
“En la cárcel está amenazado el director y guías”: el trasfondo del crimen en Machala
La víctima retornaba a su trabajo, luego de la masacre que dejó 15 muertos en la cárcel de Machala
“Aquí en la cárcel está amenazado el director y los guías, ya dejaron la vez anterior una cabeza de chancho con panfletos dirigidos al director”, relató el comandante de la Zona 7 de Policía, William Calle, luego del asesinato del guía penitenciario Quilson Enrique Bejarano Herrera, ocurrido la mañana de este sábado 4 de octubre de 2025 en Machala.
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El crimen causó conmoción en la ciudad porque se produjo a solo una cuadra del Comando de la Policía, en las calles Arízaga, pleno centro. Eran alrededor de las 07:30 cuando Bejarano, de 32 años, caminaba hacia el Centro de Rehabilitación Social (CRS), donde debía retomar sus labores tras casi dos semanas de ausencia.
Dos hombres a bordo de una motocicleta lo interceptaron y descargaron nueve disparos sobre él. Murió en el acto, tendido en la calzada, mientras decenas de policías a pocos metros se preparaban para iniciar su jornada.
El uniformado había dejado de asistir al reclusorio desde el 22 de septiembre, fecha en que se produjo la masacre en la cárcel de Machala que dejó 14 reos y un guía muertos. En ese motín, el propio Bejarano estuvo a punto de ser asesinado.
Tras aquella jornada, pidió licencia y viajó a Loja, su tierra natal, para pasar unos días. Pero regresó el viernes 3 de octubre por la noche, con la decisión de reintegrarse a sus funciones.
Operativo hasta Puerto Bolívar
El ataque provocó un operativo inmediato. Policías que estaban en formación y en guardia salieron tras los responsables, quienes escaparon a toda velocidad en una motocicleta.
El seguimiento se extendió hasta la parroquia Puerto Bolívar, pero los sospechosos huyeron. En la escena del crimen, agentes de Criminalística y Dinased recogieron al menos nueve casquillos percutidos.
El cuerpo fue trasladado al Centro Forense de Machala. Las autoridades confirmaron que la víctima recibió múltiples impactos, en su mayoría en la cabeza y el tórax.
El comandante Calle aseguró que se revisarán las cámaras de seguridad del sector para intentar identificar a los sicarios. Mientras tanto, la imagen del cuerpo del guía cubierto con una sábana blanca quedó grabada como símbolo de la vulnerabilidad en que trabajan los custodios penitenciarios.
Violencia carcelaria en el país
El asesinato de Bejarano está directamente vinculado con la violencia carcelaria que golpea al país. El 22 de septiembre, en la revuelta del CRS de Machala, él estuvo entre los guías acorralados. Aquella jornada dejó un saldo sangriento: 14 internos y un custodio muertos.
Desde entonces, los 44 guías que laboran en ese centro recibieron amenazas de muerte. Bejarano fue uno de ellos. Esa presión lo llevó a abandonar momentáneamente sus labores y buscar resguardo en Loja.
Regresó a Machala porque, según Calle, era su “primer día de reincorporación”. La decisión, sin embargo, resultó fatal.
“Había recibido amenazas, como otros guías, y este sábado era el primer día que retomaba sus funciones”, explicó el jefe policial.
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