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Rosa Torres: Los enfermos no pueden esperar

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La desatención sanitaria, porque ni siquiera se realiza una correcta desinfección, está ahora a la vista de todos

La falta de dinero en las arcas fiscales, en parte por los miles de millones de dólares que están ahora en los bolsillos de los corruptos, repercute directamente en el sector de la salud en el Ecuador, que enfrenta gravísimos problemas para atender a la población enferma, que reclama atención y que ha ingresado a larguísimas colas de espera, ahora digitales.

El Ministerio de Salud ya gastó todo el dinero que le envió Finanzas para este año y aún tiene millones de dólares en deudas con proveedores y otras empresas, entre ellas las chinas, por lo que poco o nada hace para atender las necesidades apremiantes de los hospitales, que no están realizando todos los mantenimientos de los equipos ni las compras de insumos y medicinas que necesitan.

Sin excepción, todos los hospitales del Ministerio de Salud, también los del Seguro Social, incluidos los de las Fuerzas Armadas y de la Policía, sienten hoy la falta de esos recursos que se llevaron durante años los políticos y administradores corruptos. Actualmente no cuentan con recursos económicos ni para contratar médicos especialistas suficientes para brindar atención, principalmente a los más graves, aquellos que necesitan hospitalizaciones y operaciones urgentes.

La desatención sanitaria, porque ni siquiera se realiza una correcta desinfección, está ahora a la vista de todos con la muerte de doce niños recién nacidos en el Hospital Universitario de Guayaquil. Y también lo está para los miles de enfermos que son desatendidos diariamente en todas las casas de salud del país.

La pregunta que se hacen los enfermos, sus familiares y la ciudadanía en general es: ¿qué está haciendo el Gobierno central para superar la crisis sanitaria?

Hasta ahora, ni el presidente de la República, que se la pasa viajando, ni el ministro de Salud han dado muestras de un plan a implementar para el sector.

Y no se puede decir que hay que darle tiempo al ‘nuevo’ gobierno que se posesionó en mayo, porque la administración de Daniel Noboa comenzó en noviembre de 2023.

En tres meses cumplirá dos años y el pueblo sigue esperando que cumpla sus promesas. Los enfermos no esperan; la muerte los ronda. Y la culpa, en parte, será del presidente y de sus ministros.