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La duquesa Catalina de Kent y su esposo, el príncipe Eduardo, duque de Kent
Catalina, duquesa de Kent, y Su Alteza Real Príncipe Eduardo, duque de Kent, en una foto del recuerdo.IG: @royalroyalworld

Duelo en la Familia Real Británica: fallece la duquesa Catalina de Kent 

Duquesa de Kent muere a los 92 años rodeada de su familia. Su vida marcó estilo y compromiso social con los jóvenes músicos

La familia real británica lamenta la pérdida de una de sus figuras más discretas pero influyentes: Catalina de Kent, esposa del duque Eduardo de Kent, falleció en paz, rodeada de sus seres queridos, el jueves 4 de septiembre en el palacio de Kensington. Tenía 92 años. 

Su vida fue inspiración para muchos. Estuvo marcada por la elegancia y la discreción, pero también por un profundo compromiso con causas sociales, la educación y la música, lo que la consolidó como un referente dentro de la monarquía británica moderna.

Orígenes y primer papel en la realeza británica

Katharine Lucy Mary Worsley, conocida cariñosamente como la “chica de Yorkshire”, nació en 1931 en una familia de tradición aristocrática. 

Su matrimonio con el duque de Kent, primo hermano y mano derecha de la reina Isabel II, consolidó su rol dentro de la institución. Ella se desempeñó vivamente en tareas de representación y acompañamiento en actos oficiales. 

Desde su boda el 8 de junio de 1961 en York Minster, Catalina se ganó la reputación de icono de estilo y sofisticación. Su continuo uso de los diseños de John Cavanagh marcó tendencia en la década de 1960.

Compromiso social y educativo

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A lo largo de su vida, la duquesa mostró un interés profundo por la educación y la música. Tras su retiro de la vida pública en 2002, Catalina se dedicó a la enseñanza, impartiendo clases de piano.

Fue también la fundadora de la organización Future Talent, dedicada a descubrir y fomentar el talento infantil. Su enfoque pedagógico enfatizaba la autoconfianza y la creatividad, consolidando su legado como promotora del desarrollo juvenil y la cultura musical.

Un camino espiritual pionero

Catalina de Kent también destacó por su determinación y convicciones personales. En 1994, decidió convertirse al catolicismo. 

Ese gesto hizo que fuera reconocida como la primera miembro de la familia real británica en hacerlo desde 1701, cuando se estableció que solo los protestantes podían optar a la sucesión. 

Vida familiar y retos personales

Junto al duque de Kent, Catalina tuvo tres hijos: Jorge, Helen y Nicolás. La duquesa enfrentó tragedias personales, entre ellas un aborto en 1975 y la pérdida de un hijo en 1977, experiencias que compartió públicamente y que moldearon su carácter resiliente y cercano. 

Su cercanía con la familia y su sentido del deber hicieron que siempre fuese considerada una figura confiable y afectuosa dentro del círculo real.

Un legado que trasciende la realeza

Aunque alejada del foco mediático en sus últimos años, Catalina de Kent dejó huella: un modelo de vida discreta, ética y dedicada al servicio de los demás. Su influencia en la realeza y su aportación a la educación y la música consolidan un legado que será recordado por generaciones. 

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