
¿De qué se trata 'El aniversario', la polémica novela que divide a Italia?
El escritor Andrea Bajani generó polémica con una obra que replantea la lealtad familiar y que ahora se lanza en español
En los últimos años, los norteamericanos han popularizado el concepto de “going no contact” —eliminar el contacto— para referirse al fenómeno de cortar todo vínculo con la familia biológica. En foros de internet, se ha convertido incluso en un consejo habitual entre pares para los hijos que consideran que sus padres han sido injustos o negligentes.
Sin embargo, en numerosas culturas, incluida la latina, donde la familia ocupa un lugar central, este tipo de alejamiento sigue siendo un tabú y motivo de escrutinio. Es en este contexto cultural que se inscribe El aniversario, la novela del escritor italiano Andrea Bajani, ganadora del Premio Strega 2025 y recientemente publicada en español por Anagrama.
La novela narra la historia de un hombre que decide, después de décadas, alejarse definitivamente de sus padres. Cambia de número de teléfono, se traslada al otro lado del Atlántico y permanece diez años sin contacto, antes de empezar a reflexionar sobre las motivaciones de su decisión. Como señala Bajani, “Si se reduce a una autobiografía, estaríamos cometiendo el enorme error político de no reconocer que el patriarcado afecta a millones de familias”. La obra, aunque escrita en primera persona, busca ser “una historia colectiva” que visibiliza las dinámicas de poder y control en el ámbito familiar.
El planteamiento central de El aniversario cuestiona un tabú profundo: la idea de que los lazos de sangre son inviolables. El autor explica: “Si una amistad o un matrimonio es abusivo, podemos dejarlo. ¿Por qué no ocurre lo mismo con la familia?” La novela se centra en la violencia simbólica y material de un padre dominante y en la sumisión de la madre, cuya invisibilidad es clave para entender la dinámica familiar. “La presencia/ausencia de la madre es fundamental. Es a través de ella como el hijo va canalizando todo su dolor”, explica el autor, quien decidió que el protagonista debía percibir la familia desde esta perspectiva para evidenciar la opresión patriarcal.
El escritor también subraya que la decisión de abandonar a los padres no es un acto de rebeldía caprichosa, sino una medida de autoprotección: “Cuando una familia se rompe, aunque sea necesario, duele. La compasión consiste en no simplificar eso. No puedes simplemente cortar los lazos y ser feliz. Eso no existe. Pero, aunque duela, hay un derecho fundamental: el derecho a sentirse seguro, incluso si es necesario alejarte de tus propios padres”.
La génesis de la obra también refleja el interés de Bajani por la enseñanza y la escritura: en su experiencia como profesor de la Rice University, en Houston, observó que muchos estudiantes no lograban narrar sus propias historias familiares por estar atrapados en dinámicas dolorosas. “Son como minotauros encerrados en un laberinto, son como unos monstruos condenados a no poder salir de allí. Pensé en hacer algo para ayudar a salir del laberinto”, afirma el autor. De esa idea surgió El aniversario, un proyecto de tres años que buscó trasladar esa experiencia íntima a un relato que resonara más allá de Italia.
Entre el shock, la incomprensión y la polémica
La obra ha generado reacciones muy diversas según la región y el lector: mientras en países mediterráneos la ruptura con la familia provoca sorpresa e incomodidad, en el norte de Europa el impacto es menor y el interés se centra más en la historia que en el cuestionamiento del tabú. Bajani reflexiona: “Los mediterráneos se quedaban en shock y lo que les interesaba era la ruptura del tabú. En cambio, los del norte no se quedaban tan impactados y les interesaba más la historia en sí, lo que iba sucediendo”.
También ha notado diferencias de género: “Las mujeres entendían el acto de liberación, los hombres menos”, señala, aludiendo a la carga cultural de la obediencia filial y a la resistencia frente a la autonomía personal en contextos conservadores.
Más allá de la crítica a la familia tradicional, la novela no pretende ofrecer fórmulas de redención ni finales felices: “No se trata sobre el perdón, sino sobre la renuncia al poder. Sobre cómo reconstruir los vínculos —o romperlos— sin que la jerarquía los determine”, explica Bajani. Así el libro se posiciona como una obra que aborda la complejidad de las relaciones familiares, el peso del patriarcado y la necesidad de cuestionar estructuras que, culturalmente, parecen intocables.
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