
El rompope marca el pulso del consumo durante diciembre
La receta evolucionó: ya no es solo de vainilla, sino de cacao, coco, café, pistacho. También con estevia y leche de almendra
Su sabor despierta la memoria de la cocina casera: la imagen de la madre removiendo lentamente la mezcla con una cuchara de madera, mientras la leche se funde con la canela, la vainilla, los huevos y el aguardiente. Así, entre aromas familiares, el rompope vuelve a ocupar un lugar protagónico en diciembre, el mes en el que su venta alcanza el punto más alto del año.
En esta temporada, el rompope se ofrece en distintas presentaciones, desde el artesanal hasta el industrial. La bebida también ha evolucionado en sabores y propuestas: hoy se encuentran versiones de cacao, menta, nuez, coco, almendra, pistacho y café. A la par, han surgido alternativas pensadas para nuevas exigencias del mercado, como rompope elaborado con leche de almendra o endulzado con estevia.
El precio del litro parte desde los 10 dólares y puede incrementarse según el tipo de elaboración y los ingredientes utilizados.
El rompope nació en los conventos de Puebla, México
Detrás de esta bebida hay una historia que se remonta a la época colonial. El rompope nació en los conventos de Puebla, México, donde monjas clarisas lo preparaban para agasajar a visitantes importantes. Una de ellas, sor Eduviges, fue clave en su popularización. La receta llegó a Ecuador durante el Virreinato y se adaptó a los ingredientes locales, convirtiéndose en parte de la tradición decembrina.
Víctor Valverde, administrador de la Licorera La Represa, un negocio que tiene más de 50 años en el mercado guayaquileño, indicó a Diario EXPRESO que la venta de rompope registra un crecimiento de dos dígitos. “En forma general, las ventas de todo tipo de bebidas alcohólicas se quintuplican en diciembre, por las reuniones de amigos y familiares. En el caso del rompope, nosotros comercializamos el industrializado”, señaló.
El rompope artesanal también gana espacio. Se lo puede adquirir incluso en panaderías como Erick, que lo produce desde hace 20 años en sabores de vainilla, cacao y menta. Wilson Flores, administrador del negocio, explicó que este año incorporaron una máquina para sellar los envases. “Eso facilita que los migrantes que visitan el país puedan llevarlo”, indicó. Agregó que utilizan menos azúcar, licor de buena calidad y yemas de huevo pasteurizadas para evitar el olor fuerte característico. En 2025, sus ventas crecieron un 30 %.
A este mercado se suman nuevos emprendimientos. Sandra Henriques prepara rompope por primera vez este año y lo promociona a través de redes sociales. “Empecé haciendo para amigos y familiares y ahora los clientes han aumentado”, comentó. La emprendedora decidió incursionar en esta bebida como una forma de mejorar los ingresos de su hogar.
Otra experiencia es la de Rosa Sanyer, quien elabora rompope desde 2018. Produce únicamente la versión tradicional y vende la botella de 1.100 mililitros a 15 dólares. Comercializa el producto por redes sociales, chats y las recomendaciones la ayuda a promocionar la bebida. “Los vendo en botella vestida, como para regalo, y eso ha permitido que mis ventas crezcan un 75 % este año versus el 2024. Los pedidos los clientes deben hacer con 48 horas de anticipación”, explicó.

Entre tradición, innovación y emprendimiento, el rompope se consolida como una de las bebidas que dinamiza la economía de diciembre y mantiene viva una herencia que atraviesa generaciones y corre por varios países.