Ni malos chistes ni tomaduras de pelo

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Se acaba el plazo del CNE. Hasta este domingo, partidos y movimientos políticos han realizado sus ‘primarias’.

Hoy domingo se acaba uno de los plazos que ha dado el Consejo Nacional Electoral en el proceso de comicios para el 2021. Se supone que hasta hoy los partidos y movimientos políticos habilitados han realizado sus ‘primarias’ o elecciones internas para escoger y lanzar oficialmente sus candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia, y para asambleístas nacionales, provinciales y andinos. 

Nada queda oculto.

Nada queda oculto

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Sin querer denostar los buenos propósitos, existentes quizás pero escondidos, creo que es un mal chiste creer que así ha sido. Podría calificarse como una tomadura de pelo y una clara muestra de que nuestra democracia en términos generales sigue siendo un ejercicio inconcluso en el que se imponen los criterios de los máximos líderes.

En la preparación para los comicios del año que viene, no he conocido un proceso de elecciones primarias transparentes, en el que se hayan alcanzado consensos. Hasta los movimientos indígenas, que se han jactado de orgánicos, han terminado divididos porque los intereses de sus líderes son distintos.

Pasado este primer plazo, se espera la convocatoria oficial de las elecciones previstas para el 7 de febrero de 2021. Un día después de esa convocatoria, es decir el 18 de septiembre, arrancará el período de inscripciones que concluirá el 7 de octubre. 

Esos 20 días serán determinantes, por eso insisto en la tomadura de pelo que pretenden ahora algunos personajes, al lanzar precandidaturas que no podrán concretarse. Es irrespetuoso de su parte el intento de distraer, jugar, amedrentar… No puedo calificar de otra manera, por ejemplo, los anuncios de los expresidentes Rafael Correa y Abdalá Bucaram.

El mundo tiene que oírnos. Y no solo porque gritamos fuerte #SOSGalapagos, sino porque esas Islas Encantadas, que sirvieron para que Charles Darwin desarrollara su teoría de evolución de las especies, son desde 1978 Patrimonio de la Humanidad.

Mundo, escúchanos

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El autoexiliado exmandatario que gobernó por una década, enfrenta una posible condena de 8 años de prisión por el delito de cohecho pasivo agravado, en el denominado caso Sobornos. 

Aun si el tribunal que analiza el pedido de casación de la sentencia dilatara su decisión, Rafael Correa tiene en su contra una orden de prisión por el juicio de plagio a Fernando Balda, y no podría cumplir con la proclamación y aceptación de la candidatura de forma “expresa, indelegable y personalísima” en la matriz del CNE en Quito, como dice la norma que se creó en su gobierno, en 2012, cuando Domingo Paredes era el titular del CNE. Se pretendía así impedir la participación de Abdalá Bucaram Ortiz, exiliado en Panamá.

Cuando he visto las propagandas del pretendido binomio con el exministro Andrés Arauz como candidato a la Presidencia y Rafael Correa a la Vicepresidencia, no he podido sino recordar otra publicidad del correísmo, de hace solo un par de semanas y que hizo roncha en las redes, exaltando la figura de la asambleísta Marcela Aguiñaga, sugiriéndose su participación presidenciable con miras a las elecciones de febrero. Una forma de distracción, otra tomadura de pelo.

También es un mal chiste la precandidatura presidencial del exmandatario Abdalá Bucaram, pues simplemente no podrá inscribirse de forma oficial, como dictan las normas de la ley electoral. Está cumpliendo prisión domiciliaria, con un grillete electrónico, enfrentando tres procesos judiciales. 

No pretendo validar o desmerecer tales condiciones, pero de manera práctica Abdalá Bucaram está impedido de moverse desde su residencia en el norte de Guayaquil. ¿Tendría alguna opción de salir de allí y ser recibido por las autoridades del Consejo Nacional Electoral en Quito?

Por eso insisto en que hay falta de respeto con los electores. Nos juegan a la luz pública con nombres y opciones irreales, mientras por debajo de la mesa negocian, imponen listas, sacan y meten personajes a conveniencia. 

Aun con honrosas excepciones, cuestiono los criterios con los que se hacen ciertas listas para candidatos a la Asamblea; y lo que es más oscuro aún, la lista de suplentes, aquellos que están en la segunda fila, con la intención de pasar de agache, mientras llega su momento.

Pero no podrán con nosotros, como electores, si nos tomamos en serio lo que está en juego: nuestro futuro. Aun sin nombramiento somos veedores, vigilantes de las normas, defensores de la voluntad popular. No es chiste lo que propongo. Impidamos que nos tomen el pelo.