En la práctica, todo el tráfico termina concentrado en los mismos puntos. El diseño vial actual obliga a los conductores a pasar por las mismas intersecciones, sin opciones reales de desvío”, señala el especialista.
Uno de los puntos conflictivos es El Cebollar, donde converge el flujo vehicular de paso y el interno. Los autos que van por la parte de arriba obligatoriamente llegan al redondel de Los Bañistas, y esa vía ya no tiene capacidad para recibir más tráfico, menciona Arias.
Las soluciones que se plantean
Entre las alternativas técnicas planteadas está mejorar la conexión entre la avenida Del Establo y la Pampite, actualmente separadas por la Interoceánica. De acuerdo con el especialista, el primer diseño de esa vía permitía el cruce entre ambas, lo que hubiera facilitado una conexión norte-sur sin tener que pasar por Los Bañistas.
La propuesta consiste en construir una prolongación de los carriles inferiores de la Interoceánica, que conecte ambas avenidas a nivel, mientras el tráfico de paso continúa por debajo. “Esto permitiría que el flujo interno de la parroquia tenga su propia vía, reduciendo la carga sobre ese redondel”, agrega.
El secretario de Movilidad, Álex Pérez, reconoce las complicaciones actuales, pero sostiene que las obras actuales son parte de un plan integral de mejora. “Los trabajos en la Oswaldo Guayasamín y el sendero seguro, en la Eloy Alfaro, son necesarias. Sabemos que generan molestias, pero son parte de las soluciones en la parroquia”, dijo.
Asimismo, Pérez indicó que se han implementado ajustes semafóricos y señalización horizontal y vertical, medidas fueron planteadas en un estudio de movilidad elaborado por el sector privado e instituciones educativas. Entre los proyectos en análisis, destacó un nuevo trazado vial en El Cebollar, que incluiría un intercambiador, y otra conexión posterior en el Reservorio, actualmente en fase de estudio por la Epmmop.

Sin embargo, advirtió que la creación de nuevas vías requiere procesos administrativos como la aprobación en el Concejo, definición de trazados y su incorporación al plan vial. “Eso lleva tiempo, pero estamos avanzando”, aseguró.
EXPRESO solicitó detalles a la Epmmop sobre los estudios y los avances, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta oficial.
Arias también recordó la conexión entre la vía a Nayón y la vía Pillagua, de aproximadamente 700 metros, como una alternativa que podría descongestionar parte del tráfico. “Lo ideal sería que esta administración deje listos los estudios para que la siguiente continúe los proyectos”, concluye.
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