
La barra de ballet más grande del Ecuador brilló en el Malecón 2000
Cien bailarinas participaron en la barra de ballet más grande del país durante el Mes de las Artes en Guayaquil
El Malecón 2000 se convirtió en un gran salón de danza al aire libre con la ejecución de la barra de ballet más grande del país, un evento inédito que convocó a 100 bailarinas en el muelle de la Armada Nacional. Bajo la dirección de la maestra Yesenea Mendoza, una de las figuras más influyentes de la danza clásica en Ecuador.
El Malecón como escenario del arte
El abogado Víctor Mieles, gerente general de la Fundación Malecón 2000, explicó que la iniciativa responde a una visión clara: convertir al Malecón en un espacio de encuentro para la ciudadanía a través del arte, la cultura y el deporte.
“Estamos convencidos de que estas expresiones permiten restaurar el tejido social de la ciudad. Nuestros artistas necesitan espacios para que sus destrezas sean visibilizadas y qué mejor que hacerlo en este ícono turístico de Guayaquil”, aseguró Mieles a EXPRESO.
El evento contó con el respaldo logístico de la Armada Nacional, bomberos fluviales y personal de seguridad, quienes facilitaron que el muelle se transformara por una tarde en un escenario artístico frente al río Guayas.

La visión de Yesenia Mendoza
La gestora cultural y directora del Centro Artístico Yesenea Mendoza confesó que este proyecto fue un sueño largamente acariciado.
“Siempre imaginé una barra de ballet en un lugar representativo de nuestro país. Gracias a la Fundación Malecón 2000 y a la Armada logramos hacerlo realidad. Convertimos el muelle en un verdadero salón de danza con cerca de 100 artistas, apoyados por alrededor de 12 academias”, relató a este Diario.
Entre las academias participantes estuvieron Art Dance Center, Elite, Bailarte, Cosmo, Dancers, entre otras, que se unieron en una coreografía colectiva con leotardos negros, faldas negras y medias rosadas, en la tradición del ballet clásico.

Voces desde la barra
Para las bailarinas jóvenes, la experiencia significó un logro inolvidable. Yamara Pin, de 20 años, integrante del cuerpo artístisco, señaló: “Ha sido una experiencia enriquecedora porque presentamos el arte de la danza en un lugar tan importante. Ensayamos tres horas diarias durante una semana y lo más gratificante es que al público le gustó”.
La bailarina Yesenea Alfaro Moreno también resaltó el esfuerzo colectivo: “Fue mucho trabajo porque cada academia tiene metodologías distintas, pero valió la pena. Este espacio nos hace sentir importantes como artistas y nos impulsa a seguir mostrando nuestro arte”.

Un espectáculo que inspira
El público también vibró con la presentación. Paquita Segovia, espectadora del evento, lo definió como “fantástico e increíble” y destacó el talento de Mendoza y de las nuevas generaciones de bailarinas: “La conozco desde que era niña y verla junto a su hija y todas estas artistas en escena es fabuloso”.
La función duró alrededor de 50 minutos y, más allá del impacto estético, buscó inspirar a las nuevas generaciones, consolidando a Guayaquil como un centro de referencia para las artes escénicas en el país.
Proyección cultural
Mendoza adelantó que el evento se complementa con el programa “Soy Bailarín Guayaquileño”, una iniciativa gratuita que se desarrolla todos los sábados en la explanada de La Rotonda hasta diciembre, con clases magistrales en diversos géneros de danza. Quienes completen al menos 15 clases reciben una certificación avalada por el Municipio de Guayaquil, la Fundación Julio Bocca y la Casa de la Cultura