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Paúl Palacios: Banco de alimentos digital

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El concepto transformará el acceso de grupos vulnerables a alimentos en el país

Los bancos de alimentos en el país, y particularmente Diakonía, el de Guayaquil, del que mayor información tengo, han sido instituciones efectivas en los últimos años para la lucha contra el hambre y la desnutrición.

En épocas de crisis como el terremoto de 2016 y el confinamiento por la pandemia en 2020, sin Diakonía, Guayaquil, su área de influencia, el perfil costanero e incluso provincias más lejanas habrían sufrido más de lo que se sufrió por la falta de acceso a alimentos de los grupos más vulnerables.

El mecanismo que hasta hoy ha estado funcionando con regularidad y éxito es básicamente un sistema logístico que concentra la recepción y distribución en un punto, además de otros programas como el establecimiento de comedores infantiles en ciertos barrios marginales.

Sin embargo, con el apoyo de una plataforma tecnológica, el concurso del equipo de la institución y el apoyo del sector privado, se dispone a lanzar el banco de alimentos digital. A través de este mecanismo, las cadenas de supermercados en primera instancia, luego otros productores de alimentos, y eventualmente restaurantes, etc., podrán introducir en la aplicación los alimentos excedentes, próximos a vencer, pero en condiciones óptimas de consumo, para que entidades de asistencia como fundaciones, hospicios, hogares de ayuda a niños en condiciones vulnerables o ancianos, en cualquier lugar del país, puedan aprovechar tales alimentos.

Es un cambio radical en la conexión de quien dispone de alimentos y quien los necesita. Esto integrará a los demás bancos de alimentos del país, pero por sobre todo nos enlaza más a los ecuatorianos en nuestros nexos de solidaridad.

Empujado por el cardenal Luis Gerardo Cabrera, el modelo de gestión multiplicará por 20 o 30 veces lo que hoy se realiza. El impacto en la reducción del desperdicio de alimentos, la distribución y alcance de estos en quien más los necesitan, será notable. La herramienta será útil también para estar mejor preparados para situaciones de crisis naturales o antrópicas en el país.

¿Cómo que no se puede? Claro que se puede, con corazón y ganas.