Plaza Bicentenario Riobamba
La nueva cancha costó más de $687.000 y, pese a estar inaugurada, permanece cerrada con candadosPatricia Oleas

La cancha que dividió a Riobamba: ¿progreso juvenil o pérdida patrimonial?

La Plazoleta Bicentenario abrió con candado: entre el festejo por la cancha y la denuncia por un espacio cultural perdido

La nueva Plazoleta Bicentenario, ubicada en el centro histórico de Riobamba, abrió —solo en palabras— hace no más de dos semanas, tras una inversión de más de $687.000. Su construcción buscó revitalizar un espacio patrimonial, pero el resultado ha generado debate: mientras unos celebran la cancha cerrada de básquet como un logro para la juventud, otros sostienen que la ciudad perdió una oportunidad de impulsar el turismo y la cultura.

Del proyecto cultural a la cancha cerrada

En 2023, bajo la administración del exalcalde Napoleón Cadena, se aprobó un proyecto para una plazoleta abierta, multifuncional y con agenda cultural permanente. Esa propuesta incluía accesibilidad universal, cafeterías concesionadas y espacios para cine, teatro y música al aire libre.

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Sin embargo, con el cambio de administración, el plan fue descartado y reemplazado por una nueva iniciativa: una cancha cerrada de básquet con bar de administración municipal. Esa obra fue la que finalmente se ejecutó y la que, hasta este 2 de septiembre, permanecía cerrada.

El estudio que advertía mayores beneficios

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Un estudio técnico independiente señalaba que el modelo cultural podría generar beneficios externos anuales cercanos a $117.000, casi el triple de los $45.000 que se estimaba para la alternativa deportiva. Pese a ello, las autoridades optaron por la segunda opción.

Para algunos colectivos urbanos, la decisión significó desaprovechar un espacio clave. “Pedimos un lugar para el turismo, el comercio y la cultura; lo que recibimos fue una cancha que no tiene el mismo alcance”, cuestiona Andrea Cárdenas, arquitecta y activista local.

En contraste, para jóvenes deportistas, la obra tiene un valor especial. “Antes jugábamos en canchas improvisadas. Ahora tenemos un sitio seguro en el centro, con buena iluminación. Eso también es progreso”, comenta Diego Torres, estudiante de 19 años.

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El economista Daniel Rivas, quien participó en el análisis socioeconómico, advierte que la decisión tuvo un costo alto para la ciudad. “No se trata de restar importancia al deporte, sino de reconocer que la opción cultural ofrecía beneficios más amplios: turismo, empleo, plusvalía urbana. El costo de oportunidad es evidente”, afirma.

Plaza Bicentenario Riobamba
Un estudio técnico proyectaba que el modelo cultural podía generar casi el triple de beneficios económicos que la cancha de básquet, en la imagen.Patricia Oleas

Ciudadanos divididos entre deporte y patrimonio

El cambio de rumbo no pasó inadvertido. Colectivos y dirigentes del barrio presentaron varios pedidos para que el proyecto cultural se mantenga. Incluso el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) obligó al Municipio a convocar audiencias públicas para transparentar la decisión. Sin embargo, varios asistentes consideraron esos encuentros como un trámite burocrático, sin capacidad de modificar lo ya resuelto.

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Durante la sesión solemne por la fundación de Riobamba, el reciente 15 de agosto, el alcalde John Vinueza defendió la obra: “La Plazoleta Bicentenario conjuga patrimonio histórico, funcionalidad contemporánea y sostenibilidad urbana”. Resaltó la restauración del antiguo Club Ferroviario, convertido en centro cultural, los murales cerámicos en homenaje a la tradición ferroviaria y el mobiliario urbano inspirado en la historia local.

El CPCCS obligó al Municipio a realizar audiencias públicas, pero los ciudadanos las consideraron un simple trámite sin impacto real.

Un espacio inaugurado, pero aún con candados

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Pese a que el Municipio oficializó la entrega, el espacio permanece con cadenas. Todavía no se conoce cuál será el modelo de gestión que se aplicará para su uso, lo que ha multiplicado las críticas.

Para las familias, la pregunta que queda sobre la mesa es clara: ¿qué tipo de proyectos deben priorizarse en el corazón patrimonial de Riobamba? ¿Espacios deportivos, culturales, turísticos o un equilibrio entre todos?

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Por ahora, la respuesta está en manos de la ciudadanía, que asegura que continuará exigiendo que las futuras decisiones públicas reflejen no solo el presupuesto disponible, sino el bienestar colectivo a largo plazo.

Plaza Bicentenario Riobamba
Esta es la imagen del proyecto que inicialmente estaba previsto que se construya. Tenía murales, áreas verdes y espacios para facilitar el descanso y el reencuentro.PATRICIA OLEAS

Carla Mejía, habitante de Riobamba, advierte que estará atenta a los resultados de esta obra. “Si funciona y atrae a los jóvenes y las familias, que es lo que soñamos, bienvenido sea. Si el espacio permite el reencuentro, seré de quienes ya no digan nada y acepten que el proyecto tuvo un buen fin. Sin embargo, si apenas unos pocos lo visitan y no hay actividades que inviten a la gente a apropiarse del lugar, que por cierto en reflejo solo de cemento y no de áreas verdes, levantaré la voz. Lo haré porque, como pienso ahora, siento que parte de nuestra historia y patrimonio se fue con el cambio que las autoridades hicieron. Ojalá me equivoque”, señala.

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Lorena Mera, también residente, no tiene fe en el proyecto. Lamenta que el diseño haya quedado tan “frío”. “Veo un aro, un par de luminarias y unos pequeños graderíos. ¿Valió la pena el cambio? No. Derrumbaron nuestra historia, un rincón que era parte de nuestra vida. Lo que está ahora no representa a la ciudad. Y es muy lamentable que las autoridades no se hayan dado cuenta de lo que se estaba perdiendo”, sentencia.

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De su lado , el exdirector de Patrimonio del GAD, Álvaro Orbe, que acompaño la obra explicó que el muro que bordea la plazoleta no podía ser derrocado por encontrarse inventariado como bien patrimonial. “Tiene historia y antigüedad, hemos cuidado que se conserve. Incluso se mantiene una ventana de un piso colonial que queda como vestigio de su importancia. Por eso no podíamos dañarlo y velamos porque se mantenga intacto”, aseguró.

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