
Ambato: El alcantarillado en Picaihua pone fin a una deuda histórica
La lucha constante de líderes de esta parroquia logra avance en saneamiento; aún queda pendiente atender otras necesidades
Por años, el agua servida se filtraba en pozos sépticos improvisados. Así vivieron miles de familias en los barrios Inecel, San Luis, San Juan, Tangaiche y 10 de Agosto, en la parroquia Picaihua, en Ambato (Tungurahua).
Sin embargo, tras una lucha constante encabezada por líderes barriales y respaldada por la comunidad, al fin las máquinas llegaron para dar paso a una obra esperada por décadas: el alcantarillado.
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María Ortiz, vecina del barrio San Luis, ha vivido más de 30 años en el sector. Recuerda cómo debieron construir, con sus propias manos, los pozos donde su familia hacía sus necesidades.
“Nos acostumbramos a vivir entre el polvo cuando hace sol y en lodo cuando llueve, pero lo que más nos dolía era que nadie nos escuchaba. Este alcantarillado es un derecho por el que luchamos mucho tiempo. Nadie nos escuchaba, pero insistíamos una y otra vez hasta que nos escuchen. Y pasó”, cuenta mientras observa el avance de las obras en su calle.
Como ella, Manuel López, habitante del barrio Tangaiche, asegura que esta mejora es apenas el comienzo.
“Está bien que nos hagan el alcantarillado, pero ahora necesitamos que arreglen las calles, porque la mayoría son de tierra. Hemos vivido así por años y no ha sido justo. Esta obra por la que luchamos se está haciendo realidad, pero necesitamos que atiendan el sinfín de necesidades que tenemos”, dice, esperando que el progreso no se detenga y no quede todo a medias.
¿Cuánto ha avanzado el proyecto de alcantarillado en Picaihua?
Luis Alfonso Chango, presidente del GAD Parroquial de Picaihua, informó que el proyecto, ejecutado por la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Emapa), tiene actualmente un 70 % de avance.
La obra contempla la instalación de 1,74 kilómetros de redes de alcantarillado pluvial en la calle Julio César Ortiz, y de alcantarillado sanitario en los barrios mencionados, con una inversión de $131.327,82.
Los trabajos incluyen la excavación y compactación de zanjas, colocación de tuberías y el hormigonado de pozos de revisión, fundamentales para el mantenimiento del sistema. También se han construido muros de gavión para reforzar el drenaje pluvial.
“Es una obra técnica, sí, pero también profundamente humana. Estamos pensando en la salud, en la dignidad y en el bienestar de nuestra gente”, manifiesta Chango.
Falta asfaltado de calles, iluminación y seguridad en Picaihua
Los vecinos coinciden en que el alcantarillado marca un antes y un después. No obstante, saben que aún falta mucho: asfaltado de calles, iluminación pública, seguridad permanente. “Este paso es fruto de la unión, de no cansarnos de pedir, insistir y organizarnos”, destaca María Ortiz, residente.
Pese al avance en infraestructura sanitaria, los ciudadanos enfrentan otro reto: la seguridad. En muchos sectores, los robos (especialmente de animales menores) han generado zozobra.
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Para enfrentar esta amenaza, las comunidades se han organizado en brigadas vecinales y han instalado alarmas comunitarias con el apoyo del Consejo de Seguridad Ciudadana (Comseca).
“No queremos que la delincuencia nos quite la tranquilidad que tanto nos ha costado tener. Pedimos que haya controles, pero también mejoras urbanas, incluida la iluminación, para sentirnos más protegidos. Estar en penumbras no ayuda, jamás ayuda. Por eso queremos que esta solicitud no pase por alto”, comenta Mariana Lema, habitante del barrio San Juan.
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