
Fabián Patinho convierte el mito del tesoro inca en una aventura de papel y tinta
El autor publica una novela gráfica inspirada en Rolf Blomberg y en el legendario derrotero de Valverde
Para dirigir la misión de rescate del oro destinado al rescate de Atahualpa, estaba a cargo el general incaico Rumiñahui. Cuando se enteró de la muerte del Inca, tenía bajo su custodia un estimado de 750 toneladas de oro trabajado. Cuenta la leyenda que Rumiñahui regresó a Quito con el tesoro, llegó hasta la cordillera de los Llanganates y lo escondió allí.
Los españoles lograron capturarlo y lo torturaron para que revelara la ubicación de aquella fortuna, pero no consiguieron una palabra del guerrero. Finalmente, Rumiñahui fue ejecutado y el secreto del tesoro se perdió para siempre. Por más de quinientos años, exploradores y buscadores de todo el mundo han llegado a los Llanganates con la esperanza de encontrarlo.
Sin embargo, hacia 1770 comenzó a circular otra historia: la de un español de apellido Valverde, casado con una hija del cacique de Píllaro. El cacique, movido por la pobreza de su yerno, le reveló la ubicación del tesoro con una única condición: mantener el secreto. Valverde no cumplió su palabra. Años después escribió una carta al Rey de España detallando el camino al tesoro. Ese documento se conoció como El derrotero de Valverde.
Más de dos siglos después, ese mapa perdido se convierte en el punto de partida de la nueva novela gráfica de Fabián Patinho, publicada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Ambientada en 1943, El derrotero de Valverde sigue la aventura del fotógrafo y explorador sueco Rolf Blomberg, quien, junto a un grupo de jóvenes coleccionistas, se ve envuelto en una búsqueda tras las huellas del legendario mapa.
El autor cuenta que esta fue la primera historia que escribió, aunque no la primera que publicó. “Empecé hace como veinte años, cuando leí El oro enterrado y anacondas de Blomberg. Dibujé unas veinticinco páginas y luego el guion se perdió. Años después lo busqué hasta en disquetes de mi vieja computadora y no asomaba. Tenía esas páginas guardadas, esperando su momento.”
Ese momento llegó con una convocatoria de la Casa de la Cultura. “Revisando mis archivos encontré las páginas del Derrotero y vi que podía fusionarlas con otra historia ambientada en los años cuarenta. Pasé días viendo cómo encajarlas.” El resultado fue un libro de 105 páginas, compuesto por dos tramas y dos estilos gráficos. “Las páginas originales eran de hace veinte años, con un dibujo más tributario del cómic europeo; tenía que conservar esa coherencia. Dibujé cuarenta y cinco páginas nuevas en dos meses, en blanco y negro, para mantener la unidad.”
En la historia, Blomberg se une a un grupo de jóvenes coleccionistas que buscan el derrotero perdido. “Me gusta mucho ese tipo de personajes: buscadores de libros, películas o grabaciones perdidas. Encajaban perfecto con la idea del derrotero, el documento perdido por excelencia de la historia ecuatoriana”, explica.
Un personaje icónico
Patinho reconoce que la figura de Rolf Blomberg lo ha acompañado durante años. “Conozco todos sus libros y los 35.000 negativos que hay en el archivo Blomberg. Es un personaje muy fascinante. Sus crónicas son maravillosas, sumamente entretenidas y valiosas”, indica.
Ese vínculo se transformó en un personaje de ficción. “Yo soy muy poco aventurero —dice—, lo más largo que he viajado este año creo que fue a Tumbaco. De alguna manera Blomberg me resuelve esa posibilidad de investigar, de surcar mundos”.
El libro se presentará el 11 de noviembre en el Studio Theater de la Asociación Humboldt, junto a Gabriela Alemán, Pepe Avilés y la música de María Katherina. La fecha coincide con el natalicio de Blomberg —nacido el 11 de noviembre de 1912— y con los 25 años de la Fundación Archivo Blomberg. “La mitad del evento es el lanzamiento del libro, pero también una celebración del archivo Blomberg, que es uno de los más sólidos archivos privados que ha habido por acá últimamente”, dice Patinho.