Ocio

Gabriela Zea y Luly Ossa creadoras del Wine & Beer Fest
Celebran una década de cultura, copas y comunidad.Foto: Miguel Canales

Gaby Zea y Luly Ossa, las mentes detrás del Wine & Beer Fest

Su sueño compartido ya cumple diez años transformando la cultura del vino y la cerveza en Ecuador. 

Gabriela Zea y Luly Ossa saben lo que es emprender en Ecuador: llevan una década construyendo una marca con identidad, comunidad y propósito. La idea surgió entre conversaciones, coincidencias y ganas de crear. “Fue una corazonada”, recuerda Gabriela. “Yo tenía en el cajón una idea que no sabía cómo ejecutar, y cuando conocí a Gaby, supe que era con ella”, añade Luly

Gabriela es ingeniera en marketing, con experiencia en estrategia y comunicación. Luly viene del mundo del arte y la producción; es actriz y trabajó muchos años en teatro. De esa combinación —una analítica, la otra creativa— surgió una sociedad en equilibrio y dieron forma al Wine & Beer Fest. 

Ambas sabían que lanzar un proyecto en Ecuador implicaba desafíos múltiples: poca infraestructura,  y una cultura de consumo todavía en construcción. “Era el 2015, no había espacios donde se hablara de vinos o se explorara ese mundo desde otro lugar. Queríamos hacerlo diferente. Y no fue fácil que las marcas confiaran”, reconoce Luly, quien como buena descendiente chilena siempre tuvo al vino como parte de su vida cotidiana.

Tammy y Nicole Lovo, creadoras del primer festival de brunch en  Samborondón

Hermanas Lovo: así crearon la primera competencia de brunch en Samborondón

Leer más

Emprender a largo plazo

Además de abrir camino en un rubro poco explorado, enfrentaron todo tipo de obstáculos: crisis económicas, apagones, cambios de gobierno y demás. “Cada edición fue un acto de resiliencia”, afirma Luly. Y Gabriela complementa: “Sostener un proyecto durante 10 años en este contexto es, ante todo, una prueba de amor por lo que hacemos”.

Con el tiempo, formaron un equipo, profesionalizaron procesos y generaron impacto más allá de su emprendimiento: crearon empleo directo e indirecto para cientos de personas y construyeron relaciones sólidas con marcas, proveedores, y aliados estratégicos. “Lo que más nos emociona es ver cómo creció la comunidad. Tras 24 ediciones, hoy ya son más de 50 mil personas que confían, que regresan, que se sienten parte de esto”, dice Gabriela.

Para ellas, emprender no fue solo crear un producto: fue diseñar una experiencia que se ha realizado en 4 ciudades del país. Y aunque muchas veces faltan las horas del día, no faltan las ideas. “Tenemos en mente otros proyectos, incluso fuera del país”, confiesan, sin cerrar puertas. Porque si algo las define, es que siempre siguen.

Detrás de la copa

 ¿Cómo nació el Wine & Beer Fest?

Gaby: En 2015 yo iba a alquilar un espacio en el Teatro Sánchez Aguilar porque yo dirigía El Mercadito y conocí a Luly, que trabajaba allí. Empezamos a conversar y teníamos ideas muy parecidas. Yo venía con vino y cerveza, ella con vino y chocolate. ¡Hicimos match creativo!

Luly: Hasta le mostré un dibujo que tenía de unas estructuras para stands. Sentimos que estábamos destinadas a hacerlo juntas.

¿Cuál fue el reto más grande al principio?

Gaby: Lograr que las marcas confiaran en nosotras. No existía esta cultura de reunir a tantos vinos y cervezas en un solo lugar. Apostamos por algo nuevo.

Luly: Y unir todo sin que compitan: por eso creamos la zonificación. Todo está estratégicamente pensado.

¿Qué cambió desde el primer evento hasta hoy?

Luly: En el primero recibimos a 600 personas y trabajamos con 30 marcas. Hoy son más de 120. Ya no solo estamos en Samborondón, también en Salinas, Cuenca, Quito y Guayaquil.

¿Qué sigue después de estos 10 años?

Gaby: Soñamos con llevar el Wine & Beer a Chile, Perú, Colombia. Ya nos han escrito desde allá. Ojalá el 2026 podamos hacerlo realidad.

José Arellano chef y propietario de Comal, comida mexicana

Comal, el restaurante de José Arellano que rinde culto a México

Leer más

Vínculos que dejan huella

Construir un emprendimiento es mucho más que diseñar un evento: es tejer relaciones reales con las personas que lo hacen posible. Luly lo tiene clarísimo. “Las importadoras no son solo expositores. Yo las llamo, les escribo por su cumpleaños, me interesa cómo están. Para mí, eso también es parte del éxito”.

Gaby lo resume así: “Nos emociona cuando alguien que vino una vez regresa al año siguiente, o cuando una marca nos elige cada edición. Eso no se logra solo con buena logística: se logra con conexión”.

Ya se alistan para brindar en agosto. El lugar elegido para celebrar  no podía ser otro: Samborondón, el mismo donde empezó todo. Allí, el brindis será doble: por el camino recorrido y por todo lo que aún queda por celebrar.

¿Quieres leer más contenido de calidad y sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!