
Guaguas de pan y colada morada: Tres rincones de Guayaquil para vivir la tradición
En Guayaquil, la tradición de las guaguas de pan y la colada morada se ha consolidado como un ritual de memoria y sabor
La colada morada y las guaguas de pan son símbolos de la conmemoración del Día de los Difuntos en Ecuador. Su origen se remonta a prácticas ancestrales en los Andes, donde se preparaban bebidas rituales con maíz morado y frutas, acompañadas de figuras de pan que representaban a los seres queridos fallecidos. Con la llegada de los españoles, algunos ingredientes fueron sustituidos dando lugar a la receta que conocemos hoy.
En Guayaquil, esta tradición se ha adaptado y ganado espacio en panaderías, hoteles y cafeterías. Cada establecimiento imprime su sello particular, pero todos coinciden en un mismo propósito: mantener viva la memoria y el sabor de una costumbre que une generaciones.
Panadería Jesús del Gran Poder: Tradición ambateña e innovación
En la calle 38, entre García Goyena y Bolivia, se encuentra la Panadería Jesús del Gran Poder, un negocio familiar que desde 1992 ha llevado la tradición al corazón del suburbio guayaquileño. Su propietaria, María Ávila Yerena Gallegos, junto a dos de sus hijos, ha convertido este espacio en un punto de encuentro para quienes buscan guaguas de pan y colada morada con auténtico sabor ambateño.
La historia de la panadería está marcada por la herencia familiar: la madre de María le enseñó a elaborar las guaguas, mientras que la colada fue perfeccionada junto a su suegra. Con el tiempo, la propuesta se amplió y hoy elaboran guaguas de sal y de dulce, rellenas de manjar, chocolate blanco, avellanas y hasta pistacho, la novedad de la temporada.

La colada morada se prepara con ingredientes frescos enviados desde la Sierra: mora, piña, harina de maíz morado, arrayán, canela y hoja de naranja. La frutilla es la fruta que más resalta en su receta. En días cercanos al 2 de noviembre, llegan a preparar hasta cuatro ollas diarias.
Los precios son asequibles, la guagua de manjar cuesta $1 dólar y las que tienen los otros rellenos están a $2 dólares. Por otra parte, ofrecen el vaso de colada a $1,50 y la tarrina de un litro a $3 dólares. También cuentan cajas de tres guaguas sin decorar, con glaseados incluidos para que cada familia las personalice en casa.
En la pandearía Jesús del Gran Poder atienden todos los días, incluido feriados y festividades, desde las 06:00 hasta las 22:00. Además, se pueden realizar pedidos a domicilio al 0991643489 o en Instagram como @panaderia_jdgp. Ellos recomiendan realizarlos con tiempo debido a la alta demanda.
Hotel Wyndham Puerto Santa Ana: Una versión clásica
En el sector de Puerto Santa Ana, el Hotel Wyndham ofrece una versión clásica de esta tradición en su restaurante Río Grande. El chef Juan Diego González recuerda que en tiempos de la conquista la bebida ritual no era la colada morada actual, sino una preparación con sangre de llamingo. Con la influencia española, se incorporaron frutas y especias, y el maíz morado de los Andes se convirtió en la base que da color, aroma y espesor.
La colada del Wyndham respeta esa herencia con una base especiada de hoja de naranjo, escancel, ataco, hierba luisa, pimienta dulce y panela. A ello se suman frutas como ciruela, babaco, mamey, frutilla y manzana. El toque distintivo es un tuil neutro que acompaña la bebida y limpia el paladar.

Las guaguas mantienen lo clásico: masa especiada y relleno de manjar, la favorita de los clientes. Desde inicios de octubre hasta el 4 de noviembre, los visitantes pueden disfrutar de esta propuesta en el restaurante, con servicio a la mesa o para llevar, desde las 18:30 hasta las 19:30. En el restaurante las personas pueden reservar con antelación a través de su número 098 663 8684.
Los precios son variados, un vaso de colada se ofrece en $3,67, mientras que el medio litro está en $6,22 y el litro completo en $12,18. Las guaguas, trabajadas con masa suave y rellenas de manjar, se venden de manera individual a $2,98. También cuentan con opciones en conjunto, como el vaso de colada acompañado de una guagua, o el litro de colada que viene con dos guaguas, ideales para compartir en familia.
Ciabatta en Plaza Lagos: tradición con un toque personal
En Samborondón, dentro de Plaza Lagos, la panadería y cafetería Ciabatta ofrece una propuesta que combina tradición e innovación. Ubicada en el edificio Exedra, local 2, este espacio busca mantener la esencia de la costumbre andina, pero con un sello propio que conecta con su identidad de cafetería artesanal.
Las guaguas se presentan en tres versiones: rellenas de manjar, con crema pastelera o sin relleno. Además, los clientes pueden personalizarlas a su gusto. Una caja de tres guaguas cuesta $7,50. La colada morada se vende en tarrinas de 500 ml a $6,50, suficiente para dos vasos.

La receta de la colada de Ciabatta equilibra la harina de maíz morado con frutas andinas como mortiño, mora y ciruelas pasas. El aroma proviene de una mezcla de especias que incluye canela, clavo de olor, pimienta de Jamaica e ishpingo. El resultado es una bebida que evoca la preparación casera y el calor familiar.
Para Ciabatta, la colada y las guaguas no son solo un producto de temporada, sino un acto de memoria y gratitud hacia los ancestros. “Es nuestro pequeño homenaje a la riqueza cultural del Ecuador”, señalan. Atienden de lunes a domingo, con horarios que van desde las 08:30 hasta las 22:00 según el día. Los pedidos se pueden realizar al 0939444600 o al 0981755188, además de encontrarlos en instagram como @ciabatta_ec
Una tradición que une a Guayaquil
Aunque nacida en los Andes, la costumbre de compartir colada morada y guaguas de pan ha encontrado en Guayaquil un espacio para crecer y reinventarse. Desde una panadería familiar en el suburbio, pasando por un hotel en Puerto Santa Ana, hasta una cafetería en Samborondón, la ciudad ofrece múltiples formas de vivir esta tradición.
Cada propuesta tiene su sello: la receta ambateña de la Panadería Jesús del Gran Poder, lo clásico en el Wyndham y la mezcla con lo moderno de Ciabatta. Todas, sin embargo, comparten un mismo espíritu: recordar a los que ya no están y celebrar la vida en comunidad.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!