Procesión a la Virgen María en Guayaquil
El evento religioso congregó a integrantes de más de una treintena de parroquias marianas de Guayaquil.FRANCISCO FLORES

Procesión a la Virgen María en Guayaquil unió en la fe por un pedido de paz

En el evento religioso se hizo un llamado a que cesen los asesinatos, robos y extorsiones en la ciudad y el país

Como una madre. Así siente Magdalena Guevara la presencia de la Virgen María. Ella vestía una camiseta con la imagen de la advocación de la Virgen del Buen Suceso, mientras participaba este sábado 6 de septiembre en la procesión mariana que congregó a miles de fieles católicos.

Desde el sector de La Guangala, en el sur de Guayaquil, llegó hasta el centro junto a sus compañeras de la parroquia San Esteban Diácono.

“Siempre, cuando yo salgo, le pido a ella que me cuide”, dijo con la certeza de que la presencia espiritual de la Virgen María la protegerá no solo a ella sino a todo el país.

Ese fue su deseo. “Pido que todo cambie, que ya no haya asesinatos, que ya no haya violencia, que nos cuidemos unos a otros”, manifestó.

La actividad, organizada por la Arquidiócesis de Guayaquil, resaltó a la Virgen como “signo de esperanza y de paz”.

Desde varios sectores de la ciudad llegaron los devotos, algunos portando imágenes de las diferentes advocaciones con las que se conoce a la Virgen.

Imagen de la Virgen María en procesión mariana de Guayaquil
Algunos participantes de la procesión mariana portaron imágenes con diferentes advocaciones de la Virgen María.FRANCISCO FLORES

Ana Balseca llevaba una pequeña urna con la imagen de María Auxiliadora. “Vengo a pedirle a María Santísima que interceda por nosotros, por la paz del Ecuador y del mundo”, comentó la mujer, mientras caminaba junto a su hijo.

La avenida Machala fue el escenario para esta muestra de fe, que reunió también a estudiantes de colegios particulares y de unidades educativas regentadas por entidades católicas.

Banderas de Ecuador y Guayaquil flameaban; algunas mujeres rezaban el Rosario mientras caminaban, y otras personas aprovechaban la presencia de sacerdotes para confesarse. También se habilitaron confesionarios temporales a lo largo del recorrido, que avanzó desde Luis Urdaneta hasta Carlos Gómez Rendón.

Fueron decenas de parroquias las que acudieron al llamado. “Algo nuevo fue la presencia de Fuerzas Armadas y la participación masiva de las parroquias con título mariano. Se manifestó ante todo la fe del pueblo de Dios, que pide mucho y ora por la paz”, dijo a EXPRESO el sacerdote Rafael Luna.

Militares en la procesión mariana de Guayaquil
Militares acompañaron el recorrido de la procesión mariana en el centro de Guayaquil.FRANCISCO FLORES

El pedido para que se reduzca la inseguridad ciudadana y vuelva la paz a la ciudad y al país era unánime. “Le pido bastante a Dios y a la Virgen que tenga misericordia del Ecuador, que tenga misericordia por aquellos que están cometiendo pecados demasiado graves como matar y robar”, expresó Alejandra Vázquez, quien llegó desde la vía a la Costa y aprovechó para confesarse con uno de los sacerdotes que estaban en el recorrido.

El llamado a la paz se dio también desde el altar, donde el cardenal y arzobispo de Guayaquil, Luis Gerardo Cabrera, celebró la misa.

“En un mundo herido por guerras, por enfrentamientos y por divisiones, María nos recuerda que la verdadera paz no se construye con dinero ni a la fuerza, sino con un corazón abierto a Dios”, fue su mensaje.

Manuel Márquez caminó portando en sus manos una pequeña imagen de la Virgen, que compró para la procesión, y un rosario.

“Le pido a ella (la Virgen) que se calme tanto problema. No se puede vivir con tanto problema que hay aquí en nuestro Ecuador. Que se calme todo esto”, insistía con la voz entrecortada, mientras la emoción humedecía sus ojos.

Imagen de la Virgen María en la caminata mariana en Guayaquil
Manuel Márquez portó una pequeña imagen de la Virgen María durante la caminata mariana.FRANCISCO FLORES

Solidaridad con víctimas de masacres en Guayaquil

CAMINATA PERRUNA

Iniciativa de patrullaje canino une al Barrio Centenario contra el miedo

Leer más

Él recordó con dolor dos de las recientes masacres registradas en Guayaquil y que afectaron a dos familias de la religión evangélica, que habrían sido extorsionadas.

La primera se cometió el pasado 28 de agosto, en el bloque 5 de Flor de Bastión (noroeste), cuando sujetos ingresaron a una casa y asesinaron a un trabajador del Municipio, a su esposa y a su hija.

Mientras, el miércoles anterior, tres miembros de una misma familia fueron asesinados en su casa, en la ciudadela Rotaria, ubicada en el distrito Nueva Prosperina, uno de los más violentos de la ciudad.

“Eran personas evangélicas, religiosas, que han perdido su vida. Se debe terminar esto ya. No se aguanta”, reiteró.

Con la fe de que vuelva la calma a la calle y los hogares del país, la procesión sirvió para manifestar unidad y esperanza de un futuro en paz.

Para seguir leyendo más contenido de EXPRESO, suscríbete aquí