Montañita
Arte. Montañita levanta imponentes murales con rostros emblemáticos.Joffre Lino

Montañita cuenta su historia y legado a través de murales

Rostros de personajes épicos del balneario dan la bienvenida a los turistas

Montañita, uno de los balnearios más visitados y reconocidos del Ecuador a nivel internacional, no solo es sinónimo de surf, turismo y diversidad cultural, sino también de historia viva. Su fama se expandió con la llegada de miles de visitantes extranjeros que cada año vacacionan en este punto de la costa peninsular; sin embargo, detrás del destino cosmopolita que hoy se conoce, existe un pasado comunitario marcado por la pesca, la organización comunal y las tradiciones ancestrales.

Te puede interesar Azuay: Más allá del paisaje

Con el propósito de responder a preguntas frecuentes, ¿cómo fue Montañita antes de convertirse en un referente turístico mundial? o ¿quiénes forjaron sus cimientos?, los habitantes de la comuna decidieron narrar su historia a través del arte.

En el ingreso al balneario se levantan ahora imponentes murales que retratan los rostros de personajes históricos y representaciones icónicas que dieron forma a la identidad montañitense, convirtiendo el espacio público en un museo a cielo abierto.

Carlos Lindao tiene 123 años

Carlos Lindao: el ecuatoriano de 123 años busca validar su increíble longevidad

Leer más

El primer mural rinde homenaje a Lorenzo Villao, primer presidente del cabildo comunal, quien en 1938 lideró la organización del territorio y sentó las bases de la defensa de los derechos ancestrales de la comunidad. Junto a él aparece Luis Rosales, otro recordado dirigente cuya valentía y sabiduría tradicional marcaron una época de liderazgo y cohesión social.

La memoria cultural también se expresa a través del arte y la música. Marcelino Mejillón, reconocido como el primer músico de Montañita, es retratado por su invaluable aporte cultural y el legado sonoro que dejó a las nuevas generaciones.

Asimismo, los murales destacan a Elena Rosales y Delia Orrala, mujeres luchadoras y emprendedoras que, con trabajo y perseverancia, contribuyeron al desarrollo social y económico del poblado, en una época en la que el rol femenino era poco visibilizado.

Otro de los personajes plasmados es Emilio Borbor, hombre sencillo y trabajador que impulsó la fe católica en la comuna, fortaleciendo la espiritualidad como parte del tejido social. También se recuerda a Guillermo Yagual, el primer pescador del lugar, quien con su oficio sostuvo a su familia y guió a otros comuneros en el aprendizaje del arte de la pesca, actividad que dio origen al asentamiento humano en la zona.

La interculturalidad se expresa además en la devoción religiosa, con un mural dedicado a San Isidro Labrador y a la Virgen de Monserrat, patronos de la comuna. Sus festividades, que se celebran desde hace más de un siglo, nacieron con los primeros habitantes de Montañita y se mantienen vigentes como símbolo de fe, tradición y encuentro comunitario.

El diálogo entre tradición y modernidad se refleja en la figura de Dominic Barona, campeona latinoamericana de surf y residente de Montañita. Su imagen representa el vínculo entre la cultura local y el deporte que ha proyectado al balneario como una “ciudad del surf” reconocida a nivel mundial, donde confluyen culturas, idiomas y estilos de vida diversos.

“Cada mural refleja nuestra identidad, nuestra memoria y el crecimiento de un pueblo que hoy avanza unido, transformando el trabajo honesto en obras reales para la comunidad”, expresó Fredy Matías, actual presidente del cabildo comunal, al destacar el valor del arte como herramienta de cohesión social y preservación histórica.

Por su parte, el residente Carlos Valdiviezo resaltó que “el pueblo montañitense ha crecido gracias a la unidad de su gente. Una de nuestras principales características es trabajar juntos por obras de desarrollo comunitario; el resultado de ese esfuerzo hoy está a la vista”.

Origen del nombre

Sobre el origen del nombre Montañita, el historiador peninsular José Villón Torres señala en su libro ´Diccionario Histórico Peninsular´ que la denominación se debe a una serie de pequeñas elevaciones que rodean el sitio. La ensenada donde se asentaron los primeros habitantes fue llamada “Montañita”, en alusión a estas formaciones naturales.

Según la investigación de Villón Torres, el lugar comenzó a poblarse a finales del siglo XIX y, en sus inicios, fue un pequeño pueblo de pescadores. Con el paso del tiempo, esa comunidad ancestral dio paso a un espacio intercultural donde conviven la memoria histórica, el turismo y la diversidad, hoy representados en murales que narran, sin palabras, la esencia de Montañita.

¿Te gusta leer Diario EXPRESO? TE PUEDES SUSCRIBIR AQUÍ