Militares en Durán, Guayas
Militares custodian el ingreso a Durán, en la provincia de Guayas, la mañana de este lunes 27 de octubre.Christian Vinueza

Militarización en Guayas: lo que debes saber, consecuencias y repercusiones

El Ministerio de Defensa indicó que a la provincia fueron desplegados 7.000 efectivos entre policías y militares

Unos 7.000 efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas fueron desplegados a la provincia de Guayas este domingo 26 de octubre, con el objetivo de reforzar la seguridad en varias localidades, sobre todo en Guayaquil y Durán, según el Ministerio de Defensa.

Esta medida es parte de la "Operación Guayaquil, Tregua Cero", cuyo fin, según esa cartera de Estado, es "fortalecer el control territorial y ejecutar operaciones de alta intensidad contra el crimen organizado". Pero, ¿cuáles son las consecuencias y repercusiones de este envío masivo de uniformados a Guayas?

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Para John Garaycoa, experto en seguridad ciudadana, la presencia de más uniformados puede generar un impacto inmediato en la reducción de delitos y en la percepción de seguridad ciudadana, aunque advierte que también implica riesgos si no se acompaña de una estrategia integral.

Entre los efectos positivos, Garaycoa destacó tres aspectos principales. El primero es el aumento de la seguridad, ya que la presencia masiva de fuerzas del orden puede disuadir a los delincuentes en las zonas más conflictivas. El segundo es la mejora en la percepción de seguridad, un factor que influye directamente en el ánimo de la población y en la confianza para retomar actividades cotidianas.

El tercero es la efectividad operativa, pues los operativos conjuntos facilitan la detección y desarticulación de grupos criminales.

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El experto añadió que la intervención militar y policial puede modificar la dinámica del crimen en el corto plazo. Explicó que las bandas podrían atrincherarse, cambiar de tácticas o incluso trasladar sus operaciones a otras ciudades cercanas, como ya ha ocurrido en el pasado.

Garaycoa también propuso cinco pilares que considera esenciales para sostener esta estrategia: una dirección ejecutiva clara, respaldo legal mediante coordinación entre el Ejecutivo, la Fiscalía y el sistema judicial; financiamiento adecuado por parte del Ministerio de Finanzas; control del elemento humano dentro de las filas policiales y militares; y un manejo eficiente de los recursos. Sin estos componentes, dijo, la respuesta podría perder efectividad con el tiempo.

Militarización en Guayas: ¿cuáles son las consecuencias negativas?

Entre las consecuencias negativas, advirtió sobre el riesgo de violaciones a los derechos humanos debido al nivel de tensión y exposición de las fuerzas del orden. “Están en un hilo muy delgado entre el bien y el mal, entre disparar o no disparar”, dijo.

Además, mencionó la posible estigmatización de comunidades, el desgaste operativo y la falta de soluciones estructurales. “El despliegue puede ser efectivo en el corto plazo, pero si no se atacan las causas profundas de la criminalidad, como la pobreza o la falta de oportunidades, solo se estará postergando el problema”, indicó.

Militares en Durán, Guayas
Militares recorren el ingreso al cantón Durán, en la provincia de Guayas, la mañana de este lunes 27 de octubre.Christian Vinueza

Militarización en Guayas: Despliegue de uniformados evidencia limitaciones en Fuerzas Armadas

El exsecretario de Seguridad del Estado, Wagner Bravo, advirtió que el despliegue de 7.000 militares a la provincia del Guayas para apoyar en las tareas de seguridad evidencia las limitaciones estructurales que enfrentan las Fuerzas Armadas.

“En un principio de economía se dice que las necesidades son ilimitadas y los recursos escasos, y eso también ocurre con las capacidades militares”, señaló. Bravo explicó que en los últimos 25 años no se ha fortalecido la estrategia institucional, lo que obliga a movilizar constantemente personal de una zona a otra para atender las diferentes amenazas que enfrenta el país.

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El especialista destacó que las Fuerzas Armadas se ven forzadas a cubrir vacíos dejados por la Policía Nacional, cuyas capacidades operativas —dijo— han sido sobrepasadas. “El control efectivo del territorio ha sido superado, y la Policía, que es la responsable del orden público, necesita apoyo complementario”, sostuvo.

Bravo subrayó que las principales amenazas actuales —el crimen organizado, la minería ilegal y los actos terroristas— demandan una respuesta integral y sostenida, pero las Fuerzas Armadas cuentan con apenas 42.000 efectivos para atender simultáneamente estas crisis. Lo ideal, indicó el exfuncionario, sería tener al menos 80.000 efectivos.

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Esa cifra (42.000 efectivos), según explicó, no permite mantener un control sólido en todo el país sin debilitar otras misiones, como la protección de fronteras terrestres, marítimas y aéreas. “Cuando se movilizan tropas a una zona crítica, otras quedan debilitadas, no abandonadas, pero sí debilitadas”, puntualizó. Asimismo, coincidió con Garaycoa en que los grupos de delincuencia organizada buscarán otras zonas del país para operar.

Finalmente, Bravo insistió en la urgencia de aumentar las capacidades estratégicas y el pie de fuerza de las Fuerzas Armadas para evitar que lleguen a un punto de agotamiento. “Podemos alcanzar un momento crítico en que ya no se cubran todas las necesidades y, además, las Fuerzas Armadas sean empleadas de forma inadecuada, lo que generaría desgaste físico, psicológico y logístico”, advirtió.

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